viernes, 23 de diciembre de 2016

IT´S CULTURE!

Comenta Andreas Reckwitz[i], profesor en la Europa – Universität Viadrina de Frankfurt (Oder) que no podemos comprender la actualidad, llamada “modernidad tardía”sin tener en cuenta la posición predominante de “Kultur”. Los economistas y los tecnicistas se equivocan cuando afirman que la sociedad globalizada es el producto de las revoluciones tecnológicas y de la división económica del proceso de producción. No se trata solamente de eso. No se logra el entendimiento acerca del momento actual solamente así, desde tales sencillos precedentes. It´s culture, stupid!  Como bien reza un decir norteamericano; de “cultura” se trata, de la esfera de valores, de identidades y emociones, de discursos irracionales. Lo que la sociedad industrial moderna consideró lejano por ser de ayer y ser pasado igual que todo lo premoderno en general.
En conclusión Reckwitz aclara que no son la economía ni la tecnología los que definen los conflictos modernos: It´s culture, stupid!   .


En “Reflexiones de un hombre apolíticio” Thomas Mann definió la Guerra de 1914 – 1918 como un conflicto entre “culturas”, la de Occidente por un lado y la de Europa central y oriental, principalmente alemana por el otro. El nacionalismo fundamentado en proclamas de autodeterminación de las distintas étnias desorganizó el mapa europeo  terminando con naciones  históricas , mientras se creaban otras y se intentaba cimentar una precaria paz de posguerra que termina con el inicio de la Segunda Guerra,  continuación de la primera, hasta la hecatombe total.
 Hoy por hoy ya no se trata de rectificar fronteras en sintonía con reclamos nacionalistas. Hoy no se define más ´CULTURA¨ como la definió Mann.  Casos como los de Escocia, Cataluña, Pais Vasco etc etc son  historias marginales porque aquella Historia no se repetirá.

El conflicto entre culturas que observamos hoy está marcado por la existencia de una cultura de tipo universal, abierta al mundo, globalizada… puede llamarse  porque selecciona al gusto elementos de diferente origen como la lengua inglesa para comunicar, yoga y prácticas asitáticas para sentirse bien, cine francés o series americanas para distraerse, comida japonesa y hot dogs o hamburguesas para alimentación, la playa como lugar preferido de turismo sin fronteras, y …más, la lista crece.

Los portadores de este modo de vivir son las clases medias  sin fronteras que son internacionales, habitan en todos los continentes. Por la vía Internet se comunican fácilmente, su radio de orientación es el mundo entero. Una billetera más o menos abultada, le permite a estos ¨ciudadanos del mundo¨una existencia de relativa autonomía que definen como libertad que entregan a los aeropuertos del mundo con gusto. A la vuelta de un viaje a su lugar habitual ya tienen planificado el próximo.
¡Escápate! es su lema preferido. Presumen de no tener prejuicios y de  estar abiertos a cambios. En vez de verdad creen en la existencia de verdades, su credo político es pragmático y alterable. Muchos entre ellos son sibaritas convencidos y profesionales exitosos.

A tal cultura sabemos, observando las problemáticas actuales, que le ha nacido una poderosa opción contraria, casi opuesta. una cultura de esencia, manifiesta  en elementos esenciales variados pero todos coincidentes en un solo relieve:  buscar la identificación local, étnica, religiosa. Su esencia es excluir lo foráneo, manifestar un credo emocional contra el razonar crítico y universal. Es esta una cultura para creyentes y no para razonantes, y va  en busca de confrontación constituyéndose en su enemiga la vida globalizada. De esa tendencia han nacido ideologías modernas,  islamismo y populismo, sobre todo,  que invaden la actualidad: ambos discursos tienen origen histórico, su confrontación no es nueva, pero su actualidad radica en una nueva sacralización de elementos caducados, tanto religiosos como políticos y sociales. Ellos creen en un mundo saturado e inmóvil. Sin embargo … en sus hábitos personales son modernos, la gran mayoría es fanática de la tecnología. Eso los hace enemigos peligrosos.

La rivalidad de las dos culturas  también produce numerosos conversos y reconvertidos. El diálogo intercultural sin embargo es una misión imposible; lo apreciamos diariamente a través de sucesos que alcanzan dimensión de catástrofes (terrorismo) ; y eso va durar mucho tiempo. Continuará la barbarie reciclada y cambiará las vidas de la generación presente y tal vez de futuras generaciones también. La experiencia de conflictos pasados advierte que no serán menos de 50 o 80 años.

Y YO, ¿con cuál de las dos opciones me solidarizo?
Con ninguna, el humanismo práctico, esencia de la evolución histórica de los siglos pasados parece ser la opción más hipotética. Construir la convivencia sobre principios de mutuo respeto y mantener las ideas en la reserva privada será siempre la vía de una pequeña minoría de personas de  la que participo, considerados traidores o falsos por unos y por otros.

Tal vez seré hermano de este Juan que recluido en esta isla griega observaba cómo se abrió el cielo bañado en los colores del arcoíris, pero  se le presentó ninguna mirada al cielo, sino a la profundidad de errores y falsedades, perversiones:  Apocalipsis lo llamaba.
¿Será esa la opción final?

friedrichmpeter  diciembre  2016
edición  anavictoriaoeding





[i] ANDREAS RECKWITZ
ist Professor für Kultursoziologie an der Europa-Universität Viadrina Frankfurt (Oder)
“Die Zeit”  15 – 12 - 16
Es trifft tatsächlich ins Schwarze, dass wir unsere spätmoderne Gegenwart nicht begreifen können ohne den überragenden Stellenwert, den "Kultur" in ihr einnimmt. Die Ökonomisten und Technizisten lagen falsch: Allein als Produkt technologischer Revolutionen und wirtschaftlicher Arbeitsteilung lässt sich die globale Gesellschaft nicht begreifen. It’s culture, stupid! Kultur, die Sphäre der Werte und Narrationen, der Identitäten und Emotionen – all das glaubte die Industriegesellschaft ins Gestern der Vormoderne abschieben zu können. Nun, in der Spätmoderne, hat es sich mehr und mehr ins gesellschaftliche Zentrum geschoben.

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