He
sido lector permanente de la obra literaria de Heinrich Heine y me gusta dar a
conocer reflexiones originales de este destacado autor de la literatura clásica
alemana.
En “Religion und Philosophie in Deutschland” en el año
1832 escribió:
----“El siguiente libro es un fragmento y en fragmento
quedará. Para ser sincero me gustaría que no se imprimiera. Resulta que han
cambiado, tanto la percepción como la opinión mías sobre algunos asuntos,
especialmente los divinos. Ideas que mantenía antes, ya no son mías.
Pero la flecha disparada ya
no pertenece al tirador y la palabra salida de la boca ya no es del que la
pronunció y más cuando ha sido publicada en la prensa.“
-----“Cuantas veces pienso
en el ejemplo de aquel rey babilónico que se tomaba él mismo por el buen Dios,
y quien cayó desde la altura de su soberbia sobre la tierra arrastrándose como
un animal que come hierba (habrá sido -más bien - ensalada). En el majestuoso libro
de Daniel se encuentra esta leyenda que recomiendo a mi amigo testarudo Carlos
Marx y a otros más como Feuerbach, Daumer, Bruno Bauer, Hengstenberg y como se
llamen.
Hay muchas narraciones
memorables en la Biblia que recomiendo; por ejemplo el inicio: la historia del
árbol prohibido y de la serpiente. La serpiente, esa pequeña profesora que seis
mil años antes de que naciera Hegel exponía toda la filosofía hegeliana. Ese
bicho sin patas demuestra con clara visión cómo el hombre puede hacerse un dios
a través del razonamiento o - que es lo
mismo - cómo Dios llega a su propia realización consciente. La anterior
proposición alcanza su máxima claridad en las palabras bíblicas originales:
¡Si coméis del árbol de la
consciencia, seréis como Dios!
La señora Eva de todo eso
sólo entendió que comer el fruto estaba prohibido, y porque estaba prohibido lo
comió, la buena mujer.“
----“la religión que gozamos
en Alemania es el cristianismo. Entonces, voy a tener que contar, qué es el cristianismo,
cómo se formó en catolicismo romano y cómo de él surgió el protestantismo y a
su vez, del protestantismo nació la filosofía alemana."
.
---"Saint Just
pronunció el gran lema de la revolución: *Le pain est le droit divin de l´homme*.
No luchamos por los derechos humanos del pueblo, sino por los
derechos divinos del hombre"
---"La libertad es una
nueva religión, la religión de nuestro tiempo. Los franceses son el nuevo
pueblo elegido de la religión nueva; en su idioma están redactados los
evangelios y dogmas principales; Paris es la nueva Jerusalén, y el Rhín es el
río Jordán, que separa el bendito país
de la libertad del país de los filisteos."
---"El alemán es como
un esclavo, que obedece a su amo sin estar amarrado, sin sufrir el látigo; sólo
por medio de la palabra, de una mirada no más. La servidumbre la lleva dentro
de sí mismo; peor que la esclavitud material es la espiritual. Hay que liberar
a los alemanes desde dentro, desde afuera de nada sirve."
---"No sonrían uds.
ante el fantasioso, aquel que espera ver la revolución real tal como la percibe en el ambiente mental.
El pensamiento va por
delante de la acción como el relámpago adelanta
el trueno. Pues, el trueno alemán también es trueno, se acerca despacio…
pero llegará.
Y si lo escucháis retumbante, como nada jamás retumbó antes en la historia universal,
entonces sabréis, que el trueno alemán ha llegado. Y con el este ruido caerán
las águilas muertas desde el cielo y los leones en la lejana África encogerán
sus colas para esconderse en sus cuevas reales porque se iniciará una pieza en
Alemania que comparada con la Revolución Francesa, hará que esta parezca un
idilio."
..."Pensar es libre y
las ideas vuelan como pájaros en el aire. Como los pájaros anidan en los copos
de los robles alemanes, y tal vez durante medio siglo no se ven ni se escuchan,
hasta que un hermoso día de verano se presentan en la plaza pública, crecidas y
altas, iguales al águila del dios supremo llevando rayos en las garras.
