El Malhechor (-Der Bösewicht- -Villain-)
“Me ha discriminado la naturaleza, desfigurado nací antes del tiempo, imperfecto desde mi origen, cojeando y mal hecho; tanto que los perros me ladran cuando paso. Por eso los tiempos de la paz no me producen satisfacción: ¿Con qué voy a distraerme? ¿Contemplar mi sombra fea bajo la luz del sol, lamentar mi fealdad impresentable? Ya que no puedo pasar mis días como enamorado, he decidido ser un malhechor desalmado.”
El drama escrito por William Shakespeare en 1591/92 sobre el Rey Ricardo III fascina a todo tiempo histórico ( The Life and Death of King Richard III); resumen desde el texto original d e una parte del monólogo inicial (ver abajo).
Es interesante esa obra literaria sobre Ricardo III personaje histórico (1452 - 1485) quien muriera derrotado en los ‘Campos de Bosworth’. Con su muerte terminó el reinado de los ‘Plantagenet’, quienes serían reemplazados por los ‘Tudor’, finalizando así la guerra civil ‘De las Rosas’.
A su muerte sucedieron “cosas raras” – de las que suelen pasar con frecuencia en Inglaterra: ‘Voces fúnebres’ se escucharon por la noche desde un “parqueadero” central en la ciudad de Leicester. “¡Mi Reino por un caballo!” … Así exclamaban de la nada según el testimonio de varios en la época reciente. Efectivamente, en el drama de Shakespeare estas fueron palabras del rey antes de morir sacrificado sobre el campo de batalla.
¡Mala suerte! Siglos atrás no había caballos disponibles, tampoco en actualidad los hay sobre el parqueadero de carros, buses y demás transportes.
¿Queda anulado el punto?
¡Nooo, los ingleses son sensibles a las voces históricas!
Bien, como el que busca encuentra y unos arqueólogos afirmaron haber encontrado los restos mortales del difunto rey debajo del pavimento de este parqueadero; esos monárquicos restos pidieron ser enterrados con los honores que corresponden a un rey difunto. Y así se hizo. El pueblo desfilando ante el ataúd del muerto, en la catedral de Leicester, toda Inglaterra en luto oficial y el parqueadero tranquilo como actualmente afirman los testigos que habían escuchado las voces nocturnas.
¿Entonces, fin de historia?
¡Noo! queda escuchar el discurso de los filósofos, históricos y preocupados por el bien de la gente. Porque la gente debe cuidarse de figuras como Ricardo III, desalmado malhechor, despreciando la moral y las buenas costumbres. Además, un REY, decidido a ser ‘VILLAIN’ – Boesewicht – Malhechor. En este concierto de las tres palabras se destaca lo que es esencia de un alma dedicada a la villanía y a actividades despreciables contra la moral pública,
Esa Majestad deformada y maléfica, Ricardo declara lo que busca:‘delight to pass away thetime’– pasatiempo real, remedio contra el aburrimiento a de un hombre que no quiere contemplar su deformidad y -sabiendo que es incapaz de amar- sobrellevará los días perdidos con la actividad de villano.
¿Es eso imagen de realidad o es literatura?
El historiador Jacob Burckhardt nos relata vidas paralelas a esa de Ricardo: nos cuenta la consigna del ‘condottiere’ italiano renacentista; figuras como ‘El Malatesta’ poblaron el panorama político en Italia durante los siglos XIV y XV. Grandes y soberbios ‘delincuentes’ sirvieron a ciudades, baronías y al mismo Vaticano. Eran malhechores, villanos grandes bajo la nube del poder que los cubría. Su autonomía les aportaba lo que a través de la ley jamás podrían haber obtenido. ‘Boesewicht’ -hombre reprobable y despreciable en alemán- , es a la vez un hombre poderoso sin ley, está presente en todas las revoluciones y tiene asegurado la máxima audiencia en los medios modernos. Desde ‘El Padrino’ hasta ‘Pablo Escobar’ sólo hay un pequeño paso. El público admira el ‘Outlaw’, su caída es esperada como en las tragedias griegas y hay quienes le lloran.
Sin embargo, hay que ser El Rey, para lograr a ser enterrado en una catedral con todos los honores ceremoniosos del estado monárquico. Parece que ser villano no es el problema, el problema es pasar inadvertido; es el drama que todos nosotros vivimos.
¡Atención lectores colombianos!: No pretendo adelantar con este escrito el juicio moral sobre la labor ejemplar del expresidente de la República Álvaro Uribe.
Redacción: friedrichmanfredpeter julio 2018
Edición: anavictoria
“Deformed, unfinish'd, sent before my time
Into this breathing world, scarce half made up,
And that so lamely and unfashionable
That dogs bark at me as I halt by them;
Why, I, in this weak piping time of peace,
Have no delight to pass away the time,
Unless to spy my shadow in the sun
And descant on mine own deformity:
And therefore, since I cannot prove a lover,
To entertain these fair well-spoken days,
I am determined to prove a villain.”
And that so lamely and unfashionable
That dogs bark at me as I halt by them;
Why, I, in this weak piping time of peace,
Have no delight to pass away the time,
Unless to spy my shadow in the sun
And descant on mine own deformity:
And therefore, since I cannot prove a lover,
To entertain these fair well-spoken days,
I am determined to prove a villain.”
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