domingo, 13 de marzo de 2016

Heinrich Heine, pensamientos






He sido lector permanente de la obra literaria de Heinrich Heine y me gusta dar a conocer reflexiones originales de este destacado autor de la literatura clásica alemana.

En “Religion und Philosophie in Deutschlanden el año 1832 escribió:

 ----“El siguiente libro es un fragmento y en fragmento quedará. Para ser sincero me gustaría que no se imprimiera. Resulta que han cambiado, tanto la percepción como la opinión mías sobre algunos asuntos, especialmente los divinos. Ideas que mantenía antes, ya no son mías.
Pero la flecha disparada ya no pertenece al tirador y la palabra salida de la boca ya no es del que la pronunció y más cuando ha sido publicada en la prensa.“

-----“Cuantas veces pienso en el ejemplo de aquel rey babilónico que se tomaba él mismo por el buen Dios, y quien cayó desde la altura de su soberbia sobre la tierra arrastrándose como un animal que come hierba (habrá sido -más bien - ensalada). En el majestuoso libro de Daniel se encuentra esta leyenda que recomiendo a mi amigo testarudo Carlos Marx y a otros más como Feuerbach, Daumer, Bruno Bauer, Hengstenberg y como se llamen.
Hay muchas narraciones memorables en la Biblia que recomiendo; por ejemplo el inicio: la historia del árbol prohibido y de la serpiente. La serpiente, esa pequeña profesora que seis mil años antes de que naciera Hegel exponía toda la filosofía hegeliana. Ese bicho sin patas demuestra con clara visión cómo el hombre puede hacerse un dios a través del razonamiento  o - que es lo mismo - cómo Dios llega a su propia realización consciente. La anterior proposición alcanza su máxima claridad en las palabras bíblicas originales:
¡Si coméis del árbol de la consciencia, seréis como Dios!
La señora Eva de todo eso sólo entendió que comer el fruto estaba prohibido, y porque estaba prohibido lo comió, la buena mujer.“

----“la religión que gozamos en Alemania es el cristianismo. Entonces, voy a tener que contar, qué es el cristianismo, cómo se formó en catolicismo romano y cómo de él surgió el protestantismo y a su vez, del protestantismo nació la filosofía alemana."
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---"Saint Just pronunció el gran lema de la revolución: *Le pain est le droit divin de l´homme*. No luchamos por los derechos humanos del pueblo, sino por los derechos divinos del hombre"


---"La libertad es una nueva religión, la religión de nuestro tiempo. Los franceses son el nuevo pueblo elegido de la religión nueva; en su idioma están redactados los evangelios y dogmas principales; Paris es la nueva Jerusalén, y el Rhín es el río Jordán, que separa el  bendito país de la libertad del país de los filisteos."

---"El alemán es como un esclavo, que obedece a su amo sin estar amarrado, sin sufrir el látigo; sólo por medio de la palabra, de una mirada no más. La servidumbre la lleva dentro de sí mismo; peor que la esclavitud material es la espiritual. Hay que liberar a los alemanes desde dentro, desde afuera de nada sirve."

---"No sonrían uds. ante el fantasioso, aquel que espera ver la revolución real  tal como la percibe en el ambiente mental.
El pensamiento va por delante de la acción como el relámpago adelanta  el trueno. Pues, el trueno alemán también es trueno, se acerca despacio… pero llegará.
Y si  lo escucháis retumbante, como nada  jamás retumbó antes en la historia universal, entonces sabréis, que el trueno alemán ha llegado. Y con el este ruido caerán las águilas muertas desde el cielo y los leones en la lejana África encogerán sus colas para esconderse en sus cuevas reales porque se iniciará una pieza en Alemania que comparada con la Revolución Francesa, hará que esta parezca un idilio."