¿Qué importa medio siglo o
un siglo entero? Los pueblos tienen tiempo, sólo los reyes son mortales.
Yo no creo en una revolución
en Alemania y menos aún en una república; esa no la viviré. Pero estoy
convencido que en Alemania se luchará por ella a través de la palabra y de la
espada hasta cuando ya estemos consumidos en nuestras tumbas. Porque la
república es una idea y jamás los
alemanes han abandonado una idea."
NOTA:
Las anteriores son notas tomadas de la Introducción a la publicación de
su ensayo escrito originalmente en francés en 1832 y publicado en Francia. Sólo
veinte años después sería publicada en versión alemana. Heine luchó con muchas
dificultades: la primera fue la censura prusiana, temida por varias
generaciones de escritores.
Aunque su editor Campe residía en Hamburgo, ciudad libre hanseática, la
venta del libro podría causar problemas en otros territorios de la vasta y
dividida Federación Alemana. El original se
dirigió a los franceses (más a los saint-simonistas con cuyo “gurú” espiritual
Heine mantenía una amistad frágil).
La segunda dificultad era la
propia familia. Su tío rico y mecenas Salomón, banquero en Hamburgo, era un
judío creyente con firmes convicciones ortodoxas.
Ante tal hecho propio de la
sobrevivencia y comodidad personal, Heine rectificó su entusiasmo progresista
de índole racionalista e ilustrado.
El eco de ello está claro en su biografía al momento de su reconversión
al judaísmo después de haber recibido el bautismo protestante cuando era
estudiante en Göttingen y pretendía una carrera en la jurisprudencia. Había
comprado el billete de entrada a la sociedad igual que Carlos Marx. Así también se entiende el desacuerdo con Marx que proclama el texto y la cita extensa
de la Biblia del poeta en varias oportunidades posteriores.
Sin embargo, es obvio que Heine alternó su pensamiento teórico de
acuerdo a las circunstancias cambiantes de su vida. Sus críticos por eso le han
reprochado ser inconsecuente e inconstante en teoría.
Cierto es que Heine no confiaba en el entusiasmo revolucionario de su
época y por eso se libraba batallas encarnizadas con el publicista Börne quien
le reprochaba su vida comprometida con sus mecenas pudientes como los ricos
Rothschild y su tío Salomón. Efectivamente Heine, sibarita, amaba la buena vida
y casi instintivamente se alejaba de los olores de la pobreza que le rodearon
en Paris. Su enfermedad le condenaba a un largo martirio, un muerto en vida,
como él decía. Encima de este cuerpo frágil se elevó esa mente lúcida y vidente
que le mantenía con vida en su " Matratzengruft" - la tumba hecha de colchones.
¿Existe un breve resumen de este autor que pensó sin ser filósofo, de
este poeta que sueña sin ser romántico, de este rebelde sin ser revolucionario,
del enamorado permanente del amor sin ser esposo,del alemán judío y converso
sin compromiso religioso, del hombre frágil y enfermo con un dominio completo
de la lengua alemana?
¿Es esa, su confesión?:
"Mi Locura"
“Sí, Madame, es cierto;
desgraciadamente sufro esta pasión por la razón, no ostante ella no me quiere a
mí. Yo le doy todo, y ella nada me da. Sin embargo, no la puedo dejar.
Me está pasando lo de
Salomón, que dizque alabó la iglesia cristiana cuando deseaba aquella joven
morenita ardiente. El rey compuso el Cantar y lo disimuló así, para que sus
judíos no se dieran cuenta.
Así hago yo cuando canto en
tantos poemas a la razón; me la imagino como una fría y pálida señorita que me
atrae y me rechaza al mismo tiempo, vuelta de espalda hacia mí. Este es el
secreto de mi amor infeliz. Y con eso, Madame, le estoy dando la clave para comprender
mi locura.
Es una locura muy especial,
distinta de la que poseen los demás locos ordinarios...
La mía me eleva: El bosque
de robles se levanta al aire, encima en lo
alto vuela el águila, más alto aún pasan las nubes y encima de ellas brillan
las estrellas, Madame, ¿ No estaremos ya demasiado altos?
