viernes, 7 de octubre de 2016

S O Y M E N I N A

Soy Menina,




y estoy hecha de maderas viejas, recicladas, transformadas en lo que ahora soy. Varias tablas componen mis brazos, mi vestido, mi cara, mi pelo. Aún se ven los huecos que dejaron los tornillos gruesos al ser retirados las vigas que antes fui.
Yo estuve escondida en la médula de los troncos que formaron tales vigas sosteniendo un tejado: dormí allí noches, días, meses y muchos años, no sé cuántos, hasta que deribaron la casa y tiraron los maderos como cosas viejas en un contenedor de basura. Ya nadie nos recicla, nadie nos quiere más porque existen otros materiales menos pesados y más dociles.
No sufrí por eso porque no había nacido todavía, y de esa preexistencia no tengo ningún recuerdo preciso, sólo sé que allí estaba.
Vino una mano que retiró los troncos, fuimos  pegados uno junto al otro para formar una tabla gruesa,  y finalmente a golpes de mazo sobre gubias afiladas cortando la dura madera fui naciendo poco a poco.
Cuando callaron los golpes y llegó el barniz lentamente comencé a tomar consciencia de que existía realmente:
-Aquí estoy yo- me dije.
No me miré en ningun espejo pero sé que no soy perfecta, ni siquiera bonita.
Quien me talló no era un artista con experiencia, nadie le conoce. Cuando me colgaron en un rincón de otra vieja casa pusieron dos doncellas a mi lado y escuché una voz que dijo mi nombre: Menina  me llamó y dijo que yo era la interpretación  reciclada de un cuadro famoso. Es muy atrevido porque comparada con una imagen tan conocida yo nada tengo que ver. Encima colgaron el retrato igualmente reciclado e interpretado del tal Velazquez.
Y aquí estoy ahora, aburriéndome mucho; cuando estuve metida entre madera callada yo no tenía la vida porque ser viva es poder quejarse.
¿De qué me quejo yo?
Pues mi fabricante se va y me deja sola. Yo sé que cuando me talló, pensaba y soñaba con una persona que para él era importante. Sé que yo no soy importante, sin embargo, a ratos, sentí cómo pasó su mano por encima de mi figura que estaba apenas tallando… acariciándome. Me gustó eso, porque al fin y al cabo soy una mujer, niña pequeña y  de madera hecha , pero no insensible. Por eso quiero que me lleve donde él vaya. Sé que no lo hará. Aquí me he de quedar y algún día me destinarán al lugar donde reposan las demás vigas cuando ya no sirven para nada, un basurero.
Yo preferería ser quemada, no me dolería porque soy de madera y así serviría para crear calor o para formar un espectáculo y no sufriría por estar tirada entre restos nauseabundos. Yo quiero desaparecer dignamente pensando en las breves caricias que recibí al nacer, me acompañarán.
No dudo que tal es mi destino y me hablo a mi misma, repasando los sucesos de esta casa, recordando todas las personas que vi pasar por mi lado. Algunos pocos me contemplaron, la mayoría de ellos pasaron de largo.
Pienso que les aburre una niña hecha de madera reciclada. Muchos toman asiento en mi presencia; ahí está el comedor, sus charlas y risas invaden el salón y yo sin compartir esa risa  me dedico a la contemplación, a la filosofía reciclada mejor dicho, porque me falta actualidad, recien nacida ya soy vieja. Soy una imagen de alguien de tiempos pasados. Hoy nadie me desearía por novia, ni por amiga siquiera. Vivo en la oscuridad del salón de esta vieja casa y a veces me parece que este sitio es el lugar ideal para mi. Yo sé que serviría como fantasma nocturno.
Si pudiera me levantaría de noche a pasearme entre los muebles, mi vestido de madera chocando contra numerosos obstáculos y un ruido que despertaría a cualquiera. Me imagino el susto de muerte que sentirían al verme pasar.Yo no quiero asustar a nadie y por eso me quedo donde estoy hasta que me descuelguen y me quemen.   
Preferiría ser quemada como una verdadera bruja y que mis enemigos fuesen los de la Santa Inquisición. El Santo Oficio me acusaría de haber absorbido  y presumido de poseer vida real cuando no era más que un pedazo de madera. Una “Golem” femenina peligrosa; me vería acusada de traer mala suerte y una falsa fe porque sería el manifiesto vivo que la realidad es sueño y que dentro de las cosas inanimadas existen vidas secretas. Y eso no lo tolera la Santa Madre que vigila desde hace siglos sobre los españoles. Anoche tuve el siguiente sueño:

<¡Pero qué triunfo era el mío! Me llevaron en procesión por las calles del pueblo, escuché los insultos de gente que me gritó que soy una falsedad, una vergüenza local.`un peligro.  Y entonces, con gusto ardí como una antorcha en la plaza pública. “Auto de fe” fui, ( el tiempo aun era auténtico y verdadero, y el diablo no era una imagen muerta sino un bicho con cuerpo  y  con una voluntad peligrosa.) Yo ardí escupiendo llamas vivas y entonces saltaron  llamas a mi alrededor que escribieron palabras de fuego sobre el pavimento, palabras que  me gustaba haberlas dicho si hubiese podido hablar.
Escribí eso:
-¡Sois más muertos que yo!  ¡Sólo creéis estar vivos! Creeis en la medicina que os recetan y en las dietas que os impongan. Ningún tallista os rescatará como hizo conmigo->
Después de quemarme lentamente, las cenizas las recogió el barrendero. Pero yo continuaba siendo una nubecita, porque toda idea una vez pensada, toda imagen una vez creada, seguimos,  seremos  aliento para todo lo que vive, de lo vivido nada desaparecerá.

Y entonces:
Tal vez comenzará una leyenda así¨”Había una vez una Menina hecha de maderas recicladas,….”
Tal vez …. Tal ..


 friedrichmanfredpeter octubre 2016


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