martes, 14 de junio de 2016

Bier tat not - Cerveza hizo falta

Pero…¿ a quien y para qué?
Hace exactamente 47 años, en el año 1969, fue enterrado el maestro Theodor Adorno en el cementerio de Frankfurt[1] bajo una  intensa lluvia primaveral.
Asistió aparentemente la plana mayor heredera de su mensaje crítico, entre profesores, amigos, estudiantes y simpatizantes.

Pero estuvo ausente un grupo importante de sus antiguos estudiantes: esa mayoría de los que después de mayo de 1968 se entregara al proyecto de la revolución e iniciara su propia descarga emocional con largos discursos, y con un entusiasmo sin límite, proclamando lo que a Alemania le hacía falta y lo que salvaría al resto del mundo. Para ellos Theodor Adorno ya estaba entre los olvidados; él hablaba y hablaba, hablaba, pero ellos actuarían, puño en alto, todo eso en un lugar seco y seguro. No se mojaron y gritaron: "¡Bajo el talar --un tufo secular!"


Sin embargo, ante la tumba abierta del maestro los demás fieles adornianos se dieron el gusto con largos discursos como lo exige el protocolo alemán, y todos los presentes se mojaron hasta los huesos. La manera de protegerse con paraguas contra el aguacero diluvial - nada raro en esta época del año - estuvo desterrada por ser burguesa y despreciable. La razón crítica tenía su precio.
¿Qué hacer, para prevenir  las gripas o pulmonías acechantes?

El editor Unseldt tal vez se acordó de la importancia de la cerveza que destaca un viejo proverbio alemán:
" Bier und Brot / Das tut not. Brot und Bier / Das rat ich dir."
Y el editor y les sirvió a sus clientes y colaboradores Pan y Cerveza, remedios puros y saludables, sobre todo cuando la cerveza se sirve hervida y con mantequilla. Así son los remedios caseros, no gustan.

Entre los que bebieron la hirviente cerveza estuvieron, por ejemplo, Horkheimer y Habermas ¿Qué habría hecho el mundo académico sin Habermas, quien mojado hasta los huesos tendrìa pulmonía en lugar de teoría? Ello de no haber aceptado el brebaje.



Múnich en el año 1516

La experiencia de la lluvia diluvial en el entierro de Adorno parece haber inspirado al artista que creó el monumento para recordar al maestro en Frankfurt. Se encuentra en un parque y bien guardado está de la lluvia:

La cerveza, según la ley vigente en Baviera desde el año 1516 debe ser fabricada según la  esencial y consuetudinaria fórmula alemana que se cumple desde su origen hasta el día de hoy:

„Wir wollen auch sonderlichen, das füran allenthalben in unnsern Steten, Märckten und auf dem Lannde, zu kainem Pier merer Stückh, dann allain Gersten, Hopffen unnd Wasser, genommen und gepraucht sollen werden.“
>Queremos en modo especial que de aquí en adelante en todas nuestras ciudades, mercados y en el campo, para fabricar cerveza se tome solamente cebada, lúpulo y agua, nada más<

Mesa de escritorio de Theodor Adorno del artista  Vadim Zakharov  - año 2003

Por lo menos, Adorno durante sus visitas nocturnas ( Hay quien jura haberlo visto) no se mojará, ni necesita cerveza. Además, le gustó el café.

"Hopfen und Malz,
Gott erhalt´s!"
   ¡DIOS PROTEJA AL LÚPULO Y A LA MALTA!
Amén-friedrichmanfredpeter   junio  2016
___________
[1] Cuenta el escritor Alexander Kluge (FAZ 30.06.2016) 

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