“A time to dance – A time to die.”Esto escribe el historiador John Waller en un estudio sobre la “locura de los bailes”, un fenómeno social hasta ahora inexplicable. Comenzó en el año 1518 en la ciudad de Estrasburgo y se extendió por toda la zona geográfica de Rin y Mosela. Durante casi doscientos años se repitió la misma escena: Personas – hasta ese día ‘normales’ – se daban a bailar en la vía pública y no paraban hasta la completa extenuación; fueron frecuentes las muertes por el exceso de movimiento. Al comienzo eran pocos, pero se multiplicaron por contagio y una histeria colectiva invadió las ciudades. La vida ‘normal’ se paralizó. Nadie trabajaba. Toda actividad se detuvo. Una extraña ‘plaga’ se había apoderado de las mentes que no podían resistirse a la tentación de echarse a las calles bailando cual enloquecidos o drogados. Las vías públicas se transformaban en un aquelarre. Demonios y santos se cruzaban en la danza.
Un tiempo para bailar cubrió completamente el tiempo que era para morir. El miedo a morir, la presencia de la Muerte… todo eso lo cubrió el ansia de danzar con frenesí.
Porque efectivamente, se registra que una extraña plaga se llevaba las vidas por montones en aquel momento inicial del S 16. Ningún remedio curaba, los ricos y los pobres morían por igual.
Del subconsciente colectivo brotó irresistible el deseo de bailar como un acto de rebelión desesperada. Los médicos de aquella época se declaraban incompetentes, los santos no respondieron a ninguna oración. Existió la convicción que el mismo San Vito en vez de curar mandaba el mal. La locura del baile no era un remedio, se trató de un manifiesto de pesimismo colectivo.
Me parece importante recordar ese ejemplo en el tiempo de Corona – Virus. Naturalmente hoy todo parece ser diferente. A la pandemia se enfrenta todo un sistema sofisticado de saber e investigación médica.
Pero la persona en su soledad, en el aislamiento social impuesto, es tan frágil como aquellos antepasados que tomaran la vida por bailable.
¿Deberían nuestros políticos comenzar a bailar en la calle? Algo remediarían.
friedrichmanfred junio 2020
ed. anavictoria
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