Wildgänse
Gansos salvajes migratorios
cruzan la noche
Los que hemos visto
el espectáculo natural bellamente logrado en la foto, nunca lo olvidamos:
La fogata del campamento ya estaba baja cuando
el grito sonó: “Wildgänse!” La luna estaba llena y la
magia de la noche invadió los corazones. Esta era una emoción fuerte para jóvenes en edad de
pubertad.
“¡Callen,
escuchen!” el grupo de jóvenes campistas agrupados bajo el nombre ND (Neu
Deutschland) escucharon el cante agudo de estos pájaros volando hacia el sur,
huyendo del invierno hacia clima
caliente. Era esa una noche clara de otoño y los gansos ya habían notado el
cambio de las temperaturas, las noches más largas, la brevedad de la luz
diurna. Un saber innato les ordenó volar.
Nos levantamos, nos pusimos firmes: “saludemos a los compañeros”
se dijo. Habíamos aprendido el Himno a la Noche de Beethoven en el Gymnasium.
Aun me suena el verso: “quiero volar con vosotros.” Eso es
lo que siento y quiero en ese momento de mis jóvenes años, los pájaros
migratorios serán mis maestros de por vida. Volaré, la emoción no me dejó
dormir bajo la lona de la carpa, comenzó a hacer frío. Cuando recién me
encuentro con esta imagen en el diario Fígaro, me invade la misma sensación de
aquella lejana noche.
Qué afortunados fuimos, hasta los gansos migrantes nos saludaron y en
mi caso esa noche diseñaron un camino para mi vida.
“Wildgänse
rauschen durch die Nacht” – gansos salvajes volando cruzan la noche.
¡Buen viaje hermanos, hacia la luz!
Estamos en otoño, en el mes de octubre… largo fue el verano para el
poeta Rilke. Para los gansos migratorios, sin embargo, el verano no tiene fin.
¿Y para mi?
friedrichmanfredpeter ocrubre
2016
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