---" Ambos quieren acabar con la guerrilla: uno
arrodillándola, otro afantasmándola, pero ninguno de los dos quiere una paz que
transforme el país, porque ninguno de los dos está descontento del país que
tenemos.
Están reviviendo la vieja
costumbre de las élites nacionales de utilizar el Estado para debilitar a la
oposición, de esgrimir la paz para golpear al adversario, de no ver en el
Estado un instrumento para resolver los problemas de la sociedad, sino un
botín, un banco de empleos y una herramienta para eternizar en el poder a los
suyos.
La paz, el conmovedor anhelo
de paz de todo un pueblo, es el instrumento que utilizan estos dirigentes para
alcanzar sus objetivos parciales y ciertamente mezquinos. Nunca argumentos tan
sagrados fueron utilizados para fines tan innobles. Nunca se abusó tanto del
sufrimiento de unos, de la paciencia de otros y de la credulidad de todos los
demás."---[1] William Ospina
El autor de estas líneas se refiere a la controversia abierta que sostienen
el actual presidente de Colombia Juan Manuel Santos y su antecesor Álvaro Uribe
Vélez. Ambos representan fracciones de la sociedad colombiana y ponen sus
respectivos intereses en la mesa de negociación de "la paz" con la
guerrilla histórica de las FARC en desarrollo actualmente en La Habana y con el
gobierno cubano de anfritión.
Comentario
Hemos de advertir, antes que nada, que no intentamos
evaluar ni las posiciones de los políticos de marras, ni la del columnista de
EE, el señor Ospina. Mucho menos pretendemos definir una postura propia al
respecto; el proceso de acabar con una "guerra sui generis" (con
carácter de rebelión local, de guerra civil y bandas criminales) será largo y
difícil porque reune intereses materiales de impresionante dimensión, intereses
contravertidos y cubiertos bajo lemas dudosos provenientes de ¨sobras¨de
fragmentos ideológicos, por ejemplo comunistas o patrioterismos, todos ellos
invocadores de la "libertad", cuando las estadísticas hablan de más
de 250 000 personas que han perdido la vida, desaparecidos, secuestrados,
torturados,
asesinados,
caidos en combates o emboscadas.
Invocan,
también todos, a la justicia, aunque en
el fondo no existe consenso alguno acerca de cómo sería tal
"justicia".
¿Quién
iluminará a las mentes inflamadas para hallar un compromiso de valientes…un
compromiso que un día no tan lejano se pueda llamar paz?
Le preguntamos
a un teórico, Von Clausewitz, sobre el tema. Muerto ya hace muchos años pero
leído y estudiado por muchos actores históricos de la guerra importantes todos,
entre ellos tanto revolucinarios como Lenin, Mao y Fidel, como reaccionarios…los
zares rusos, los actores de la Santa Alianza, y Bismarck naturalmente.
¿Hay algo que
pudiéramos aprender de sus teorías para aclarar el camino? Aclaremos que tales
teorías han sido consideradas por muchos como cinismo y militarismo, y admirada
por otros tantos como objetivas, realistas
y contrarias a todo entusiasmo y emoción pacifista inútiles en la experiencia
concreta.
Bien,
preguntamos a Carl von Clausewitz (1790 – 1831), general prusiano y
docente de la Academia Militar Rusa, autor de un famoso libro, inconcluso, VOM
KRIEGE - Sobre la Guerra -
¿Qué nos
respondió?
Inicialmente hizo un preliminar sobre el tema de La Guerra:
"Un fuerte ánimo no es
aquel capaz de emocionarse, sino quien mantiene el equilibrio a pesar de las
fuertes emociones que le invaden. Similar a una aguja de brújula de un barco en
alta mar la mente firme seguirá su rumbo de acuerdo a su vonvicción y proyecto.
--- Porque la guerra nace de la debilidad humana y contra ella debe actuarse y
del saber y desear debe salir el poder hacer.(…)Porque la guerra no es un acto
de violencia entre individuos sino un complejo de múltiples estratos que marcan
su carácter especial."(Vom Kriege, 1/2-2/2-4/10)
-Ajá- acotamos… entonces no se trata de fantasear o de crear
entusiasmo para iniciar o para terminar
una acción militar que llevan el nombre
GUERRA o PAZ. ¿Qué alternativa hay entonces?
