El Patriota
¿Cómo nace el patriotismo?
Bert Brecht ha diseñado la siguiente parábola:
“Herr K. dijo que para él no era importante en qué país le tocaba vivir; en cualquier país podría ser. Pero sucedió un día que se paseaba en la ciudad de un país ocupado por los enemigos de aquella nación y un oficial enemigo se le enfrentó obligándole ceder el paso. Herr K. obedeció y registró que había cogido rabia contra este hombre, no solamente contra él sino contra toda esa nación a la que el hombre pertenecía. Tanto era su odio que deseaba que aquel país fuese tragado por la tierra; y se preguntó. ¿Cómo he podido transformarme de un momento al otro en un nacionalista? Por haberme enfrentado a otro nacionalista. Por eso, pensó, hay que combatir la estupidez, porque transforma en estúpidos los que chocan con ella.”
Un hombre cualquiera, en este caso Herr K. se transforma en un nacionalista de un momento al otro. ¿Por qué sucedió eso? Porque chocó contra otro nacionalista. El sentimiento nacionalista de uno se pasa al otro. Igual que la pandemia el nacionalismo por contagio se extiende, invade la sociedad en el mundo entero.
La actualidad presenta la validez de esa observación. El eslogan estúpido de “América first” despierta las respuestas como autómatas: “¡Noo, primera la China!” Y una larga lista de extremistas en el mundo le siguen. Parece que esperaran esa señal para volver a ser lo que durante decenios había quedado enterrado o encerrado en el subconsciente: Todavía está fértil lo que ese vientre parió una vez, renacen lo que creíamos que estuviese muerto definitivamente. Una ‘derecha’ renovada mueve las fichas de juegos pasados. Igual como el coronavirus este ‘mal’ invade a todo discurso político. Ser considerado ‘nacionalista’ ya no es condenable sino presenta una nueva virtud, redescubierta; sus símbolos se exhiben abiertamente y con orgullo. Los desastres históricos quedan aparcadas, la responsabilidad negada.
Igual a Herr K. ya hemos aceptado un ‘status’ renovado, nuestra mirada humanista e ilustrada está tímidamente privatizada. Tenemos que cederle el paso a la moda actual: El colectivo social es incapaz de deshacerse de sus fantasmas.
Yo, cada vez más, trato de mantener mi cabeza en alto.
friedrichmanfred junio 2020
ed. anavictoria
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