“Tenemos
una república que no sigue las leyes de otras sino que da leyes y ejemplo a
otras, y nuestro gobierno se llama democracia, porque somos muchos y no pocos
que administran la república.
Nosotros
gobernamos libremente; y asimismo en los tratos y negocios que tenemos
diariamente con nuestros vecinos. Comunicamos unos a otros nuestros bienes
particulares y al bien común no infringimos, no por temor al juez sino por
obedecer a las leyes.
No
necesitamos encarecer nuestros hechos con elogios, pues, sabido es que, por
nuestro esfuerzo y osadía, hemos hecho que toda la mar se puede navegar y
recorrer toda la tierra.
Por
tal ciudad, los difuntos cuyos exequias hoy celebramos han muerto peleando. La
grandeza de nuestra ciudad se debe a la virtud y esfuerzos de los que por ella
han muerto. Estos varones os ponemos delante de los ojos, dignos de ser
imitados, para que conociendo que la libertad es felicidad y la felicidad es
libertad, no temáis los trabajos y peligros de la guerra.”
¿Quién ha pronunciado este discurso?