Pues, más allá vamos, allá
donde están los ángeles y más lo más alto que alcance mi locura, Madame.
Heinrich Heine, Ideen, Das
Buch Le Grand, Cap.XVI
NOTA:
¿Hay alguna necesidad de recordar en el año 2016 a Heinrich Heine? ¿Precisamos ahora de esa
locura que él describe y proclama?
Está enamorado de la razón eso le dice a la dama de su imaginación;
mas la razón no le ama…le desprecia, porque lo que dice y hace no es
razonable. Según las instrucciones que nos dan desde la temprana infancia
debemos ser razonables, juiciosos, hay que seguir los preceptos y criterios de
los ancestros porque ellos, los experimentados, deben saber mejor lo que nos
conviene hacer, pensando lo correcto siempre.
La razón, de la que está enamorado Heine, es de otro carácter. No es
esta razón práctica y operativa, la que necesitamos a diario para sobrevivir,
para contar conque la plata nos alcance que y rellenar correctamente los
formularios de la declaración de la renta. La lengua alemana, la de Heine,
posee dos términos para distinguir la razón operativa de la razón especulativa
, cargada también de lo que llaman razón sentimental y fantasía. Unos asuntos
se arreglan por medio de "der Verstand", que procede del verbo "verstehen", operación pasiva
que significa entender y comprender un asunto. El otro término, y este es el
que Heine tiene en mente, es "die Vernunft",
y va más allá del puro entender.
Vernunft encierra las categorías del
simple razonamiento. Sin eso no podríamos poner en marcha nuestras operaciones
mentales. Pero los pensamientos solo
vuelan por medio de esta fuerza
representada en el término Vernunft, y de ella está enamorado Heine. Pero no ella
de él como dice su sentencia cargada de pesimismo. Sus pensamientos vuelan, pero no aterrizan,
se caen como Ícaro cayó cuando se acercó
al sol. Solo las alas de los ángeles no se queman porque son de un
material incombustible. Nosotros, juntos a Heine, nos quemaríamos y por eso
solemos quedarnos en tierra, usar esa razón que nos enseñaron en el
bachillerato para aprobar exámenes y
hacer uso de los aparatos sofisticados que ya comenzaron a reemplazar
parcialmente nuestro pensar; empezamos a sentirnos superfluos ante el predominio de tanta inteligencia
artificial.
Pero aun somos capaces de volar
con Heinrich Heine por encima de las nubes y más allá de las estrellas, sin
hacernos caso de astronautas. Descubramos con Heine esta fuente inagotable de
nuestra humanidad, que es la fantasía y la libertad ilimitada del pensamiento,
corriendo el riesgo de precipitarnos sobre la tierra y rompernos el cuello. ¿sí
no… para qué vivimos?
Heine invita a volar y yo sigo esta invitación. Seamos locos, al menos
temporalmente cantando con Heine Heinrich, su poema “Doktrin”
"Schlage die Trommel
und fürchte dich nicht,/ Und küsse die Marketenderin!
Das ist die ganze Wissenschaft,/ Das ist der Bücher
tiefster Sinn.
Trommle die Leute aus dem Schlaf,/ Trommle Reveille
mit Jugendkraft,
Marschiere trommelnd immer voran,/Das ist die ganze
Wissenschaft.
Das ist die Hegelsche Philosophie,/ Das ist der Bücher
tiefster Sinn!
Ich hab sie begriffen, weil ich gescheit,/Und weil ich
ein guter Tambour bin."
---¡Toca el tambor y no tengas miedo y besa a la que
te abastece!
Esa es toda la ciencia, es el sentido profundo de los
libros.
¡Toca el tambor despierta a la gente, toca Reveille
con vigor juvenil!
¡Marcha siempre delante tamboreando!
Esa es toda la ciencia, esa es la filosofía de Hegel,
Es el sentido profundo de los libros.
Yo lo entendí porque soy listo y soy buen
tamborilero.---
mi arma era la canción
friedrichmanfredpeter marzo de
2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario