…queda difícil cuando nos rodean las mil pequeñeces, la insuficiente disposición de actuar en grande. ¿Es nuestra especie tan valiosa e importante como para existir tantos años más de los que ya lleva existiendo? O ¿somos un proyecto que pronto ha de caducar? ¿Está ya impresa la etiqueta de caducidad en el pastillero que diariamente consumimos como un segundo alimento?
El filósofo y biólogo Adolf Portmann expone que “la imagen del hombre debeestar fijada bajo el signo de la libertad”y rechaza toda limitación y estrecha congelación en el nombre bajo cualquier dogma.[i]
Dogmáticas son las proyecciones derivadas de la ‘Naturaleza’ del hombre. Tal como son proclamadas por el racismo, por las doctrinas sexistas, el biologismo en general.
Aparentar esa naturalidad es falso. Lo Humano no ha de ser definido por su naturaleza animal, lo humano reside en la libertad de elección. Libertad significa poder tomar decisiones. Libertad también implica tener que aceptar la responsabilidad de las elecciones tomadas. La guerra y la paz no son leyes naturales sino resultan de decisiones tomadas. Los crímenes todos tienen autores responsables. No hay ninguna ‘naturaleza’ justificante detrás.
De la misma manera Dogmáticasresultan a la larga las convenciones que surgieron en el curso de la historia. La etnología ha revelada la multiplicidad de formas familiares; su origen es debido a la elección que las sociedad humanas han estado dispuestas a realizar.
Hablar de “leyes objetivas” en ese contexto del fenómeno de lo Humano es ignorar el saber que investiga y comunica la antropología.
¡Cuántos ‘dioses’ han aparecido en este panóptico de la historia humana!
Todos han infundido temor y han recibido veneración. Aparecían y han desaparecido. El hombre los creó y los olvidó para formular nuevas creencias.
El ser humano es un ser complejo y aceptar esa visión ya sería un avance en la confrontación con los retos de tiempos modernos. Nos invaden diariamente a través del noticiero los consejos cargados de dogmática simpleza. Ningún tema se escapa a ello. El recetario está listo y previsto está el permanente ‘sabelomejor o sabelotodo’. Hay que rescatar la sabia cultura de la moderación y la intención de ser objetivos, racionales. Y – a pesar de todo – hay que pensar en grande del hombre cuyo futuro radica en esa libertad. O ¿querrá volver a ser el mico que antes fue?
friedrichmanfred y anavictoria enero 2020
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