<<El hombre abandonó la realidad para abrazar la ‘Idea’ y a la ‘Idea’ la reemplazó por la ‘Ideología’.>>
(Der Mensch hat die Realität verlassen um der Idee willen und die Idee durch die Ideologie ersetzt, --
Esa frase de E. M. Cioran, filósofo, escritor quien manejaba varias lenguas, el rumano, el francés y el alemán.(E.M.Cioran, Geschichte und Utopie, Stuttgart 1965)
Quiero ampliar esa frase, agregar una reflexión, interpretar esa simple verdad que resume el origen de las tragedias del siglo XX. Ese siglo, más que ninguna época del pasado ha sido el siglo ‘del triunfo de las ideologías’.
Todos sabemos qué significan nombres como fascismo, nazismo, antisemitismo, leninismo, estalinismo contaminados todos por atributos como ‘la verdad’, ‘el pueblo’,
’la raza aria’ ‘la clase obrera’, ‘la lucha de clases’, por ‘– ismos’ de toda clase. etc.
A pesar de manifiesta belicosidad y confrontación entre ellos, todos se parecen. Predican, sermonean e impiden la reflexión autónoma, independiente, haciendo reír tanto como llorar, entusiasman y seducen la gente, idolatran y fanatizan a través del mensaje antihumano que predican. Todos se parecen; por eso no hay que extrañarse ante el hecho que Stalin lograra reemplazar a Hitler, constituyendo la continuidad de un régimen totalitario en el Este alemán.
¿Qué sucede, cuando el deseo, el entusiasmo y el poder se hacen dueño de la vida de los hombres? ¿Por qué la masa humana entrega tan fácilmente su libertad a los remedios programados por ideólogos? -- Cautivos voluntarios del engaño. Propaganda. Comodidad.
Parece que es muy fácil engañar o manipular la masa dócil de creyentes que con gusto se entregan a quien la sabe guiar y someterla bajo sus intereses dominantes.
Otro escritor rumano ha dejado un ejemplo de esa negación de voluntades propias:
Norman Manea[i]describe una manifestación en su ciudad natal en Rumanía: Es el año 1952.En la lejana ciudad de Moscú ha muerto el tirano Stalin y en Rumanía, entonces satélite soviético, se convocó el luto colectivo por la pérdida de tan insigne personaje:
“La columna de alumnos con sus profesores marcharon juntos hacia el centro de la ciudad. Altoparlantes encima de los árboles y postes de teléfono transmitían la ceremonia funeral desde Moscú. La plaza céntrica toda repleta de gente: Cuadros, funcionarios directivos, organizaciones de juventud, sindicato, mujeres y deporte, de la Cruz Roja, de Inválidos y de filatelia, de cazadores. Todos con el brazalete rojo marcado en negro puesto. Yo también.
Yo vi a varias maestras llorando, alumnas les siguieron y consolándose entre ellas. Nosotros, los hombres, con un esfuerzo dominábamos nuestro dolor: ¡Qué pérdida tan grande!
Esa muerte de un ‘inmortal’ habría sacudido el mundo entero y el mundo entero se hundía en el dolor y en el luto y la República Popular de Rumanía retuvo la respiración, también la provincia de la Bukowina y el liceo para niños, todo cubierto del mismo paño mortuorio.”