lunes, 10 de febrero de 2020

Verdades / Opiniones



En una entrevista, Niklas Luhmann[i](1927 – 1998), opositor y rival de Jürgen Habermas, en el campo de las Ciencias Sociales manifestó unas experiencias básicas de la propia biografía que tal vez interese a los seguidores habermasianos; resumo:
1.        
Preguntado por qué rechazaba el término tan usual de capitalismo liberal,contestó que él preferiría que se hablase de economía monetaria:Se trata de que una economía así enfocada, sobre el dinero como fuerza creativa, es capaz de coexistir con distintos sistemas políticos, desde el régimen comunista hasta el fascismo y lo que llaman neo-liberalismo. Son las mismas reglas, sólo los usos son diferentes.

2.
Preguntado si era cierto que hubiese mantenido una equidistancia entre la democracia y el comunismo, contestó que esa actitud era explicable:

ü   Luhmann había conocido la colaboración de nazis con comunistas: “Camaradas” se llamaron entre ellos (Kameraden der Rotfront”). Sus símbolos, “la bandera roja” eran similares. Entre ambos hundieron la tan odiada República Alemana.

ü  Cuenta Luhmann acerca de sí mismo: “Mis primeras impresiones de libertad y democracia en el año 1945 fueron así: Siendo prisionero alemán a la edad de quince años (niñosoldado)me arrancaron el reloj del brazo y me dieron una paliza tremenda que me dejó malherido.”

ü  “Me es imposible compartir la mirada del investigador desde el punto objetivo que exhibe el sr. Habermas. Yo soy parte y ningún ‘visitante’, sigo siéndolo aún mientras dura mi actual labor investigativa. Todos formamos parte de lo que investigamos y tendrá que pasar tiempo y cuajar nuevas experiencias para acercarnos a ese ‘espíritu crítico’ exhibido con soberbia en la ‘Escuela de Frankfurt’ y representado por Habermas.”

ü  Marx es importante y mucho se puede aprender de él. Pero el ‘marxismo’ ha sido un error histórico que costó y aún cuesta caro a la humanidad.

friedrichmanfred  febrero 2020
    ed. anavctoria



[i]Niklas Luhmann,  SHORT CUTS, Berlin 2000.

Confieso...

                                      

…que la estupidez siempre me acompañó durante mis  largos años de vida. Es tan fácil confundirla con ‘progreso’, con  afán de esperanza, con ideales insólitos. 

Ya Erasmo de Rotterdam le puso el sello de aprobación a la ‘stultitia’, a la estupidez, a la “Dummheit”. “Sin ella no existiríamos”, escribió. 
Y es que para vivir la necesitamos como el pan de cada día. Sin ella nos invadiría el aburrimiento; a ella debemos en gran parte el éxito en nuestra vida profesional. 
Su sabio consejo nos recomienda dejar atrás tanta reflexión, descartar las dudas y decidirnos por lo que mejor resultado promete. “No seas tonto!” te ordena su saber práctico, cuando la otra, la mente ilustrada se ha retirado a un rincón escondido. A veces se me ve pensionado, porque la pensión es el premio fundamental otorgada por la estupidez.
Ahh…y cuando te saludan y te aplaudan con entusiasmo, está tú seguro: ¡algo hiciste mal! El elogio que recibes te lo envía la estupidez.

Despóticos piadosos

                                             Despóticos piadosos

“El despotismo de los frailes es ilimitado. (---) El monje sabe hacer cumplir las órdenes más increíbles porque está acostumbrado a que se cumplirán ciegamente. El joven fraile, educado en su monasterio exige la misma obediencia que le fue impuesta a él (en España) y llegado a América con la pretensión de obedecer a una llamada de voz interna intenta establecer un régimen chino o inca. En su mayoría se trata de jóvenes que han querido escaparse, muchos estando arrepentidos de haber tomado los hábitos religiosos. Con frecuencia son jóvenes de 18 o 19 años de edad que apenas llegan a América los hacen rápidamente sacerdotes. Los más talentosos se quedan en las costas donde realizan negocios opulentos participando en el tráfico ilegal con Jamaica. Solo los más estúpidos se adentran en las selvas. Y en estos lejanos lugares no existe mayor autoridad que la de los monjes. Ahí viven con absoluta libertad sus pasiones, entregados al más total despotismo.”(Alexander von Humboldt, Tagebücher (los diarios), Lima 1802)

             

 Los volcanes de barro en Colombia tal como eran en tiempos de Humboldt.

sábado, 8 de febrero de 2020

ORPLID

ORPLID

Du bist Orplid, mein Land!
Das ferne leuchtet;
Vom Meere dampfet dein besonnter Strand
Den Nebel, so der Götter Wange feuchtet.

Uralte Wasser steigen
Verjüngt um deine Hüften, Kind!
Vor deiner Gottheit beugen
Sich Könige, die deine Wärter sind.

Tu eres Orplid, mi país / Me iluminas desde la lejanía / 
Con tus soleadas playas / Humedeces las mejillas de los dioses /
Hija mía, tus nalgas / rejuvenecen aguas arcaicas 
Y ante tu Majestad se inclinan / los reyes que te cuidan. /





“Canción de Weyla” se llama este poema escrito por Eduard Mörike (1804 – 1875) ¿Lo habrá conocido Alexander von Humboldt? No es probable. Sin embargo, América Latina y sus Trópicos para aquel viajero, escritor, investigador era algo así como ‘la Tierra de los ensueños’.

