Nada de Utopía,
Responde
Gert Koenen -en un texto publicado en “Die Zeit” el día 18 de octubre de 2017-
a la pregunta ¿qué era eso, el comunismo de
Lenin? De la siguiente manera:
“Importante
para Lenin no fue realizar un determinado proyecto de estado para el futuro de
este Imperio en quiebra; se trataba de acelerar su descomposición y la
evolución para lograr a dirigir el proceso. Lenin, con la mente fría había
esperado (desde el exilio en Suiza) que
llegara su turno, la oportunidad para hacerse el dueño de las operaciones en
medio del caos anárquico.” (rebelión en el ejército, invasión de las
tierras y fábricas por los campesinos y obreros, declaraciones de independencia
de nacionalidades no rusas, etc., etc.)
¿Cuándo
caerían por su propio peso, el régimen monárquico y su seguidor el gobierno
democrático – republicano? Esperando esa Hora Cero en la que bastarían unos
pocos miles de armados para hacerse con el Poder y no soltarlo más.
Todo
fríamente calculado, nada de redención socialista y comienzo de una era
comunista como era pronosticado por Marx / Engels en el Manifiesto Comunista de
1848.
Conservar el Imperio, salvar su consistencia
sin alteración, esa fue la meta real. Para lograr eso, todo tenía que cambiar para
que todo pudiera seguir igual. Y en efecto, El Imperio Rusia continuaría bajo
el nombre de Unión Soviética, mientras que los demás imperios: el alemán, el
austrohúngaro, el otomano se hundieron y fueron fragmentados. El precio que
tendría que pagar la población rusa será terrible: una dictadura sin piedad se
hizo de todas las reservas materiales y culturales logrando casi exterminar la
herencia milenaria del país.
El
triunfo final será de su heredero, Stalin; este hombrecillo en el pacto y
dentro de su rivalidad con Adolf Hitler,
extendió el dominio del Imperio hasta el centro de Europa. El costo de eso ha
sido enorme y no tiene igual en toda la historia, más de cincuenta millones de
muertos y las vidas destrozadas o distorsionadas de tantas millones o más. La
utopía socialista, - que permanecía viva
en la socialdemocracia alemana- fue la primera de esta historia en ser descartada o anulada, declarada falsa y
traidora; sobrevivía solamente reducida a proyectos y a bella literatura y a la
memoria de ilustres personajes.
Sobre mi
mesa de escritorio mantengo la foto de Rosa Luxemburgo. Su carta a Lenin es
reveladora, ella vio lo que muchos admiradores del Octubre Rojo nunca aceptaron:
“La
dictadura del proletariado acabará siendo la dictadura sobre el proletariado!”
¿Sanarán
alguna vez estas heridas que un gigantesco EGO hábilmente provocó?
Este
cuadro histórico, idólatra la fuerza de voluntad del aquel actor político sin
escrúpulo:
friedrichmpeter octubre
2017
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