sábado, 11 de febrero de 2017

¡TEN VALOR!

“Habe Mut,
                         dich deines eigenen Verstandes zu bedienen

¡Ten el valor de usar tu propia razón!

Esta es la frase fundamental de la Ilustración formulada por Manuel Kant en su famoso texto ¿Qué es la Ilustración? , ensayo que constituye además, el principio definitivo del Humanismo.  Todos los seres humanos son iguales, y todos son “Weltbürger” – ciudadanos del mundo –,  término kantiano que inspiraría a Schiller y a Beethoven para crear el Himno a la alegría.
Todos y todas…es  decir que cada uno es ciudadano del mundo entero; eso implica Weltbürgerrecht” un derecho de los ciudadanos del mundo que debe ser  precisado. Manuel Kant es realista; en su escrito “Zum ewigen Frieden” – A la Paz Eterna - lo concretiza:
“La Hospitalidad  bajo condiciones reales definirá lo que significa ser ciudadanos del mundo” (Das Weltbürgerrecht soll auf Bedingungen der allgemeinen Hospitalität eingeschränkt seyn.) Manuel Kant nos da una lección moderna, plenamente vigente para enfrentarnos como humanos racionales (que se supone somos), a los procesos migratorios actuales que tanto dolor están produciendo en unos, mientras que en otros cunde la desorientación y el enfado.
Kant escribe[i] literalmente traducido:


Tercer artículo definitivo “A La Paz Eterna”.
“Como en los artículos anteriores,  aquí no se trata de filantropía sino de un Derecho, el de la Hospitalidad; es el Derecho que posee todo extranjero para no sufrir hostilidad  cuando pisa el territorio de otros. En su caso podría ser rechazado si  fuere posible sin causar daño a su integridad. Pero si se comporta pacíficamente, no se le debe tratar  con hostilidad.
No es esa una ley de hospitalidad para quien la pudiese reclamar (en este caso sería necesario un contrato benevolente que le permitiera ser ciudadano temporalmente).
Se trata del Derecho de visita que es propio de toda persona, porque la tierra es común a todos, su forma redonda del globo terráqueo impide a los hombres alejarse hacia lo infinito; han de tolerarse unos al lado de los otros, porque en un principio ningún hombre tiene más derecho de estar en un determinado lugar que otro.”



Kant alemán, y alemanes con Kant; más que cualquieras otras naciones por múltiples razones históricas los alemanes viven bajo el signo de este letrero que dice “A la Paz Eterna”. Alemania como nación ha violado el principio kantiano deliberadamente y por eso existe la obligación moral de la compensación. El humanismo no conoce de naciones ni etnias. Pero el país que tanto hizo sufrir a otros y a su vez sufrió de la violencia y expulsión, debe dar a  Kant un lugar seguro en su imaginario colectivo. ( El mismo Kant, junto a millones de alemanes “fue expulsado” de su ciudad natal de Koenigsberg y esa ciudad fue rebautizada con el nombre ruso Kaliningrad).
Somos ciudadanos del mundo entero, pero la vida real necesita un lugar preciso para vivir vida humana. Y esa será garantizada bajo la ley de la Hospitalidad. Actuando así, no se garantiza la “Paz Eterna”, pero sí se trata de un gran y permanente paso en esa dirección.
“Habe Mut!” - ¡Ten valor! – de defender estos principios formulados por Kant, esa es la cuestión… nada fácil ante una oposición agresiva  que ocupa cada vez más el escenario público. Es que resulta muy cómodo seguir la línea de los prejuicios y egoísmos.
Casi dos siglos después de Kant todavía esperamos que la Ilustración ilumine  las mentes.

friedrichmanfredpeter  febrero 2017


[i] Dritter Definitivartikel zum ewigen Frieden.
Es ist hier, wie in den vorigen Artikeln, nicht von Philanthrophie, sondern vom Recht die Rede, und da bedeutet Hospitalität (Wirthbarkeit) das Recht eines Fremdlings, seiner Ankunft auf dem Boden eines andern wegen, von diesem nicht feindselig behandelt zu werden. Dieser kann ihn abweisen, wenn es ohne seinen Untergang geschehen kann; so lange er aber auf seinem Platz sich friedlich verhält, ihm nicht feindlich begegnen. Es ist kein Gastrecht, worauf dieser Anspruch machen kann (wozu ein besonderer wohlthätiger Vertrag erfordert werden würde, ihn auf eine gewisse Zeit zum Hausgenossen zu machen), sondern ein Besuchsrecht, welches allen Menschen zusteht, sich zur Gesellschaft anzubieten, vermöge des Rechts des gemeinschaftlichen Besitzes der Oberfläche der Erde, auf der, als Kugelfläche, sie sich nicht ins Unendliche zerstreuen können, sondern endlich sich doch neben einander dulden zu müssen, ursprünglich aber niemand an einem Orte der Erde zu seyn, mehr Recht hat, als der Andere.


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