“Struwwelpeter” – una lección moderna --
Ninguna persona es idéntica a la otra, ni siquiera los gemelos. Y nos gusta ser diferentes por encima de las
modas reinantes. También mantenemos nuestras preferencias y justificamos las aversiones.
Tampoco nos tiene que gustar todo el mundo. Por ejemplo: ‘Gays’ y ‘heteros’ no
tienen por qué gustarse mutuamente. Implantar la homogeneidad de los gustos e
inclinaciones como otra utopía por alcanzar en la sociedad moderna es un absurdo.
Pero… cuando aparece el odio una honda transformación obstruye la mente y
la razón; lo relata el famoso cuento del “Struwwelpeter”, cuento infantil
alemán de generaciones pasadas:
“ Was kann der arme Mohr dafür
Dass er so weiss nicht ist wie ihr?”
¿Qué culpa tiene el pobre negro
por no ser tan blanco como vosotros?
Así se lee en el librito alemán más
popular durante varias generaciones entre los niños. El título es “Der
Struwwelpeter” escrito y dibujado por el médico Heinrich Hoffmann en Frankfurt para sus propios hijos;
fue publicado en el año 1844.(Tengan presente:
este no es un texto moderno, en plena era esclavista se tenía que vivir ‘ser
negro’ como una desgracia.) En la pedagogía implícita en el relato un castigo drástico esperaba a
quien se riera de la desgracia ajena y ‘Ser Negro’ era considerado una desgracia de
la cual el pobre ‘Negro’ era inocente. Los niños blanquitos debían abandonar su
actitud agresiva, el ‘buling’, de la jerga moderna. El ‘Gran Nicolás’ un
monstruoso educador implacable armado con con un tintero enorme castigará a los
desobedientes: Los hundiría en el tintero y de ahí saldrían más negros que el
Negro al que pretendían hostigar.
Este librito ha
conseguido una inesperada actualidad. Un “buling” colectivo se ha comenzado a gestar
y amenaza con invadir a la sociedad alemana, encontrando justificación a partir
del temor a la mal denominada “invasión de refugiados”.
¿Pueden estos extranjeros
poner en peligro una nación, nada más porque son diferentes?,
¿acaso es un peligro, ser diferentes?
¿Qué importa ser
diferentes?, ¿no somos todos diferentes de alguna manera?
A pesar de la
amenaza del tintero escuchada tantas veces por los mayores, (incluso leída en
el curso de la infancia de no pocos alemanes vigentes) en
Alemania actualmente cada vez más individuos persiguen a otros por el
simple hecho de que son diferentes, son extranjeros, venidos de otros países y
culturas, hablando otras lenguas. Son “negritos”
como en el caso del ‘Struwwelpeter’.
¿Existe una fobia
producto de los temores sociales?
Aparentemente la
vecindad de personas ‘diferentes’ es un problema para muchos, y más aún cuando
aumentan encuentros casuales que les resultan irritantes. Ante la presencia de
los que son considerados “invasores” la
comunidad de los residentes comienza a sentirse acosada, violada en su deseo de
seguridad. Aumentan las voces que predican sobre términos como “Heimat”
(tierra mía), Vaterland (mi país, mi
patria).
Porque sucede una
rara mutación:
‘Mi tierra’ y ‘Mi
patria’ se transforman en ídolos como ya fueron una vez en tiempos históricos
de la era romántica. Ya se han olvidado los desastres históricos que tal
obsesión solía producir. Se pronuncian
adjetivos como ‘fiel a lo mío’ y ‘consciente de mi país de origen’, ‘mi
pueblo’, ‘mi gente’ hasta obsesionados y
enamorados de la tierra propia que es idealizada y subida a lo alto de un
imaginado altar patriótico.
Así se logra que la práctica de insultar al
forastero deje de ser un ‘Buling’ maleducado, siendo tolerado como parte de la
defensa de valores auténticos. ¿Los niños malos ya no deberían ser castigados sino alabados por
su comportamiento en defensa de lo suyo?- Conscientes nacionalistas desde
chiquitos.
¿Qué es el patriotismo
para los alemanes?:
Alguien, no sé quién, se ha puesto esa
pregunta y la contestó así:
“Der Patriotismus der Deutschen besteht
darin/ dass ihr Herz enger wird,/
dass es sich zusammenzieht wie Leder in der
Kälte/dass er das Fremdländische hasst;/
dass er nicht mehr Weltbürger sein will;/nur
noch Deutscher ”
“El Patriotismo de los alemanes es de esta forma:
-El corazón se
vuelve más estrecho, se contrae como el cuero al congelarse.
-Comienza a odiar lo que le extraña, lo que le parece
extranjero.
-Ya no quiere ser
más ciudadano del mundo;
- sólo quiere ser
alemán.”
La estadística
revela miles de agresiones directas contra personas, viviendas o centros de
acogida para refugiados durante el recién pasado año 2017. Un nuevo partido
político que abiertamente predica la xenofobia entró con más de noventa
diputados en el Parlamento. Su presencia y actividad ha hecho retrasar la
formación de un nuevo gobierno estable. Ese partido AfD (Alternativa para Alemania)
ahora representa la tercera potencia parlamentaria. Un reto para la democracia
alemana jamás visto anteriormente. “Al tintero con ellos!” = la voz de
Struwwelpeter. No funcionará.
No preveo cómo
acabará esta nueva versión de extremismo político nacionalista.
Mi visión de
Alemania ha cambiado, estoy viviendo en el extranjero y he perdido definitivamente
las ganas de habitar en el mío. Claro, queda “Wehmut” a ratos, término
que no sabré traducir.
friedrichmanfredpeter febrero 2018
Edición
anavictoria
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