sábado, 14 de octubre de 2017

Los Profetas del nacionalismo

Los profetas del nacionalismo
Die Propheten des Nationalismus

“Die Propheten des Nationalismus reden manchmal so, als wenn das höhere, ja sogar das höchste Recht der Nation gegenüber dem Einzelnen auf der Tatsache gründe, dass allein das Leben, die Ziele und die Geschichte der Nation all dem Sinn und Bedeutung verleihen können, was das Individuum ist und tut. (----) Andere Menschen stünden in derselben Beziehung zu ihrer eigenen Nation, deren Ansprüche nicht weniger absolut sind, so dass sie bei der Verwirklichung ihrer Ziele mit anderen Nationen in Konflikt kommen. (---) damit wird dem Krieg aller gegen alle Tor und Tür geöffnet.
Es gibt Nationalistan, die dieser Folgerung durch den Beweis entgehen möchten, dass eine bestimmte Nation oder Rasse – etwa die deutsche – anderen Völkern überlegen ist und ihre Ziele diejenigen  der anderen übertreffen, dass gerade diese Kultur Menschen hervorbringe, die dem wahren Zweck der Menschheit am nächsten komme. (---) Diejenigen, die das Glück kaben, nach diesem Ideal zu leben, halten sich für überlegen gegenüber allen anderen. Dies führt zu kollektiver Selbstverherrlichung, die im europäischen und vielleicht auch im merikanischen Nationalismu ihren folgenreichen Ausdruck gefunden hat.” ( Isaiah Berlin, Der Nationalismus)[i]


 “Los profetas del nacionalismo proclaman, que el más sublime derecho de toda nación sobre el individuo es: Que el proyecto vital y la historia de cada nación den exclusivamente sentido e importancia a la vida de los individuos. Hay otras personas que vivirán esto en el marco de otra nación y esta reclamará lo mismo con absoluto derecho; por eso los conflictos entre las naciones serían inevitable y  se abrirá el portón a la guerra de todos contra todos.
También hay nacionalistas que presumen saber evitarlo diciendo que existe una determinada nación  – por ejemplo la alemana – que es superior a otros pueblos porque sus méritos y proyectos sobrepasan el nivel de todos, pretenden llegar al sitio más alto posible en el desarrollo de la humanidad. Eso conduce directamente a la idolatría hacia ellos mismos, lo que pasó en la tradición europea, tanto o más en la americana.” Isaiah  Berlin, El Nacionalismo.

“Am deutschen Wesen soll die Welt genesen.”  “¡El modelo alemán debe sanear el mundo!”. Con esta sentencia, cita de un verso de Emanuel Geibel poeta neorromántico alemán, describía Wilhelm II Emperador  la misión del imperialismo alemán al comienzo del siglo XX. Y con ella abrió la puerta a la catástrofe inicial que tragó las vidas de millones de víctimas. Muchos creyeron en esta máxima, cumbre  del nacionalismo ideológico; la mayoría, sin embargo, individuos arrancados de su existencia pacífica fueron sacrificados sobre el altar del culto a la patria bajo una nube de banderas. Georg Heym, autor expresionista lo describe así:
“De entre las tinieblas se levanta quien  durante años dormía en su cripta profunda/ Monstruoso, enigmático, bajo la luz de poniente con su mano negra estruja la luna”.[1]
La muerte de millones fue iniciada por el discurso nacionalista que había invadido Europa. Sus profetas habitaban palacios, colegios, universidades y también  iglesias. Quien ha visto una vez el mar de cruces que se extiende hacia el horizonte en norte de Francia, en Flandes y en tantas regiones más, nunca perdonará a los profetas su nefasta labor de inflamar mentes, de fanatizar varias generaciones europeas y de llevarlas a la muerte prematura. ¡Recordemos! Esa locura colectiva cobró en total setenta millones de muertos entre soldados y civiles.
¡Basta ya! deberíamos gritar todos al unísono; sin embargo, no es así… otra vez con la misma cara arrogante de inocencia se nos presentan los profetas del día y exhiben sus románticos proyectos. En vez de argumentos promueven sensaciones, ideas sacadas de la barriga y reducidas a banderas volantes.
¿Remedios?

fmpeter  octubre 2017  edición anavictoria



In der Dämmerung steht er groß und unbekannt, Und der Mond zerdrückt er in der schwarzen Hand



[1] Georg Heym: Der Krieg:
Aufgestanden ist er, welcher lange schlief, Aufgestanden unten aus den Gewölben tief.


[i] Isaiah Berlin, nació en Riga en 1909, vivió en San Petersburgo durante la Revolución de Octubre.
Exilado en Londres ejerció carreras de Filosofía y Historia como profesor universitario y escritor. Hablaba y escribía en varios idiomas; murió en 1997.
Seleccioné el presente texto entre sus escritos “Wider das Geläufige, Aufsätze zur Ideengeschichte” publicados en Frankfurt 1979.

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