lunes, 13 de marzo de 2017

Las otras iglesias

Las otras “Iglesias”… Nuevos Cultos – Viejos Rituales



(Sitio del Culto en Nicaragua)



“Dios nos dijo que hiciéramos un fueguito para expulsarle el demonio”...

Así habló el joven “pastor” de 23 años, y así, tal cual se realizó el hecho delictivo: quemaron a la joven Vilma Trujillo que según la opinión de su pastor estaría “posesionada por el diablo”. Después de torturarla -como tenía que ser para luchar “inquisición-nalmente” contra la sucia e invisible presencia metida en el cuerpo de la joven- la quemaron viva para que Satán abandonara el cuerpo definitivamente.

Tales hechos no sucedieron  en territorio suizo donde fuera quemada, en plena era de la Ilustración,  Anna Göldin -la última bruja europea- en hechos sucedidos apenas siete años antes de la Revolución Francesa. La bruja Vilma Trujillo ardió el 8 de marzo de 2017 en un lugar apartado de Nicaragua, en América Central.

“Cristianos” se auto denominan los que realizaron la quema y “cristianos” llaman a los que asistieron a este “auto de fe” moderno.  Este neo “cristianismo” viene extendiéndose velozmente por todo  el área del enorme continente americano hace ya algunas décadas. Miles de “iglesias” brotan como yerba silvestre en los suburbios de ciudades, invaden los campos, proliferan creando colegios y otros centros de servicio o de asistencia social. Y está claro que no todas están dispuestas a quemar brujas.
 “Cristianos” como definición para los Cultos y sectas ya no se trata de los  bautizados católico- romanos, sino de gente que recientemente ha descubierto que “Jesús me ama” y que el diablo acecha en cada rincón oscuro o extraño. Entran en éxtasis cuando elevan juntos sus plegarias a Dios y saben exactamente dónde residen el bien y el mal. Repudian el ron y la cerveza…bien, pero lo que pasa casi inadvertido es que igualmente repudian el pensamiento, la decisión libre y consciente, la autonomía y la autodeterminación. No quieren ser ellos los dueños de su propia vida, con gusto se la entregan extasiados a Dios omnipotente y origen de “bendiciones” que como flechas de un amoroso cupido, caen sobre los “cristianos”. Llueven las “bendiciones” allí donde los nuevos “cristianos” proliferen.
Salud, bienestar, éxito profesional  son resultados prometidos por los líderes, “bendiciones” repiten incansables, porque los “cristianos” han creado su vocabulario propio…seguramente que esas “bendiciones” se oponen a las probables maldiciones  que también son posibles.

¿Por qué esa oleada de iluminados, ese frenesí religioso precisamente en estos tiempos?
¿Por qué esa diferencia fundamental en estos territorios si se compara con el ambiente europeo donde cada vez más la práctica religiosa se retira a un rincón de la vida privada?

¿Qué ha pasado?

No presumo de saber suficiente para dar respuesta satisfactoria a estas preguntas; estas actividades que encuentro extrañas y exóticas tampoco resultan, en sí mismas, fenómenos atractivos por investigar. Conozco de cerca (observación directa, conversaciones y anécdotas, lectura de estadísticas a raíz del reciente plebiscito colombiano que tuvo en estas iglesias un gran papel) algo de la situación en el Caribe colombiano. Aquí pretendo, por la vía de exclusión, confirmar lo que opino con seguridad que no es motivación principal del fenómeno de marras:

1.     No es fruto de pobreza, aunque muchísimos de los nuevos “cristianos” vivan en situación precaria. Es falsa, por ejemplo la comparación con signos de pobreza vistos desde los medios europeos y que constituye un error usual en la apreciación que tiene el viejo continente acerca de lo que sucede por estos lares. El campesino entre yuca, maíz, frijol y plátano se alimenta bien. La iluminación ha llegado a todos los sectores de la sociedad – en el caso colombiano  - Intensas campañas de publicidad “venden”  religión como cualquier otro artículo de consumo y amplios sectores urbanos de la clase media acomodada se bautizan en el neocristianismo.
2.     No es falta de información porque los medios de comunicación están omnipresentes. ¿Quién no posee un tfno. Celular? La televisión está prendida durante todo el día hasta en la choza más lejana. El aislamiento y la soledad existen, sí por supuesto, pero no se trata de circunstancias simplemente geográficas, son fenómenos culturales. La incomunicación con el mundo de la cultura, del saber y del estudio es un hecho arrasador: no hay teatros, no hay favorecimiento alguno al que desea ser intelectual o artista, las carreras universitarias son tecnificadas. Estudios teóricos, casi nulos.
3.      No es fruto de tradición, no ha resucitado alguna arcaica creencia precolombina; los dioses indígenas están muertos hace mucho tiempo. Pero ahora parece que una inmensa nube misionera desde el norte del hemisferio invadiera el territorio al sur del Rio Grande. Los signos del nuevo cristianismo en gran medida son notablemente sustancias anglosajonas, americanas, de origen protestante sectario.
4.     No es resultado de imposición, no lo favorece ninguna fuerza pública. La tradición de bautizo, misas y primeras comuniones del catolicismo sigue vigente. Nadie es obligado a compartir el nuevo “cristianismo”. Aparentemente sus fieles son libres en la elección de su religión, y así se estableció en el caso colombiano desde 1991, año de firmada la actual Constitución. Sin embargo, en sectores marginados existe una presión social que no se puede eludir: muchos padres observan con alivio cuando sus hijos se acercan a una iglesia “cristiana” ya que les parece una protección contra la tentación de consumir drogas o de caer en delincuencia.
5.     No es una nueva forma de oposición social o política. Los nuevos “cristianos” son personas conformes con el status quo político. Toda lucha social y política de carácter rebelde o revolucionario les es ajena. Es más, defienden posturas más conservadoras o reaccionarias que el promedio de la sociedad colombiana. Los pastores no paran de reclamar comportamientos  honestos y conformes a las tradiciones vividas durante siglos.

