lunes, 5 de febrero de 2018

Struwwelpeter -- una lección

“Struwwelpeter” – una lección moderna --

Ninguna persona es idéntica a la otra, ni siquiera los gemelos. Y  nos gusta ser diferentes por encima de las modas reinantes. También mantenemos nuestras preferencias y justificamos las aversiones. Tampoco nos tiene que gustar todo el mundo. Por ejemplo: ‘Gays’ y ‘heteros’ no tienen por qué gustarse mutuamente. Implantar la homogeneidad de los gustos e inclinaciones como otra utopía por alcanzar en la sociedad moderna es un absurdo.

Pero… cuando aparece el odio una honda transformación obstruye la mente y la razón; lo relata el famoso cuento del “Struwwelpeter”, cuento infantil alemán de generaciones pasadas:
                                                                                                  “ Was kann der arme Mohr dafür
                                                                                                     Dass er so weiss nicht ist wie ihr?”
                                      
¿Qué culpa tiene el pobre negro
por no ser tan blanco como vosotros?

      Así  se lee en el librito alemán más popular durante varias generaciones entre los niños. El título es “Der Struwwelpeter” escrito y dibujado por el médico Heinrich  Hoffmann en Frankfurt para sus propios hijos; fue publicado en el año 1844.(Tengan presente: este no es un texto moderno, en plena era esclavista se tenía que vivir ‘ser negro’ como una desgracia.) En la pedagogía implícita en el relato un castigo drástico esperaba a quien se riera de la desgracia ajena y  ‘Ser Negro’ era considerado una desgracia de la cual el pobre ‘Negro’ era inocente. Los niños blanquitos debían abandonar su actitud agresiva, el ‘buling’, de la jerga moderna. El ‘Gran Nicolás’ un monstruoso educador implacable armado con con un tintero enorme castigará a los desobedientes: Los hundiría en el tintero y de ahí saldrían más negros que el Negro al que pretendían hostigar.





Este librito ha conseguido una inesperada actualidad. Un “buling” colectivo se ha comenzado a gestar y amenaza con invadir a la sociedad alemana, encontrando justificación a partir del temor a la mal denominada “invasión de refugiados”.
¿Pueden estos extranjeros poner en peligro una nación, nada más porque son diferentes?,
 ¿acaso es un peligro, ser diferentes?
¿Qué importa ser diferentes?, ¿no somos todos diferentes de alguna manera?
A pesar de la amenaza del tintero escuchada tantas veces por los mayores, (incluso leída en el curso de la infancia de no pocos alemanes vigentes)  en  Alemania actualmente cada vez más individuos persiguen a otros por el simple hecho de que son diferentes, son extranjeros, venidos de otros países y culturas, hablando otras lenguas.  Son “negritos” como en el caso  del ‘Struwwelpeter’.

¿Existe una fobia producto de los temores sociales?
Aparentemente la vecindad de personas ‘diferentes’ es un problema para muchos, y más aún cuando aumentan encuentros casuales que les resultan irritantes. Ante la presencia de los que son  considerados “invasores” la comunidad de los residentes comienza a sentirse acosada, violada en su deseo de seguridad. Aumentan las voces que predican sobre términos como “Heimat” (tierra mía), Vaterland  (mi país, mi patria).
Porque sucede una rara mutación:
‘Mi tierra’ y ‘Mi patria’ se transforman en ídolos como ya fueron una vez en tiempos históricos de la era romántica. Ya se han olvidado los desastres históricos que tal obsesión solía producir.  Se pronuncian adjetivos como ‘fiel a lo mío’ y ‘consciente de mi país de origen’, ‘mi pueblo’, ‘mi gente’  hasta obsesionados y enamorados de la tierra propia que es idealizada y subida a lo alto de un imaginado altar patriótico.
 Así se logra que la práctica de insultar al forastero deje de ser un ‘Buling’ maleducado, siendo tolerado como parte de la defensa de valores auténticos. ¿Los niños malos ya  no deberían ser castigados sino alabados por su comportamiento en defensa de lo suyo?- Conscientes nacionalistas desde chiquitos.
¿Qué es el patriotismo para los alemanes?:
  Alguien, no sé quién, se ha puesto esa pregunta y la contestó así:

“Der Patriotismus der Deutschen besteht darin/ dass ihr Herz enger wird,/
dass es sich zusammenzieht wie Leder in der Kälte/dass er das Fremdländische hasst;/
dass er nicht mehr Weltbürger sein will;/nur noch Deutscher ”

“El Patriotismo de los alemanes es de esta forma:
 -El corazón se vuelve más estrecho, se contrae como el cuero al congelarse.
-Comienza a odiar lo que le extraña, lo que le parece extranjero.
 -Ya no quiere ser más ciudadano del mundo;
-  sólo quiere ser alemán.”

La estadística revela miles de agresiones directas contra personas, viviendas o centros de acogida para refugiados durante el recién pasado año 2017. Un nuevo partido político que abiertamente predica la xenofobia entró con más de noventa diputados en el Parlamento. Su presencia y actividad ha hecho retrasar la formación de un nuevo gobierno estable. Ese partido AfD (Alternativa para Alemania) ahora representa la tercera potencia parlamentaria. Un reto para la democracia alemana jamás visto anteriormente. “Al tintero con ellos!” = la voz de Struwwelpeter. No funcionará.
No preveo cómo acabará esta nueva versión de extremismo político nacionalista.
Mi visión de Alemania ha cambiado, estoy viviendo en el extranjero y he perdido definitivamente las ganas de habitar en el mío. Claro, queda “Wehmut” a ratos, término que no sabré traducir.

friedrichmanfredpeter  febrero 2018
   Edición  anavictoria




                                           


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