“Propóngame usted otra política y la discutiré con Ud.
francamente y sin prejuicios; pero operar pasivamente sin plan ni concepto
solamente para que nos dejen en paz y esto en el centro de Europa…tal es imposible
de mantener; inclusive es peligroso, tal como lo fue en el año 1805. Y nos
tocará ser Yunque cuando no nos
decidimos a ser Martillo”
(Otto von Bismarck, Reflexiones y Memorias tomo 1 1890)
Schlagen Sie mir
eine andre Politik vor, und
ich will sie ehrlich
und vorurteilsfrei mit Ihnen discutiren; aber eine passive Planlosigkeit, die
froh ist, wenn sie in Ruhe gelassen wird, können wir in der Mitte von Europa
nicht durchführen; sie kann uns heut ebenso gefährlich werden, wie sie 1805
war, und wir werden Ambos, wenn wir
nichts thun, um Hammer zu werden.
Otto von Bismarck, Gedanken und
Erinnerungen Bd 1 1890
La situación actual de Europa es dramática, se parece
a la de Prusia en la era del canciller Otto von Bismarck. La ubicación
geopolítica no ha variado con todos los años que han pasado, los terremotos sociales
que sacudieran las bases mismas del continente europeo.
Efectivamente, Bismarck murió, Prusia desapareció,
pero Alemania hereda junto con la geografía los problemas que hoy por hoy,
además, comparte toda Europa: ¿qué hacer cuando USA retira su apoyo porque perdió supremacía y la voluntad de sostener a
una Europa frágil y dividida?
NEU
DENKEN! ¡ Un Pensar Nuevo! Eso es
la cuestión y la metáfora de “Hammer und Ambos” requiere de una actual
interpretación.
“REALPOLITIK” es el nombre del legado reflexivo de
Otto von Bismarck; su Realismo en Política constituye una lección para todos,
independientemente de admirar o no su papel histórico.
Y ese realismo político así lo exige: Si no quieres ser Yunque, el único remedio
es hacerte Martillo. Nada tiene que ver esto con “Derecha o Izquierda”, se
trata de un quehacer político fundamental.
Europa y en especial Alemania poseen los elementos
esenciales para ser Martillo, para
evitar ser Yunque. De sobra estaría mencionar
todos los factores que elevan al viejo continente como grandes montañas sobre
la geografía del mundo. Para nada deben temer la globalización porque la
esencia de estos suelos es la globalización.
¿Qué falta entonces?
La voluntad, el plan, el concepto y digamos un nombre:
falta un Bismarck, pero distinto, porque el que se requiere hoy ha de ser demócrata,
reformador, práctico, liberal y pacífico; actualizando tal imagen ¿podrá ser
una mujer la que coordine las funciones y labores complejas que conlleva el
nuevo contexto, siendo tan prusiana como el primer canciller de hierro?
friedrichmanfredpeter
noviembre 2016
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