jueves, 11 de julio de 2019

Vaterland

Vaterland - Wo bist Du? ¿Patria – dónde estás?

“Nicht dort ist unser Vaterland, wo es uns endlich einmal wohlergeht. Unser Vaterland ist vielmehr mit uns, in uns; wir stellen es dar, mögen wir wollen oder nicht, in jedem Land, dahin wir uns verfügen, unter jeder Zone. Wir beruhen darauf von Anfang an und können uns nicht emanzipieren. Dieses geheime etwas, das den Geringsten erfüllt wie den Vornehmsten – diese geistige Luft, die wir aus und einatmen ---, geht aller Verfassung voraus, belebt und erfüllt alle ihre Formen.”
(Leopold von Ranke, Politisches Gespräch, Göttingen 1958, p. 58 )

<<Nuestra patria no está ahí donde finalmente encontramos el  bienestar. Nuestra patria más bien reside dentro de nosotros: somos sus representantes en cada país y en cada zona geográfica, independiente de si lo queremos ser o no; define quienes somos, no podemos emanciparnos de ello. Ese modo de ser secreto va delante de toda constitución y determina su contenido, porque define a la persona de menor rango social, igual que al hombre más excelente.>>

            
    

“Was ist des Deutschen Vaterland? ¿Cuál es la patria del alemán?Preguntó el escritor romántico Ernst Moritz Arndt en su famoso poema: Ist´s Baiernland, ist’s Schwabenland?
Y contestó: Nein, nein, nein, es muss größer sein! – ¡No, no, no, tiene que ser mayor!
Desde la fracasada revolución de 1848 no ha parado la discusión sobre la cuestión del patriotismo de los alemanes. Después de dos guerras perdidas pareció resuelta esa pregunta inquietante. El virus del nacionalismo parecía haber abandonado definitivamente ese país con fronteras imprecisas situado en el centro de Europa. Sin embargo, cualquier movimiento en su interior inquietaría siempre a los numerosos vecinos. Así fue y así sigue siendo. 


A partir de 1945, un riguroso equilibrio de poderes pareció haber establecido la paz duradera entre el corazón y los miembros del cuerpo europeo.—Esa imagen de 
‘el Corazón de los Pueblos’había sido creada por el poeta Hölderliny es útil para hacer transparente el panorama europeo----.Corresponde a la realidad histórica del Sacro Imperio y de sus emperadores germánicos. Y se hizo metáfora propia del idealismo alemán, reserva de ‘filósofos y poetas’ de Madame de Staël, imagen que nunca penetró la masa popular; en esa existió profundamente esa cultura localista, en gran medida excluyente, producida por temores y por experiencias históricas fundadas en la desconfianza hacia el forastero. En este ambiente el ‘visitante’ nunca ha sido ‘bienvenido’, sino rechazado, a veces con discreción, otras veces con repulsión abiertamente.
Para quien cruzara Alemania rural, delante de las puertas cerradas lo pudo haber encontrado. De la ventanita se asomaba siempre temerosamente la mirada hostil hacia el forastero, al intruso, al potencial ladrón – al enemigo.

Y ahora! Nuevamente en el año 2019, esa misma pregunta: 
¿Cuál es y dónde está la patria de los alemanes?
Para Leopold von Ranke, historiador prusiano del siglo XIX, el patriotismo está anclado en la emotividad. Detrás de ‘Vaterland’ se manifiestan la lengua alemana y un modo específico de ser y de comportarse. La lengua para von Ranke en primer lugar es un misterio, define quienes somos y cómo nos comunicamos. Por eso tan fácilmente recae sobre el extranjero esa manía de crear una barrera de incomunicación, de reducir la comunicación a giros simples, hasta falsos, de usar el tuteo que entre alemanes es casi inexistente. Las puertas herméticamente cerradas son un símbolo de una mentalidad de desconfianza que busca apartarse, aislarse de lo desconocido y extraño.  
Ha sido el romanticismo que logró idealizar esa mentalidad, declarándola ‘patriótica’. Y no es extraño que esa visión haya favorecido brotes de nacionalismo y el nazismo históricos. Siendo el nacionalismo un fenómeno universal, en el caso de Alemania encontró su manifestación más inhumana, más cruel y perversa.
El movimiento de la ilustración captó esa peligrosidad y ha combatido esa tendencia a mistificar lo que en realidad es sencillamente un problema de comunicación. Más o menos cien millones de ciudadanos europeos se comunican entre ellos en alemán, o en dialectos alemanes. Nada de misterio.
Sin embargo, esa mirada ilustrada, filosófica y crítica ha quedado reducida a gremios universitarios, a los académicos. Los intelectuales orientados hacia la Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt promovieron su mensaje en el Oeste, en la antigua República Federal.
Al  Este de Alemania nunca penetró; ahora observamos un fuerte renacimiento de la visión nacionalista, expresada en las palabras clásicas del conservador Leopold von Ranke.
Los que habíamos pensado que los alemanes se habían emancipado de la visión romántica excluyente de su historia, estamos equivocados. 
Yo me imagino que las palabras de von Ranke encontrarían pleno apoyo y serían aplaudidos por los millones de votantes del partido AfD que surgió en el Este. 
También he observado a través de mi propia experiencia que todavía perduran prejuicio y  ambigua valoración hacia los alemanes entre sus vecinos europeos. Alemanes se distinguen, son diferentes, se dice, eso es la leyenda creada a través de siglos de tenaz convivencia con ellos.
Los que promovemos un patriotismo amplio y europeo, nos sentimos frustrados ante la avalancha del nacionalismo renacido. Se aleja este patriotismo europeo que busca superar todo nacionalismo y quiere construir la vida de los ciudadanos sobre principios humanistas universales. Ante el renacer de viejos fantasmas  eso se reduce a ‘Fata Morgana’, a  un sueño. 

friedrichmanfred   julio  2019

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