..."Pensar es libre y las ideas vuelan como pájaros en el aire. Como los pájaros anidan en los copos de los robles alemanes, y tal vez durante medio siglo no se ven ni se escuchan, hasta que un hermoso día de verano se presentan en la plaza pública, crecidas y altas, iguales al águila del dios supremo llevando rayos en las garras.
¿Qué importa medio siglo o un siglo entero? Los pueblos tienen tiempo, sólo los reyes son mortales.
Yo no creo en una revolución en Alemania y menos aún en una república; esa no la viviré. Pero estoy convencido que en Alemania se luchará por ella a través de la palabra y de la espada hasta cuando ya estemos consumidos en nuestras tumbas. Porque la república es una idea  y jamás los alemanes han abandonado una idea."

NOTA:
Las anteriores son notas tomadas de la Introducción a la publicación de su ensayo escrito originalmente en francés en 1832 y publicado en Francia. Sólo veinte años después sería publicada en versión alemana. Heine luchó con muchas dificultades: la primera fue la censura prusiana, temida por varias generaciones de escritores.
Aunque su editor Campe residía en Hamburgo, ciudad libre hanseática, la venta del libro podría causar problemas en otros territorios de la vasta y dividida Federación AlemanaEl original se dirigió a los franceses (más a los saint-simonistas con cuyo “gurú” espiritual Heine mantenía una amistad frágil).
La segunda dificultad era la propia familia. Su tío rico y mecenas Salomón, banquero en Hamburgo, era un judío creyente con firmes convicciones ortodoxas.
Ante tal hecho propio de la sobrevivencia y comodidad personal, Heine rectificó su entusiasmo progresista de índole racionalista e ilustrado.
El eco de ello está claro en su biografía al momento de su reconversión al judaísmo después de haber recibido el bautismo protestante cuando era estudiante en Göttingen y pretendía una carrera en la jurisprudencia. Había comprado el billete de entrada a la sociedad igual que Carlos Marx. Así  también se entiende el desacuerdo con  Marx que proclama el texto y la cita extensa de la Biblia del poeta en varias oportunidades posteriores.
Sin embargo, es obvio que Heine alternó su pensamiento teórico de acuerdo a las circunstancias cambiantes de su vida. Sus críticos por eso le han reprochado ser inconsecuente e inconstante en teoría.
Cierto es que Heine no confiaba en el entusiasmo revolucionario de su época y por eso se libraba batallas encarnizadas con el publicista Börne quien le reprochaba su vida comprometida con sus mecenas pudientes como los ricos Rothschild y su tío Salomón. Efectivamente Heine, sibarita, amaba la buena vida y casi instintivamente se alejaba de los olores de la pobreza que le rodearon en Paris. Su enfermedad le condenaba a un largo martirio, un muerto en vida, como él decía. Encima de este cuerpo frágil se elevó esa mente lúcida y vidente que le mantenía con vida en su " Matratzengruft" - la tumba  hecha de colchones.
¿Existe un breve resumen de este autor que pensó sin ser filósofo, de este poeta que sueña sin ser romántico, de este rebelde sin ser revolucionario, del enamorado permanente del amor sin ser esposo,del alemán judío y converso sin compromiso religioso, del hombre frágil y enfermo con un dominio completo de la lengua alemana?
 ¿Es esa, su confesión?:

"Mi Locura"

“Sí, Madame, es cierto; desgraciadamente sufro esta pasión por la razón, no ostante ella no me quiere a mí. Yo le doy todo, y ella nada me da. Sin embargo, no la puedo dejar.
Me está pasando lo de Salomón, que dizque alabó la iglesia cristiana cuando deseaba aquella joven morenita ardiente. El rey compuso el Cantar y lo disimuló así, para que sus judíos no se dieran cuenta.
Así hago yo cuando canto en tantos poemas a la razón; me la imagino como una fría y pálida señorita que me atrae y me rechaza al mismo tiempo, vuelta de espalda hacia mí. Este es el secreto de mi amor infeliz. Y con eso, Madame, le estoy dando la clave para comprender mi locura.
Es una locura muy especial, distinta de la que poseen los demás locos ordinarios...
La mía me eleva: El bosque de robles se levanta al aire, encima  en lo alto vuela el águila, más alto aún pasan las nubes y encima de ellas brillan las estrellas, Madame, ¿ No estaremos ya demasiado altos?
Pues, más allá vamos, allá donde están los ángeles y más lo más alto que alcance mi locura, Madame.

