domingo, 19 de enero de 2020

Y se apagaron las luces



Cuenta Amin Maalouf en “Las Cruzadas Vistas por los Árabes”[i], después de analizar numerosas fuentes históricas:
“Los ‘Frany’ consiguieron crear, una vez llegados a Oriente, verdaderos Estados.”(‘Frany’ o ‘francos’ fueron llamados los cruzados europeos por los árabes).
Trae como ejemplo:“Al salir de Tibnin (actualmente en el Líbano), hemos cruzado una ininterrumpida serie de casas de labor y de aldeas con tierras eficazmente explotadas. Sus habitantes son todos ellos musulmanes, pero viven con bienestar entre los frany. (…) La duda penetra en el corazón de gran número de estos hombres cuando comparan su suerte con la de sus hermanos que viven en territorio musulmán. Estos últimos padecen la injusticia de sus correligionarios mientras que los frany actúan con equidad.”
(Ibn Yubair, en la mitad del siglo XII)




Entre sus conclusiones, a partir de ese documento y de numerosos más, Amin Malouf deja claro que mientras los ‘Frany’ europeos aprendían de los árabes, estos se negaron a toda retro asimilación; mientras los Frany aprendíeron árabe, estos últimos rechazaron toda aproximación verbal. Con un sentido soberbio de superioridad repeliendo a estos intrusos.
Apenas doscientos años después habrán tomado por las armas a Constantinopla y los ejércitos turco – árabes sitiarán la ciudad de Viena, lanzándose a la conquista de Europa.
Mientras los europeos copiarán de los árabes todo lo que encontraron útil, estos últimos se aislaron en el Islam, abandonando la ciencia -su propia ciencia- a favor de la fe para transformarse en combatientes ideológicos. Y según Malouf, en el siglo XX esto no ha cambiado esencialmente: La luz se apagó.

La lengua da testimonio de la asimilación por parte de Europa, la lista de palabras árabes es interminable:
“cenit, nadir, acimut, álgebra, algoritmo o sencillamente ‘cifra’.”
Los Frany también repitieron los procedimientos que los árabes utilizaban para fabricar papel, cuero y tejidos, destilar ‘alcohol’ o el ‘azúcar’, otras dos palabras más tomadas del árabe.
Los albaricoques, berenjenas, escaloñas, naranjas y sandías proceden de menú árabe. Larga es la lista de estas apropiaciones de saberes que dieron origen a avances y progreso occidentales.
¿Y qué copiaron los árabes de los invasores cruzados europeos?
“Nada”, afirma Malouf. 
Apenas doscientos años después del comienzo triunfante, comenzó el imparable descenso. Los que fueron importantes fertilizantes de la cultura cristiana occidental se redujeron a ser lo que durante miles de años habían sido: ‘beduinos’ mentales, islamistas yihadistas intolerantes. Sus dirigentes fueron cada vez más turcos, curdos, iraníes, mogoles que en gran medida ni siquiera entenderían bien el árabe. Se estableció la ley eterna del combate entre las diferentes fracciones. Un hábito militar nunca cancelado. (Herder ratificó que la lengua árabe tiene seiscientas palabras para nombrar ‘la espada’)

Pienso que esa mirada del autor árabe islámico nos ayudaría a nosotros, habitantes del siglo 21 a entender sucesos que infunden miedo y que resultan desconcertantes. 
Apagar las luces del saber para inflamar las mentes con el creer no lleva a más que a crear horror y desastres. El islamista actual ve en cada europeo un frany, representante de cruzados que hay que repeler. Esa confesión de minusvalidez sólo la compensa con violencia radical. Toda moderación le parece un acto de traición.

¿Solución? – Sólo puedo pronunciar un deseo, y este es estimular el islam moderado. Existen numerosas células en países europeos como en Francia y en Alemania. La labor principal debe provenir de los mismos creyentes islámicos.
Es preocupante la tendencia en sectores de la derecha europea de renovar el espíritu de cruzada como respuesta a peligros reales o imaginados.
Yo soy un simple observador, vivo lejos de esos escenarios inflamados. Que nos asista la razón para encontrar soluciones de convivencia.

friedrichmanfred y anavictoria   enero 2020







[i]Amin Maalouf, Las cruzadas vistas por los árabes, Historia Alianza Editorial, 1997. 

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