lunes, 6 de febrero de 2017

Los “enTrumpados”

¿Quiénes son los Trump-admiradores?

Naturalmente no es comparable el Partido Republicano que entronó a Donald Trump con el partido NSDAP nazi. Sin embargo, un decir de los años treinta del siglo pasado serviría para caracterizar también a los electores del nuevo presidente americano con lujode detalles; tal, decía así:

“Quien es inteligente y a la vez nazi, no puede ser persona honrada; si es persona honrada y nazi, no puede ser inteligente; los que son inteligentes y honrados no pueden ser nazis.”
Cambiemos al calificativo “nazi” por el sujeto de moda y en esas frases del viejo decir encontraremos una radiografía bastante acertada del “Trumpadicto”. Se presenta este fenómeno en el mundo entero, vaya,que “enTrumpados” los hay por todas partes.


El novelista alemán Daniel Kehlmann escribe en un ensayo publicado en DIE ZEIT el día 5 de febero de 2017:

“No se halla ni una sola anécdota sobre Donald Trump, donde aquel hombre se haya comportado con sabiduría o amabilidad, no hay una sola historia o algún suceso donde mostrara un espíritu de compasión o un signo de ternura que no sea de las emociones de la ira, de alabarse a si mismo o de presunción.
En un concurso imaginado para buscar un actor con más malicie ordinaria, un malhechor banal, el señor Donald Trump habría tenido chance de ser escogido mucho antes de actuar durante su campaña electoral.
Para ser malo de verdad, lo sabemos desde Hannah Arendt, no se necesita ninguna profundidad, también Voltaire  en la cumbre de la Ilustración europea manifestaba que no era necesario ser un malhechor destacado por su inteligencia para cometer crímenes horrendos. Él llamó  harlequins anthropofages a los servidores de la Santa Inquisición, todos beatones eran estos arlequines antropófagos, caníbales santeros, clowns horrorosos en un lenguaje más moderno.”

Que el señor Trump tenga carácter de un clown político no me preocupa, porque ya hemos tenido varios en la historia reciente, preocupante de verdad es el hecho que este clown tenga en sus manos la llave para las bombas atómicas y que un país modelo de democracia se la haya confiado. ¿Son inteligentes los que esto hicieron?... ¿Son conscientes y responsables?
¿O son tontos e intrigantes, buscando ventajas a corto plazo para calmar prejuicios, preocupaciones o simplemente por el placer cínico de ver sufrir a otros?
Sospecho que desean cambiar la democracia por una anarquía igual a la de la época de sus fundadores, donde la riqueza era de aquel quien primero la tomara y la seguridad personal radicaba en un buen revólver al cinto. ¿Será esa la América de la que dicen “First again”?

Una gran réplica del caos original de su fundación.

friedrichmanfredpeter  enero  2017
anavictoriaoeding  edición

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