“The problem in Italy, then, is to found a state in a corrupt society, and Machiavelli was convinced that, in such circumstances, no effective government was possible except absolute monarchy. This explains why he was at once an enthusiastic admirer of the Roman Republic and an advocate of despotism. (… )
When the necessary virtues have decayed, there is no possibility either of restoring them or of carrying on orderly government without them, except by despotic power.
(…) “Men always commit the error of not knowing when to limit their hopes.”
(George H. Sabine, A History of Political Theory, New York 1961, p. 343)
Niccolò Machiavelli 1489 - 1527
“¿Cómo fundamentar el estado sobre una sociedad corrupta?”—
pregunta Maquiavelo y responde:
“Los hombres siempre cometen el error de no saber cuando deben limitar sus deseos.”----
Es esa la imagen de sociedades que fundan sus principios sobre el egoísmo de los individuos; son corruptas desde la raíz de su existencia. Sólo en forma excepcional, esporádica, instalando la rivalidad entre los actores políticos son capaces de crear un poco de equilibrio moral. Eso sucedió igual en la República de Roma que en regiones reservadas de Europa Central en el siglo 16 tiempos de Maquiavelo. Para Maquiavelo sólo un poder absoluto sería capaz de controlar el egoísmo manifiesto de la gente.
¿Tiene aún alguna vigencia la visión maquiavélica?
Las crisis de las naciones europeas actualmente indican en apariencia que la voz de Maquiavelo aún posee valor; una ola triunfante de ‘populismo’ invade Europa. Muchos de los límites seguidos por la tradición y las leyes vigentes son abandonadas o desobedecidas.
El fanatismo y el odio irrumpen en el diálogo democrático. Abiertamente se proclama el irrespeto de los derechos humanos y se promueven soluciones ideologizadas por la renovación de fascismos que creíamos vencidos.
El ‘poder absoluto’ de un monarca que proclamara Maquiavelo es una opción imposible en nuestros días. Queda como única acción la contraofensiva y portadores de ella han de ser los demócratas de todo color que forme un frente único contra una ultra – derecha radicalizada que quiere elevar los egoísmos y su estrechez mental como fundamento de nuestra sociedad posmoderna; tal sucede tanto en Italia como en las demás naciones europeas.
¡No es verdad que ‘la calle’ sea la auténtica opción democrática!
¡No es verdad que los temores y deseos expresados por multitudes tengan una mayor credibilidad y que valgan más que las leyes vigentes!
¡No es verdad que un pueblo, por más sano, inocente, puro que sea o parezca sepa más que un gobierno elegido democráticamente!
¡No es verdad que la corrupción sólo resida en el poder estatal, mientras “el pueblo” idealizado se considere limpia de toda responsabilidad!
En cambio ¡Sí es verdad que ‘la corrupción’ es un problema social y general antes que político!
Y también es verdad que debemos desconfiar, pero no solamente de los que gobiernan sino también de los que desobedecen o se rebelan.
Porque es verdad que tras la mitificación de ‘El Pueblo’ residen tanto el egoísmo y la corrupción, sus deseos irreprimibles.
¿Cómo fundar / manejar / controlar el ‘Estado’ en una ‘corrupt society’ como dice el texto citado?
¿Cómo distribuir, controlar y manejar el poder público en una ‘Narcocracia’?
Preguntas que nos hacemos anavictoria y yo ante los incidentes actuales en Colombia.
friedrichmanfred y anavictoria diciembre 2019
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