jueves, 3 de marzo de 2016

Alemanes, ¿de dónde son?






Para el lector español esa pregunta es rarísima, tal vez absurda. Pues los españoles suelen ser de España, naturalmente. Y se supone en sana lógica que los alemanes son de Alemania.
Contemplemos la actual geografía política en Europa y el panorama cultural pasado para verificar otras y sorprendentes respuestas:
El filósofo Manuel Kant es ruso y Schopenhauer polaco, Herder es letón y el compositor Richard Wagner, prototipo de alemán, serbio o croata.
La literatura alemana es aún más polifacética, existen archivos literarios en California, Austria y Jerusalén – aparte del archivo en Marbach, Alemania, donde nació Friedrich Schiller.. Importantes obras literarias en alemán medieval nacieron en Italia y Francia. La poesía lírica del romanticismo en gran parte se creó en Silesia de Polonia, y los premios Nobel de literatura Gunther Grass y Hertha Müller serían polaco o rumana. Kafka, Werfel, Wiechert y Rilke, grandes nombres de la literatura alemana eran checos y los hermanos Stefan y Arnold Zweig y el novelista Roth austriacos naturalmente; Hermann Hesse y otros más serían suizos; y en la actualidad no faltan los húngaros, turcos y chinos entre la lista de la literatura alemana. Y naturalmente, mi autor actual preferido, el satírico e irónico como Heinrich Heine quien contemplaba a Alemania desde Paris. Wladimir Kaminer, ruso de Rusia y berlinés de corazón, como otros cien mil rusos más que dicen que Berlín es la primera ciudad rusa en Alemania y la primera ciudad alemana de Rusia. Existen monumentos aplastantes y una sutil presencia respetuosa iluminante.
¿Será por eso que nos queda fácil a mi generación, la sobreviviente, adaptarnos al discurso europeo? Lo hemos asimilado, es nuestra identidad y nos honra observar como tantas personas de tan variado origen geográfico e intelectual nos vienen a buscar para expresar su mensaje en la lengua de Goethe, quien era licenciado en derecho de la universidad de Estrasburgo, Francia.
Quiero destacar eso para romper clichés en la contemplación actual del panorama europeo. Siento, cómo un proceso lento e imparable en medio de la actual crisis económica, hace revivir los nacionalismos excluyentes. Esa re-nacionalización palpable en los medios públicos de media Europa debe ser combatida, no con afán misionero, sino con  simple información. La realidad es otra que la percepción que nos creamos de ella, recurriendo a cómodos prejuicios.
Y como vemos, no todos los alemanes han sido o son alemanes de Alemania.

friedrichmanfredpeter   21 de marzo de 2012 y 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario