El histerismo colectivo
¡Adiós a las ‘Luces’!
Manifestación nocturna neonazi en una ciudad alemana contra un centro de acogida de refugiados.
Creo que hemos sido demasiado optimistas confiando en las mil sonrisas que provoca el sol primaveral, dando por hecho que su fuerza elemental tiene cómo iluminar e ilustrar todas las vidas.
Fue mi profesión ejercida en la docencia la de dar voz y cara a este bien y yo creía que la clara luz del día y la reflexión acompañaría los tiempos modernos porque soy uno de los discípulos de aquel ‘Siècle des Lumières - ‘Siglo de Luces’.
Liberados de nazis y de otros fascistas, esta luz definitivamente abriría nuevamente un camino a la democracia, a la justicia y a la libertad e igualdad de los hombres. Jacobino he sido y alma jacobina aún tengo –lo confieso- creyendo que el humanismo no necesitaría argumentos para su defensa después de pasado ese medio siglo XX de crueldades infinitas. Esa experiencia histórica resolvería todo lo que antes era inimaginable. Tal optimismo me hizo creer en la superación definitiva de todas las fronteras en Europa; las fronteras y los credos, origen de tantos conflictos y guerras. Siempre pensé más allá de Europa, en un mundo justo y equilibrado. Los insultos antisemitas y xenófobos me parecían desterrados del lenguaje común de la gente, con más razón en Alemania.
¡Me equivoqué!