HYPERION



Ihr wandelt droben im Licht
Schicksallos, wie der schlafende
Säugling atmen die Himmlischen
Und die seligen Augen
Blicken in stiller seliger Klarheit

Doch uns ist gegeben
Auf keiner Stätte zu ruhn;
Es schwinden und fallen
Die leidenden Menschen,
Wie Wasser von Klippe
Zu Klippe geworfen.
Jahrelang in’s Ungewisse hinab.

Orbitáis dentro de la Luz…igual que neonatos, ignoráis vuestro destino/ 
Cuerpos celestes majestuosos respiráis mientras dormís/
Y vuestras calmas miradas de Deidades/observáis con eterna claridad/

Pero nosotros/Nuestro destino es no descansar en ningún sitio/
Tambalear y caer/eso hacen los sufridos humanos/
Arrojados como el agua que salta de una roca a otra/
Largo tiempo en permanente e incierta caída.

                                         

Este poema de Friedrich Hölderlin es el poema de mi vida. Traducirlo y no acudir a manos más expertas que las mías es un reto. Tal vez imposible de hacer. Tampoco pretendo interpretarlo, ni comentarlo.

martes, 4 de febrero de 2020

VIRUS "VOLADOR"



El historiador Emmanuel Le Roy Ladurie[i]manifiesta en el ensayo ‘Epidemias, Guerras y el Estado Moderno’ la existencia histórica de lo que él llama “villestombeaux” – ciudades cementerios -.
Talsignificó por ejemplo, en Francia del siglo 17 que aparte de la grandeza del Palacio de Versailles y de su magnífica Majestad Luís XIV, la admirada Francia vivía cubierta de la mortandad provocada por permanentes epidemias. La ciudad de Paris igual que todas las demás ciudades del reino ‘del Sol’ era el lugar de la muerte de gente, seguramente aquellos que en ese gobierno del ‘Sol’ no cabían. Los que sobraban en el campo huían a la ciudad y la ciudad transportaba a la mayoría de ellos al más allá. Las bacterias y los virus cambiantes se encargaban de esa labor de matar a los que eran superfluos y así, la población total en Francia durante muchos siglos se mantuvo constante: alrededor de veinte millones de personan sobrellevando una economía de producción natural. Más de la mitad de ellos siempre hambrientos. Precariedad, sana y muy natural.

 Hoy por hoy en territorio francés son 67 millones de personas y…sigue aumentando. ¿Hambre, qué es eso? me preguntarían los que muerden con apetito su hamburguesa insana y para nada natural u “orgánica”, como suele denominarse ahora.

Recordar al etnólogo Claude Lévi–Strauss cabe aquí porque él definiría la mentalidad moderna de sus conciudadanos con ‘una perdida facultad de situarse en la historia’. ¿Para qué interesarse por lo que ha pasado en aquellos años oscuros, cuando hay que operar y prevenir los males del presente? Y… ¿cuál era en ese entonces el Gran Mal a curar?

He aquí un registro fotográfico:




Gripe Asiática o Española se llamaba la epidemia que mataba a millones de personas en todos los continentes en los años 1918 /1919.

sábado, 1 de febrero de 2020

Ser 'Estúpido' a la francesa



“¿Es la estupidez de Derechas o de Izquierdas?”pregunta André Glucksmann, filósofo francés.

En realidad, la Izquierda francesa con frecuencia se ha quejado por tener que aguantar a “la Derecha más estúpida que jamás ha existido”. Y la Derecha a su vez replicaba que no se había conocido una Izquierda más estúpida que la francesa.
Bueno resulta recordar en este punto que para el caso francés todo político es juzgado, antes que nada por ser estúpido o inteligente, tal es un válido consenso general. Todo es perdonable…pero el ser estúpido, no; la estupidez descalifica definitivamente. ¿Quién votará por un personaje estúpido? Se diría. En el país de Montaigne hay que saber de retórica o mejor se calla la boca quien no pueda expresarse razonablemente.

En otros ambientes la movida política suele ser diferente; los anglosajones, por ejemplo, en el derrotero popular para la calificación importa mucho que el político sea honrado, que pague sus impuestos puntualmente, cumpla los requisitos de una vida digna y de moral intachable. Los franceses quieren que sus representantes sean listos, dialogantes, abiertos al público, que sepan algo del arte de vivir y que nunca caigan en un bruto populismo. Ser vulgar es chocante en un mandatario.

Por eso, el político francés teme ser tomado por tonto o incompetente. No saber expresar fluidamente sus ideas lo descalificaría. Está elevado por encima de la normalidad, cuando es “Monsieur Le Président” y preside la nación,LaRépublique,que es más que una institución secular, es un mito histórico vivo.


                   


UN SÍMBOLO



“Sólo quede un símbolo:
Quod elixum est ne asato.
No aséis lo que está cocido.”

Antonio Machado, Proverbios y Cantares XXII.

Oh, sabio Maestro, ¿debería estar inscrita esa insignia sobre la torre repleta de libros innecesarios?, ¿no son ellos en su gran mayoría productos asados o recocidos, refritos de históricos platos que una vez fueron exquisitos?
Todos estamos de pie sobre los hombros ajenos, se dirá; todos somos  paseantes sobre caminos diseñados por mayores y estos a su vez hicieron lo mismo. Cierto.

Antonio Machado vio el triunfo de unos y la derrota de otros, estos otros eran los suyos; entre los dos dejaron atrás paisajes de muerte. Y tanto para los unos como para los otros se trataba de “recalentar comida” utilizando las formas de ideas del pasado: ni unos eran cristianos de verdad, ni los otros fueron libertadores. Inscritas en sus idearios vivieron creencias de segunda mano. 
                     

Católicos raquíticos y reaccionarios contra doctrinarios violentos y sectarios, una larga tradición era esa recalentar platos ya cocinados. Las promesas multicolores de libertades no son la Libertad.