¿Qué más analizar sobre estos nuevos Cultos?

Como filósofo/historiador me permito reunir conocimiento y apreciación  sobre una característica singular de este subcontinente latino, un carácter propio marcado por la historia: Estoy convencido que  sobre América Latina en su totalidad aún pesa la herencia colonial que fue marcadamente distinta de otras formas de colonización conocidas en la historia. No es el lugar para evaluar tal situación, sólo quiero destacar lo que pueda aportar algo a este tema vigente:
 Tanto como sucedía en España así también en las colonias americanas de España y de Portugal fueron ignoradas y excluidas las tesis de la Ilustración europea. España y por supuesto Portugal, nunca vivieron el choque con las ideas de Reforma y de la Ilustración. Los breves episodios de la era napoleónica, durante los cuales España defendió el statu quo en contra de cualquier idea revolucionaria o anti-monárquica no cambiaron nada.

Es importante recordar eso ubicándolo concretamente en el tema  religioso por cuanto durante la colonización española y portuguesa de los territorios americanos, la conversión de la población nativa americana se hizo sin mayores problemas; los indios aceptaron rápidamente el cristianismo católico y se fundieron con el conquistador de muchas maneras; ningún acto de severa oposición es conocido. El indio corriente obedeció y sobrevivió, se dejó maniatar manos y mente sin oponer resistencia. Incluso se inició el gusto en aquellas “cuerdas invisibles” que le salvaron la vida en ese presente violento y le abrieron las puertas a la supuesta eternidad. El indio se habituó, por lo menos en todo lo organizativo externo, a que otros pensaran y decidieran por él.
Sabemos que la Independencia y la supuesta descolonización correspondió a un cambio de patrones reales sin alterar esa mentalidad de dependencia creada y manipulada por los criollos desde sus puestos preferenciales. La intención de Bolívar -en contacto con Humboldt- por lograr introducir un cambio mental sustancial, una nueva conciencia americana, fracasaron. El nuevo americano liberado nunca aprendió a valerse por sí sólo, a ser responsable de su vida presente y futura. Le gustaron las cuerdas impuestas por otros, nunca se sintió maniatado sino guiado y protegido. Este status nunca se alteró.
¿Dónde estaba la alternativa?
Las élites  que quedaron del virreinato buscaron apoyo y orientación en las “Mecas” de Paris y Londres. Vivir sus vidas en estos lejanos “paraísos” sólo simulaba autonomía y libertad y transitó a la literatura. Pero para la masa popular nada cambió. No se necesitó una neo – colonización; se auto – colonizó por sí misma.
Hay otro factor social importante diferenciador con Europa y también con América del Norte: la cultura latina es en esencia esa identificación gustosa con el colectivo, con un alma de todos.  Casi nada se decide sin apoyo familiar y la aprobación de un declarado jefe de clan. Los individuos difícilmente se independizan  de ello. Y ante un Estado tan ausente de los problemas concretos, materiales, no aceptar tales dependencias es perder protección y auxilio.

Debe resultar insoportable, acostumbrado a vivir en condiciones sociales de integración… la soledad en la que el individuo enfrenta la duda… la reflexión con su inevitable riesgo de equivocarse. Por eso es que generalmente se reclama “justicia”, pero sólo en excepcionales casos  “libertad”. La libertad individual es temida, es considerada peligrosa -  aislante; tendenciosamente conduciría al “libertinaje”.
Así las cosas no hay caminos posibles; la mente y el alma han de ser guiadas y llevadas por el mejor camino y esa es una labor colectiva. Para eso están la familia, los amigos, el clan social y …¡los nuevos “cultos cristianos”!. 
Para los nuevos “cristianos” es esto parte de su universo:
“Dios, allá arriba, el protector mayor, el jefe que manda, con quien me comunico directamente extasiado para que me colme de bendiciones.”
¿A dónde va llegar esto? pregunta una amiga.
No sé – digo yo – pero sin lugar a dudas se trata de una auténtica amenaza para la construcción de una sociedad libre, ilustrada, solidaria y democrática.


friedrichmanfredpeter   marzo 2017
anavictoriaoeding  edición

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