jueves, 16 de mayo de 2019

JULIA - 'doñajuana'


Era hija del ‘divino’ Cesar Augusto y estuvo casada con el ‘menos divino’ sucesor de éste, con Cesar Tiberio. A Julia le tocaría vivir una existencia tormentosa; si buscáramos a la mujer supuestamente ‘libre’ (la que se suele definir cuando es ella quien elige un hombre y lo toma), ahí la tenemos, el ejemplo clásico, mil y quinientos años antes de que Don Juan de Españacrease el código del sexismo masculino.
En su biografía sobre el Cesar Tiberio, Gregorio Marañón dedica un capítulo extenso a la erótica, sensual Julia:

<<Pasaba Roma por un momento de supremacía de la mujer en la vida privada, y por lo tanto en la pública; y en todas las épocas en que esto ocurre aparece el tipo de la mujer de sensualidad cínica, insaciable y volandera, que no es sino el símbolo de una más de las usurpaciones de los papeles masculinos: el de Don Juan. En este reinado y en los siguientes se pueden recoger varias observaciones típicas de esta variedad del instinto femenino que surge, de tiempo en tiempo, en la historia de los pueblos y siempre con la misma significación.>>[i]



Varias aventuras de Julia se hicieron famosas porque propiciaron conflictos mayores entre la élite política de Roma, provocando muertes y suicidios. La intransigente rivalidad entre los clanes de claudios y julios han marcado el primer tiempo de los césares. Las leyes matrimoniales romanas eran complicadas y desde nuestra perspectiva moderna difícil de entender. Los césares vivían “cornudos”, sus matrimonios obedecían a intereses sociales y políticos. De tanto enredo, a veces era difícil saber quién era hijo de quién.
 
El ‘divino’ Augusto, padre de Julia, finalmente decide desterrarla a un islote en el Mediterráneo, sin hombres y con poco dinero. Y cuando este murió, Tiberio le quitó toda subvención dejándola morir poco a poco entre rocas y olas en completa soledad. ¿Era ese el fin de una tragedia femenina? …o… ¿se trataba de una opereta política de estado, de un imperio en permanente lucha entre rivales por el poder?
Amores extravagantes acompañaban a los fuertes, poderosos y ricos, así ha sido a través de toda la historia; y parece que esto nunca cambiará. Tiberio mismo, durante su vejez era famoso por organizar orgías delirantes. (Marañón duda de eso, porque lo define como viejo, solitario, resentido, vengativo cruel.) Cuando al inicio de la era cristiana se produjo un cambio de  mentalidad, surgió un control social fundada en la enorme rigidez moral antes desconocida, pero también aumentaron la mentira y la hipocresía; y en el fondo, la vida de las personas seguiría como siempre había sido:  corta, incalculable, fugaz y cómoda. En suma: egoísta.

friedrichmanfred y  anavictoria    mayo 2019


[i]Gregorio Marañón, TIBERIO – Historia de un Resentimiento, Madrid 1972, Cap. VI

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