Cuatro amigos hemos sido…
- Franz Kafka-
“Cuatro amigos de mi juventud se volvieron grandes sabios talmudistas y
cada uno de ellos tuvo su propio destino: uno se volvió loco, otro murió y Rabbi
Eliécer a la edad de cuarenta años se volvió ateo. Solamente el mayor de todos,
Akiba, quien había comenzado a estudiar
el Talmud siendo mayor de cuarenta años, alcanzó la sabiduría.
Sin embargo, Rabbi Eliécer tuvo un alumno muy creyente, tan creyente que no
le hizo mella alguna la educación que recibió de parte de su maestro libre
pensador. Sucedió que un sábado, Rabbi
Eliécer salió de paseo, seguido de su alumno Rabbi Meir quien iba con el Talmud
en la mano; observando el límite de dos mil pasos, los máximos permitidos durante el día sábado. Pronto se desarrolló entre ellos una disputa.
Cuando Rabbi Meir se quedó parado e inmóvil porque había agotado los dos mil
pasos, Eliécer siguió caminando y Rabbi Meir le llamó desde detrás : ¡Vuelve a
tu pueblo!
Pero Eliécer continuó replicándole con un juego irónico de palabras”
Franz Kafka anota este episodio
el 28 de octubre de 1910 en su diario.