lunes, 15 de enero de 2018

REFORMA Y LIBERTAD

¿Es La Reforma el inicio de la Libertad moderna?

Hace algunos años que en Alemania se decidió conmemorar conjuntamente, entre Iglesias y Estado, el 500 aniversario de la Reforma y para ello se prepararon magnos eventos. Seguramente se pensó por parte de los artífices del evento, que la fiesta debería ser de todos porque la importancia de este  hecho histórico singular sería sentido y vivido por todos de manera singular. Las festividades terminaron en pasado año, el 2017. Al margen, vale comentar que la asistencia no llenó las expectativas de la organización.

¿Qué quedó de todo esto? ¿Sólo fiesta?

En el centro de las actividades fue colocado Martin Lutero; se proclamó una década de Lutero, quien fuera creador de la Religión como Libertad’, y en este sentido debería ser considerado antecesor de la cultura de la libertad moderna. ¿Es acaso cierta tal afirmación?

       
Afiche oficial de 500 aniversario de la Reforma.
 
                                           

Aclaro que no soy teólogo, ni religioso luterano; tampoco estoy  consciente del valor religioso en las proclamas demagógicas de Martin Lutero.  Sin embargo todo este tema se ha debatido tan intensamente que me atrevo a escribir un poco sobre el mismo.
Se han destacado las tres breves claves para entender el principio de la Reforma Luterana:
·            Sola fides -solamente la fe- (allein der Glaube).
·            Sola scriptura  -solamente la escritura – los evangelios concretamente, (allein die Schrift).
·            Sola gratia -solamente la gracia divina- (allein die Gnade).
‘La libertad del cristiano’ ( “Die Freiheit eines Christenmenschen” en voz de Lutero) se concentraba en la fórmula sencilla: ¡solamente la fe!  --“Allein der Glaube!” -- en voz de Lutero.

- ¿Es esta la libertad tal  como yo la entiendo?
¿Ist das “die Freiheit, die ich meine”?  (Cito aquí el texto de una canción popular original del siglo 18.)
¿Es esta “la libertad que guarda y llena mi corazón”?

Sin menospreciar el principio básico de la Reforma Luterana, insisto en que la idea de la libertad moderna tiene muy precarias raíces luteranas. Hay que acudir a la sofisticación teológica para encontrarlas. Es más, después de que se investiga y se conoce de primera fuente el profundo autoritarismo y la declarada intolerancia del reformador Lutero quien definiera la adhesión de la iglesia luterana a las autocracias en sus diferentes formas, uno queda convencido que el tal “origen de la libertad” ha sido un invento publicitario, un slogan de los organizadores del evento buscando un poco de remedio a la crecida secularización en la sociedad alemana actual.
(A propósito recuerdo los actos conmemorativos alrededor de los 500 años del ‘Descubrimiento de América’- celebrados con gran entusiasmo en España en 1992.
En aquel caso se hizo algo similar : una interpretación actualizada de una suma  hechos históricos que se usaron de forma selectiva. Toda interpretación procede de un lectura ‘libre’ de los hechos y suele servir a intereses cambiantes.)
Por eso, todo creyente cristiano es libre de descubrir el mensaje de Lutero como base de su fe personal. Y afirmo: todos somos libres para actuar así. Sin embargo, el historiador con permiso o sin él debe intervenir y aclarar. Los procesos históricos no pueden ser revisados y cambiados al gusto de conmoraciones y fechas especiales. Y tal guarda constituye la misión del historiador.

 Me parece necesario en el caso de Alemania destacar lo siguiente: La libertad democrática, tal como se inscribió en la constitución vigente en nuestro país, la que debe regir tanto la ley como la convivencia social actuales tiene sus raíces muy claras en la Ilustración; su fundamento se encuentra en las obras de escritores y filósofos como Lichtenberg, Gauck, Lessing, Wieland y sobre todo Manuel Kant, también Alexander y Wilhelm von Humboldt..
Manifiesto mi mayor respeto por los individuos que aceptan en sus vidas el mensaje luterano y no dudo que son conciudadanos valiosos. (Valga este respeto incluso para el crecido número de grupos de un renovado cristianismo sectario …¿neo protestantes?..  presente por millones en sur, centro y Norteamérica. Pero insisto, tales organizaciones tienen que prever que para ser ciudadanos modernos,  racional y emocionalmente reservarán su fe en la intimidad de su convicción cristiana, para bien común de la misma sociedad moderna en la que se desenvuelven y que protege y garantiza la libertad de todas las creencias.

fmpeter   enero  2018

   edición anavictoria

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