¿Vencerán
los asustados
los entusiasmados
los que pretenden
el relevo?
Las victorias electorales siempre son
precedidas por victorias culturales, eso nos enseñó el italiano Antonio
Gramsci. Un año antes de las elecciones presidenciales, la izquierda parece
estar en muy mala posición. Y esa derrota anunciada antes que nada es debida
a sus ideas que ya no orientan el debate político. Liberalismo económico,
conservatismo de la sociedad, la preocupación por la seguridad.... esos temas
propios de las derechas parecen imponerse, y eso a veces hasta la exageración
debido a la presión ejercida por la extrema derecha. La confrontación electoral
comenzará pronto, pero la batalla por los valores ya está bien enfocada< Le Monde
06.09.2016 [1]
--manifestación de populistas alemanes antieuropeos --
Un fantasma recorre a Europa de
sur a norte, de este a oeste, desde bares y tabernas salió lo que invade todo
espacio público, ocupando escenarios que hace poco fueron reservas de política
oficial, asociaciones y gremios competentes y selectos, es el POPULISMO DEMAGÓGICO. Surgido de miedos
indefinidos ha logrado asustar a
parlamentarios y gobiernos, su misionismo vociferante ha tomado las calles y se
pasó a los medios de publicación logrando constituir partidos de
"alternativa" donde se mezclan voces de izquierda y de derecha, se
multiplican y exhiben una sola "idea", cultivando el rechazo a
inovación y novedad, rechazo al inmigrante, rechazo al razonamiento sencillo,
al compromiso, ignorando paciencia y
tolerancia como virtudes de la labor pública. El hablar directo y mal educado
se ha hecho sinónimo de verdades auténticas. Los discursos, radiantes de
agresividad y manifestando odio al que no piensa igual. El populista asustado se toma a si mismo como
medida para todo; se ve rodeado de peligros y los aumenta en su fantasía a
catástrofes que se aproximan y de los
que él sabe cuidarse y pretende proteger a los demás. Es un
"patriota" al revés, no está en pro de un ideal, está en contra de
todo que le infunde miedo y pide que que el estado, sus representantes sean
otros, no aquellos que "nada hacen" para crear confianza y
"seguridad", esa palabra mágica le causa convulsiones sentimentales,
las pronuncia con tono tembloroso.
"¿Quién me protege, quén me
socorre, contra esa invasión de problemas que me causan terror?"
Pide lo imposible, que el mundo
sea otro y que "sus políticos" le liberen de responsabilidad y dolor,
y que todo sea distinto, pero sin cambiar la propia comodidad. En el fondo, su
filosofía carece de experiencias, no sabe ni se acuerda cómo fue antes, antes
de este tiempo cuando todo le parece malo y detestable, desde la corrupción al
lenguaje distante e incomprendido de los de arriba. El fantasma le sugiere que
es víctima de una conspiración, que el mundo sería distinto si no fuera
gobernado por "ellos" y que habría que buscar la alternativa
política, económica, social, personal.
"La Merkel" ¡culpable
de todo!
De crisis y de falta de
confianza se habla sin parar y sin precisar nada concreto temiendo a un enemigo
casi invisible, como a una nube negra que de lejos amenaza la linda flor.
Jardin florido rodeado de insectos voraces y de lluvias tenaces, esta
es la metáfora que describe a una Europa asustada, la imagen de los populistas.
El fantasma tiene muchos
nombres: "Podemos(España) y Frente Nacional(Francia), Brexit(Gran Bretaña),
Alternativa para Alemania (AFD) y Partido Liberal Austriaco(FPÖ); ya se ha
colado dentro de gobiernos constituidos por la vía democrática: los gobiernos
actuales de Polonia, Chequia y Hungría
están gobernados por el fantasma y la tendencia es crecer más y más en cada elección consigue nuevos
adeptos. El mayor peligro está en eso, adaptarse a los nuevos miedos, recetar
remedios contra una enfermedad
imaginaria.
¿Hasta dónde llegará eso?
Ahora no encuentro respuesta.
friedrichmanfredpeter septiembre 2016
[1] Les victoires électorales sont
toujours précédées de victoires culturelles, nous enseignait le philosophe
italien Antonio Gramsci. À moins d'un an de la présidentielle, la gauche semble
en bien mauvaise posture. Et si sa défaite annoncée était avant tout celle de ses
idées, qui n'irriguent plus le débat politique ? Le libéralisme
économique, le conservatisme sociétal, la tentation
sécuritaire... les thèmes de prédilection de la droite semblent avoir pris
le dessus, parfois jusque dans la surenchère, sous la pression de l'extrême
droite. L'empoignade électorale de 2017 s'apprête à commencer. Mais la bataille
des valeurs, elle, est déjà bien engagée.
Le Monde 06-09-2016
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