¿Quiénes son estos ‘ANTI’ preocupantes?
Siempre que me asomo al computer para ver y leer noticias me encuentro con el prefijo ‘ANTI’; por ejemplo, endosado en los anuncios de la publicidad: todos los productos suelen ser ‘anti’, proclamados en contra de cualquier dolencia o defecto: contra la gordura, contra el dolor, contra la fealdad, contra el envejecimiento., contra el aburrimiento, etc… etc. Son ‘anti – productos’.
En el nombre de ‘ANTI’se han instalado toda clase de productos ‘light’. ‘ANTI’no solamente ha abierto la guerra contra el tabaco, el alcohol y el café, acaba de iniciar un frente contra ‘el azúcar’ declarado veneno universal; contra las cremas de leche y todo lo que no es “saludable”.
Vivir ‘anti’ es más que un hábito recomendable, es ley de vida sana y larga. Al final del camino se halla la consigna sagrada: “Deber cumplido - ¡Muere sana y tranquilo/a!”
¿Ha logrado‘ANTI’ dominar nuestra constitución mental? Pregunto.
Porque al parecer, hay que estar en contra de algo para ser tomado en serio. Se constituye en un estilo, una manera de ver, de ser, de presentarse.
¿Tal vez sea el ‘ANTI’el verdadero ‘espíritu de nuestro tiempo’? Porque es en el ‘ANTI’donde se ubican los valores que los electores aceptan y eligen. Efectivamente, al electorado no suele motivarlo el sufragar a favor de un programa diseñado, claro que no. Es más común hoy por hoy votar en contra de una idea, o un cliché manifiesto …o contra una persona. (El ejemplo reciente y extremadamente diciente lo brinda Inglaterra, que votó en contra de Europa en unidad y … ¡ganó!)
Quien es un ‘anti’, manifiesta credibilidad y carácter. Lo entienden los ‘populistas’ como Trump y Johnson; sin embargo, las causas y orígenes de la modaANTIpodrían ser múltiples, es la totalidad lo que pueda irritar una mente ‘anti’.
Este ser ‘anti’diseña una mente fácilmente irritable. Cualquier cosa le puede causar indignación y producirle la explosión iracunda que diariamente presenciamos en cualquier sitio web y/o lugar real de este panorama rediseñado con la ayuda de redes y de la comunicación ciber - electrónica.
En el idioma alemán nació una nueva palabra: “der Wutbürger” – el ciudadano enfadado/indignado.
Debería ser llamada la palabra del año por la Academia de la Lengua Alemana. No se trata del derecho de enfadarse cuando alguna cosa no nos gusta.
Es algo que va más allá: este derecho se ha transformado en una obligación. Claramente, quien nose enfada no es un ciudadano de verdad o auténtico. Hay que estar ‘enfadado’ para que te tomen en serio. Y la prensa acude y suele aplaudir; también la política – si tuviera cabeza – la inclinaría ante el cuarto poder que es ‘la opinión pública’ y todos los líderes prometen mejoría o cambios cuando los ‘anti’gritan en las calles.
No hay nada más inconstante que el enfado porque en la antesala del enfado palpitó antes la admiración. Por ejemplo: Durante muchos años personajes como Lula y Evo Morales quienes probablemente acabarán en la cárcel fueron los políticos más admirados en Latinoamérica. Probablemente violaron leyes y a sus admiradores no les importaba. Pero el ciudadano enfadado no conoce el perdón y su anterior admiración sin límite es fácilmente archivado o abandonado.
‘Vox populi’ decían despectivamente unos autores romanos, cambiante como el tiempo, la opinión pública.
El‘ANTI’reposa sobre la emoción, ahí está ubicada la verdad – eso creen ‘Los ANTI’–. Quien manifiesta su rabieta suele ser tomado en serio, sus proyectos no filtrados por razones, reclaman autenticidad, veracidad y, sobre todo, producen seguidores. Y los gana – por lo que podemos ver -
Por nuestra parte, somos ‘Anti – Anti’. Una consigna muy difícil de cumplir.
friedrichmanfred y anavictoria diciembre 2019
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