Heinrich Heine, Ideen, Das Buch Le Grand, Cap.XVI

NOTA:

¿Hay alguna necesidad de recordar en el año 2016 a  Heinrich Heine? ¿Precisamos ahora de esa locura que él describe y proclama?
Está enamorado de la razón eso le dice a la dama de su imaginación;
mas la razón no le ama…le desprecia, porque lo que dice y hace no es razonable. Según las instrucciones que nos dan desde la temprana infancia debemos ser razonables, juiciosos, hay que seguir los preceptos y criterios de los ancestros porque ellos, los experimentados, deben saber mejor lo que nos conviene hacer, pensando lo correcto siempre.
La razón, de la que está enamorado Heine, es de otro carácter. No es esta razón práctica y operativa, la que necesitamos a diario para sobrevivir, para contar conque la plata nos alcance que y rellenar correctamente los formularios de la declaración de la renta. La lengua alemana, la de Heine, posee dos términos para distinguir la razón operativa de la razón especulativa , cargada también de lo que llaman razón sentimental y fantasía. Unos asuntos se arreglan por medio de "der Verstand", que procede del verbo "verstehen", operación pasiva que significa entender y comprender un asunto. El otro término, y este es el que Heine tiene en mente, es "die Vernunft", y va más allá del puro entender.
 Vernunft encierra las categorías del simple razonamiento. Sin eso no podríamos poner en marcha nuestras operaciones mentales.  Pero los pensamientos solo vuelan por medio de esta fuerza  representada en el término Vernunft,  y de ella está enamorado Heine. Pero no ella de él como dice su sentencia cargada de pesimismo.  Sus pensamientos vuelan, pero no aterrizan, se caen como Ícaro cayó cuando se acercó  al sol. Solo las alas de los ángeles no se queman porque son de un material incombustible. Nosotros, juntos a Heine, nos quemaríamos y por eso solemos quedarnos en tierra, usar esa razón que nos enseñaron en el bachillerato para aprobar exámenes  y hacer uso de los aparatos sofisticados que ya comenzaron a reemplazar parcialmente nuestro pensar; empezamos a sentirnos superfluos ante  el predominio de tanta inteligencia artificial.
Pero aun somos  capaces de volar con Heinrich Heine por encima de las nubes y más allá de las estrellas, sin hacernos caso de astronautas. Descubramos con Heine esta fuente inagotable de nuestra humanidad, que es la fantasía y la libertad ilimitada del pensamiento, corriendo el riesgo de precipitarnos sobre la tierra y rompernos el cuello. ¿sí no… para qué vivimos?

Heine invita a volar y yo sigo esta invitación. Seamos locos, al menos temporalmente cantando con  Heine Heinrich, su poema “Doktrin”




"Schlage die Trommel und fürchte dich nicht,/ Und küsse die Marketenderin!
Das ist die ganze Wissenschaft,/ Das ist der Bücher tiefster Sinn.
Trommle die Leute aus dem Schlaf,/ Trommle Reveille mit Jugendkraft,
Marschiere trommelnd immer voran,/Das ist die ganze Wissenschaft.
Das ist die Hegelsche Philosophie,/ Das ist der Bücher tiefster Sinn!
Ich hab sie begriffen, weil ich gescheit,/Und weil ich ein guter Tambour bin."

---¡Toca el tambor y no tengas miedo y besa a la que te abastece!
Esa es toda la ciencia, es el sentido profundo de los libros.
¡Toca el tambor despierta a la gente, toca Reveille con vigor juvenil!
¡Marcha siempre delante tamboreando!
Esa es toda la ciencia, esa es la filosofía de Hegel,
Es el sentido profundo de los libros.

Yo lo entendí porque soy listo y soy buen tamborilero.---



mi  arma  era la canción 
friedrichmanfredpeter  marzo de 2016

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