miércoles, 8 de octubre de 2014

Rilke, Der Panther

Der Panther
Im Jardin des Plantes, Paris 


Sein Blick ist vom Vorübergehn der Stäbe 

so müd geworden, dass er nichts mehr hält. 

Ihm ist, als ob es tausend Stäbe gäbe 

und hinter tausend Stäben keine Welt. 



Der weiche Gang geschmeidig starker Schritte, 

der sich im allerkleinsten Kreise dreht, 

ist wie ein Tanz von Kraft um eine Mitte, 

in der betäubt ein großer Wille steht. 



Nur manchmal schiebt der Vorhang der Pupille 

sich lautlos auf -. Dann geht ein Bild hinein, 

geht durch der Glieder angespannte Stille - 

und hört im Herzen auf zu sein.
 


Rainer Maria Rilke, 6.11.1902, Paris
La pantera
en el Jardin de Plantes de Paris
De tanto caminar detrás de rejas,
su mirada se cansó y nada retiene.
Es como si hubiese mil barrotes
y tras ellos ningún mundo.

El suave caminar con firmes pasos
da vueltas en el espacio estrecho,
es como si fuese bailando
la fuerza vital a la rotonda
donde duerme una gran voluntad.

Sólo a veces se abre la cortina
ante la pupila discreta.
Entonces una imagen penetra
tensa por las entrañas quieta
al corazón, donde deja de ser.

¿A quién se dirige el autor de este poema conocido por el bello lenguaje y por el emotivo mensaje?
"Der Panther" suena a fuerza vital, a naturaleza salvaje, a peligro para hombres no precavidos y animales dóciles.
"Der Panther", una criatura no domesticable y por ende sin utilidad en el proceso recreativo del hombre, el dueño de la tierra.
Al "Panther" (masculino en alemán) se le da cacería, para conseguir trofeos - a lucir valentía -  o se le encierra detrás de rejas para exhibirlo para recreo dominical de las familias.
Y ahí está, ¡Admírenlo! bien alimentado de cadáveres, carroña de mataderos, paseando donde nunca escapará, hasta que  la muerte lo libere; se lo dará la compasión veterinaria.
¿Escrito está para directores de zoológicos, para que se sitúen ellos detrás de las rejas? ¿Revisarán las prácticas de retención de "fieras" peligrosas en parques zoológicos?
¿O para  papis inocentes que caricien a un niño valiente?
-¡Comerá  tu salchicha!- advierten para disfrutar del temor en el rostro inocente.
¿O estará escrito para el  amante de la fauna africana, quien sueña de safaris al continente negro, acercándole lo que dificilmente podrá contemplar a través del anteojo? ¿Aumentará  su apetito para cazar?
Nada de eso.
Rilke no escribe poemas para la asociación de protectores de animales. Su visión de " Der Panther" no es el interés moral o biológico.
¿Cuál es?

Es patente una parábola de la vida que nos sugiere la imagen de esta pantera enjaulada en el Jardin de Plantes de Paris. El poeta se imagina los miles de barrotes que separan esa bella criatura de su mundo real, tan distante y desconocido.
Detrás de las rejas parece que ya no hay nada real. El cautiverio es la única realidad que conoce. Solamente ve rejas  que le impiden comunicarse con el mundo exterior. Rara vez penetra una imagen desde fuera, pasa por la pupila medio abierta, atraviesa el cuerpo y se pierde en un corazón insensibilizado por la prisión.
Sin embargo, encerrado en el estrecho espacio de su experiencia vital, bailando lo encontramos  a pesar  de los movimientos reducidos a mínimos.
Sin embargo, ahí está la voluntad  presente que se ejerce en movimientos rutinarios.
¡Cuántas cosas podría hacer este felino si fuera libre !
¡Cuánta elegancia en sus movimientos!

"Der Panther" nos enseña, no perder la gracia, la elegancia, la nobleza  en el espacio reducido de nuestras vidas.
Enajenado guarda la dignidad. Su baile acusa a los que lo mantienen encerrado.
Su cautiverio,  lo transforma en un lugar de belleza y cada movimiento nos pregunta: ¿Cuáles son los barrotes que te encierran a ti? ¿Quién es más cautivo, tú o yo?
"Der Panther" es soberbio, no se digna a contestar las miradas de los curiosos.
Su vida es bella, a pesar de las rejas.
¿Y la nuestra?

friedrichmanfredpeter octubre14

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