Clausewitz habló en alemán para citar la frase más célebre de su obra:
"Der Krieg ist eine
bloße Fortsetzung der Politik mit anderen Mitteln."
--La guerra es
una simple continuación de la política, con otros medios -" Y ya que es así, las controversias políticas
continúan en medio de la guerra y durante de ella, nunca serán transformadas en
otra cosa, continúan existiendo a pesar de tantos medios que la guerra inventara.--
Porque la guerra es simplemente un acto de violencia
para obligar a un adversario para que acepte nuestra voluntad." (Vom Kriege
1/1)
-¿Entonces la
guerra tiene una enorme fuerza innovadora, elimina y construye al mismo tiempo?
"Sí, así es, la violencia se arma de inventos,
de artes y de ciencias; así es cómo la violencia se enfrenta a la violencia.(…)Porque
el fin ha de ser político; la guerra es el medio y jamás se proyecta el medio
de la guerra sin contar con el fin político." ( Vom Kriege
5/4)
-¿Significa eso
que tenemos que conformarnos con la presencia de guerras porque la confrontación
política, los intereses creados adversos son permanentes?
"No he
dicho eso, pero rara vez en Europa
existió la paz y en otros continentes las guerras jamás acaban. (…) El arte
consiste en limitar la violencia- digamos transformando espadas en elegantes
puñales. ---
Debe eligirse la defensa armada, porque defenderse
es más fácil que agredir y necesita menos medios." (Vom Kriege 6/2)
-¿Entonces,
nunca habrá paz?
"La Paz
definitiva es una quimera."
¿Y ahora, qué
conclusión podría sacar un observador científico colombiano de esta entrevista
con un clásico pensador europeo?
Me atrevo a
insinuar lo siguiente: Antes de crear
entusiamo e ilusiones habrá que tomar en serio la advertencia de Clausewitz de que
las guerras, todas, tienen un
complejo político; mientras este orígen
no se aclara, mientras profundas controversias entre grupos sociales, intereses
locales y poderes económicos no se remedian, el medio de la guerra seguirá en
la lista de los actores, seguiría siendo una opción.
Clausewitz no
opta por una filosofía de la Paz. Solo en apariencia se dedica a la analítica
de la guerra con exclusividad. Su annotación es: ¿cómo limitar la violencia?,
¿cómo actúan los actores del conflicto militar?, ¿a qué razones obedecen? ¿de
qué medios se sirven?
¡Si quieres la paz, conoce primero la guerra!
esa es la conclusión que sacamos de la lectura del voluminoso libro sobre la
Guerra.
Es cierto,
Clausewitz en su vida real no optó por la paz sino por la victoria ( la victoria
sobre Napoleón), pero la victoria en su teoría debe ser una victoria duradera y
no fugaz. El vencedor solamente permanecerá en su posición privilegiada si
tiene en cuenta la estabilidad que la razón política requiere, debe pensar en
el mañana, en el día después de su triunfo militar. Esa razón le conducirá al
"bien hacer", y el fin adecuado es el cese de actos violentos o su
limitación: la demobilización, el reemplazo de LO militar por LO político (que
incluye lo social, sobre todo en el caso de Colombia). Sólo la moderación
solidificará el nuevo status político.
La guerra no
cede inmediatamente a la paz sino a una situación intermedia; y durante esa
fase se construirán los elementos de una conciliación verdadera, un compromiso virtual
que absorbe las voluntades de todos para transformar la nueva realidad en algo
que Rousseau llamó la "volonté de tous", básico para la vida en
democracia. Democracia no es más que la
convivencia civilizada en controversias.
Para excluir la
opción de renovar violencia se necesita la voluntad de todos, y esta se manifiesta en un "plebiscito de todos
los días"; significa aceptar vivir en un país cambiante, dispuestos a
aceptar la rivalidad de los intereses sin falso sentimentalismo como algo
normal y natural.
¡Llámese paz,
yo prefiero el concepto estado de derecho! Los privilegios
históricos constituyen un obstáculo enorme para alcanzar el mínimo normal
posible de tal estado y nunca fueron méritos alcanzados originalmente por los
privilegiados .
Paz significa reemplazar
derecho a la herencia por el derecho a
la movilidad, a renovar el status quo, a buscar creatividad sin temor y a mirar
hacia un futuro abierto. Esa es la dinámica de la Paz.
friedrichmanfredpeter marzo de 2016
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