martes, 13 de mayo de 2014

Gente sin casas

Menschen ohne Häuser, Häuser ohne Menschen
    =  Gente sin casa, casas sin gente

Si un etnólogo viniera de otro planeta a España, encontraría un fenómeno único en toda Europa. El etnólogo vería a mucha gente sin casa porque la crisis ha producido medio millón de desahucios. Pero aun más casas hay sin gente.  Y sobre inmensos espacios vacíos destinados a la construcción de viviendas en un tiempo previsible no se levantará ninguna casa. Debe ser este un país extraño, diría yo, donde casas y gente están tan mal repartidas.

El absurdo reparto de casas y gente en España narra la historia de una crisis especial. No indica que haya habido planificación sino la existencia de una mentalidad de buscadores de oro y el  fracaso de la administración pública a la que nadie paró: No lo hizo el estado porque la fiebre inmobiliaria infló sus cajas, no lo hicieron los empresarios de la construcción porque pudieron multiplicar su fortuna y no lo hizo el comprador al preferir la inversión en ladrillos en lugar de ahorros; y el político local tampoco porque se dejó sobornar. Naturalmente no todos. Pero muchos, demasiados. Los periódicos están llenos de eso, todos los días.
En el fondo habría sido necesario excambiar toda la élite directiva del país – política, economía, justicia – para acabar con la locura.

Paul Indengaay : FAZ, Bilder und Zeiten. 19.5.2012 Nr. 116
Traducción: friedrichmanfredpeter

Nota: El artículo de Indengaay, corresponsal alemán de la FAZ en Madrid describe sus impresiones sobre  - un país lleno de ruinas y de urbanizaciones fantasma  a veces habitadas por menos de diez porcientos de pobladores - .
El autor denuncia una mentalidad de busca – casas creada en época franquista bajo el engañoso signo de – ser propietario y no proletario ­– cuando en realidad se pagaba la vivienda varias veces a plazos durante toda la vida, lo cual produjo una fuerte pega al lugar y  creó el mito de –mi tierra.
Creo que no lo aceptaría nadie, que detrás del mito de "lo mío, micasa, mitierra" se encuentran huellas de la ideología prolífera de la era franquista.
Pero en eso, España es distinta a los demás paises europeos. El apego al rincón de tierra que me vio nacer debe modificarse y ceder al apego a la tierra que me da vida, trabajo y libertad.

pienso yo
friedrichmanfredpeter  mayo 2014

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