miércoles, 16 de agosto de 2017

jueves, 10 de agosto de 2017

¡No olvides el látigo!

“¡No olvides el látigo!” dijo este hombre tímido, asustadizo…  ¡y se refería a las mujeres!
¿Qué motivos habrá tenido para manifestar una sentencia tan bárbara?
Cinco mujeres le educaron en su casa piadosa: la abuela, la madre viuda de pastor evangélico, dos tías y sobre todo una hermana dominante y ambiciosa. Al pastor difunto  debiera haber seguido nuestro hombre ya que desde muy temprana edad le gustó predicar subido a una silla de la mesa. Ya de estudiante, sin embargo, abandona muy pronto tal vocación familiar, pero nunca se alejará de las mujeres que le inspiraron una fuerte y personal devoción.
Es torpe e inhibido, escribe cartas, envía mensajes y se sirve de mensajeros, pero nunca obtiene respuestas. En la ciudad de Colonia entró en un burdel, llevado allí por la burla de un mensajero. Y las damas quedaron perplejas al verle tocar el piano del sitio. Este hombre torpe se enamoró de la esposa del famoso compositor Richard Wagner; invitó a numerosas mujeres a visitarle en Suiza donde vivía… Ninguna le visitó. El amor de su vida fue Lou Salomé, una mujer extraordinaria, pero no se atrevió a declararse a ella, le pidió a un amigo que lo hiciera en su lugar. Y este, enamorado de la misma dama, por supuesto se la llevó.

El Hombre y La Mujer
>>---das Verhältnis des Mannes zum Weib ist das natürlichste Verhältnis des Menschen zum Menschen. In ihm zeigt sich also inwieweit das natürliche Verhalten des Menschen menschlich oder inwieweit das menschliche Wesen (---) ihm zur Natur geworden ist. In diesem Verhältnis zeigt sich auch, (----) inwieweit ihm also der andere Mensch als Mensch zum Bedürfnis geworden ist, inwieweit er in seinem individuellen Dasein zugleich Gemeinwesen ist.<<
(Karl Marx, ökonomisch – philosophische Manuskripte, 1844 )

  ¿Qué dice Karl Marx?

lunes, 7 de agosto de 2017

Episodio

Episodio
¿Para qué sirve la historia?

El autor inglés David Loewenthal  en “Manifests for History” habla del encuentro de una historiadora con una joven turista en la Sainte – Chapelle de Paris:

El escritor

“Las condiciones de trabajo de un escritor naturalmente son diferentes a las de un comerciante o de un ingeniero. Y es debido a la sociedad, que  cuando se refiere a un escritor, lo hace como si de un ser raro y excepcional se tratara. Hay personas que ven al escritor como una especie de canario o papagayo. No debe deformarse en el eco social subvencionado, ni tampoco decorar el propio ombligo con el dolor  del mundo. Ser observador es condición de su trabajo; pero también lo es compartir las penas ajenas.

Ejemplos hay: cuando la sociedad no entiende al escritor eso es fatal para él; pero el aislamiento  que por ello sufre es soportable. Mucho, mucho peor para él es no comprender a las personas sobre las que escribe y ese aislamiento – se puede justificar como quiera – es el verdadero desastre.“ Martin Walser


martes, 1 de agosto de 2017

El fundamentalismo islámico

Fundamentalismo  Islámico
“Hakimiyyat Allahh”  -  el  Régimen de Dios

¿totalitarismo moderno?


A quien llega tarde

“A quién llega tarde, le castiga la vida”,

                 dijo Gorbachov, el último secretario general del comité central soviético antes de disolver un régimen político que había durado 70 años; su homólogo alemán Honecker hizo lo mismo; el estado alemán de la RDA sobrevivió 40 años escasamente. Y así sucedió en otros numerosos países europeos.