>Un
joven me contó lo que sucedió en Polonia, y lo que había visto en varias
ciudades y en Treblinka. El mismo se había escapado de la muerte creyéndose
salvado, cuando en la continuidad para si mismo y para los demás sólo sería un sobreviviente.
En este momento supe, que
para mi en adelante Alemania no podría ser más nunca lo que había sido hasta
esa hora. La rotura quedó sellada. Estuve consciente que el día de la victoria,
Europa será un montón de escombros, y que el mundo de mi infancia quedará
destruido, y que no habrá sobrevivientes.
No tenía dudas que Europa
será reconstruida ....
Nuestros enemigos merecían
ser derrotados, pero los vencedores - eso creo yo - no merecían la victoria:
No socorrieron a los
insurgentes de Varsovia, no atacaron los campos de exterminio cuando facilmente
lo podían haber hecho sus aviones de combate. ....
Y los judíos - creyéndonos
siempre poder forzar un happy end sobre esta tierra.<
Palabras del escritor Manès Sperber que se leen con emoción en un texto
autobiográfico - Bis man mir Scherben auf
die Augen legt - Hasta que me pongan cristales rotos sobre
los ojos -
Sin embargo, Sperber, Döblin y tantos más volvieron a pisar la
tierra que tanto odiaron por haberles causado eso. Judíos alemanes, que habiendo
perdido su patria, ahora se presentaron vestidos de uniformes de los
vencedores. Y los que viajaron a través de Alemania vestidos de soldados
americanos, ingleses o franceses, en vano buscaron una patria. Y se dieron
cuenta, dice Sperber
>que hay un amor infeliz,
incurable como la peor enfermedad:
el amor al páis que te
expulsó. Quien busca la patria sin quererla encontrar, al mismo tiempo está
deseando ser encontrado por ella.<
Hay casos espectaculares como el de Sonja Landau, alias Krystina
Zywulska, sobreviviente de Auschwitz, que se casó con un alemán, nada
menos que con el hijo de Veit Harlan, el
autor de la película antisemita más detestable "Jud´Süss" durante el
Tercer Reich.
FAZ de 30 de agosto 2014 relata su vida increible:
- Se escapa junto a su madre del gueto de Varsovia. Un guarda de
turno las deja pasar. Nada más presentaron un pedacito de papel.
Se asocia a la resistencia polaca y nuevamente cae prisionera.
- Sobrevive la enfermedad del tifo el KZ Treblinka porque una
guarda le da medicamentos.
- Huye nuevamente cuando los KZ en Polonia fueron evacuados,
escondéndose en un pajar.
Se transforma en una notable escritora en Polonia de postguerra, se
encuentra con aquel alemán; se casan. Emigra a Alemania.
Muere en Düsseldorf, Alemania en 1992. Un hijo y un nieto son
artistas, uno en Varsovia, el otro en Alemania.
El ejemplo de Sonia Landau es un remedio contra la resignación; aun
no estamos perdidos variando el admirable himno nacional polaco, aun tenemos la
vida los que queremos en los hombres, y en su capacidad de hacer el bien.
friedrichmanfredpeter
septiembre14
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