sábado, 25 de marzo de 2017

El pecado original

El Pecado Original    (Der Sündenfall)



Diese ursprüngliche Akkumulation spielt in der politischen Ökonomie ungefähr dieselbe Rolle wie der Sündenfall in der Theologie. Adam biß in den Apfel, und damit kam über das Menschengeschlecht die Sünde. Ihr Ursprung wird erklärt, indem er als Anekdote der Vergangenheit erzählt wird. In einer längst verflossenen Zeit gab es auf den einen Seite eine fleißige, intelligente und vor allem sparsame Elite und auf der andren faulenzende, ihr alles, und mehr, verjubelnde Lumpen. Die Legende vom theologischen Sündenfall erzählt uns allerdings, wie der Mensch dazu verdammt worden sei, sein Brot im Schweiß seines Angesichts zu essen; die Historie vom ökonomischen Sündenfall aber enthüllt uns, wieso es Leute gibt, die das keineswegs nötig haben. Einerlei. So kam es, dass die ersten Reichtum akkumulierten und die letztren schließlich nichts zu verkaufen hatten als ihre eigne Haut. Und von diesem Sündenfall datiert die Armut der großen Masse, die immer noch, aller Arbeit zum Trotz, nichts zu verkaufen hat als sich selbst, und der Reichtum der wenigen, der fortwährend wächst, obgleich sie längst aufgehört haben zu arbeiten…



Desde la economía política la acumulación original sucedió (más o menos) de igual forma que la caída teológica del hombre en el pecado original. Cuando Adán mordió la manzana toda la humanidad cayó en pecado. Esa anécdota muy lejana, de tiempos pasados se reafirma  asumiendo que existieron, por un lado unas élites inteligentes e industriosas, y por el otro unos holgazanes parranderos.
La leyenda del pecado original, sin embargo nos cuenta que el hombre ha sido condenado a comer su pan de cada día sudando la gota gorda. Pero la historia del pecado original económico no nos revela por qué hay gente sin obligación de hacer eso (sudar para lograr a comer) Bueno, así ha pasado.: Unos acumularon riqueza y los otros últimos finalmente no tuvieron más nada que hacer sino vender su propio pellejo.
Este “pecado original” es el verdadero origen de la pobreza de la masa y conlleva la necesidad de venderse cada uno a si mismo a pesar de realizar todo trabajo necesario; mientras tanto continuamente crece la riqueza de los pocos que hace rato dejaron de trabajar.

Sobald die Eigentumsfrage ins Spiel kommt, wird es heilige Pflicht, den Standpunkt der Kinderfibel als den allen Altersklassen und Entwicklungsstufen allein gerechten festzuhalten. In der wirklichen Geschichte spielen bekanntlich Eroberung, Unterjochung, Raubmord, kurz: Gewalt, die große Rolle. In der sanften politischen Ökonomie herrschte von jeher die Idylle, Recht und „Arbeit“ waren von jeher die einzigen Bereicherungsmittel… In der Tat sind die Methoden der ursprünglichen Akkumulation alles andre, nur nicht idyllisch.( Karl Marx   Das Kapital   Buch 1)

Cuando se toca el tema de la propiedad, nos sentimos solemnemente obligados a hacer referencia de la visión de  leyendas pueriles, como auténticas y verdaderas.
Conquista, robo y expugnación son verdaderamente los temas importantes de la historia real, en pocas palabras Violencia. La economía política es más ligera, ahí domina el idilio; los mecanismos de la explotación fueron el derecho y el trabajo, y así fue desde siempre. … Los métodos de la acumulación original se dieron de varias formas, con seguridad ninguna de ellas idílica. (Karl Marx, Das Kapital,  Libro 1)

Comentario
¿Había una vez un idilio? ¿Un idilio sin dolor, sin lágrimas, ni trabajo que causa sudor?
El mito del paraíso bíblico así lo establece y el escritor Karl Marx le sigue de lejos pero le da otra interpretación: lo traduce desde el cielo a la tierra, del mito a la realidad, porque real es la vida mientras que ideal y religiosa su reducción a historieta bíblica.
El “pecado original” lo cometen Eva y Adán juntos, un poquito más Eva porque ella es pintada como la seductora incitada por la víbora engañosa.
¿Pero no pasó otra cosa? pregunta Marx, ¿no ha sido al revés?, ¿no fue Eva la que trabajó y era Adán que lo disfrutó mordiendo la manzana? Depués la dejaría comer también porque cada trabajo merece su recompensa, su salario. Y nos imaginamos, con Marx que no sólo se trataría de una manzana sino de tantas más cuantas cupieran en el canasto para llevarse. Ha nacido la primera acumulación, definitiva como el pecado original, ya nunca más abandonaríamos esa preciosa costumbre de pecar o de acumular. Es el hábito más marcado de la humanidad, es su identidad.
Separamos a los que lo trabajan de los que acumulan, porque no todos están implicados en la misma labor, unos mandan, otros obedecen; mientras unos se suben a los árboles a bajar la fruta, otros llenan los canastos, se quedan con ellos y lo llaman propiedad. Comienzan a fabricar vinos con esa fruta, surge la pastelería y también amenazan a los que compiten por eso. La humanidad acaba de pisar su historia, y la historia es una secuencia de avances materiales y técnicos pero al mismo tiempo de violencia y de explotación masificada.
 Por eso eso sucedió que una voz fuerte, desde el más allá, entre relámpagos y truenos advierte que se acabó lo del paraíso: desde aquí y en adelanta hay que sudar y llorar, también morir. Esto último no había que inventarlo porque ya existía ya que las leyes biológicas son universales.
¿Por qué importa a Marx utilizar al paraíso original y al pecado cómo símil?
Es que mirando  la vida, tal como es, comprendemos que no son las ideas las que mueven cielo y tierra, sino lo que sucede en la tierra y eso es economía y la economía es política. Y quién desea conocer el mundo no debe contentarse con registar las apariencias. Debe prolongar su investigación en el sentido  del Fausto de Goethe:
“Conocer las fuerzas que íntimamente rigen el mundo”. (Erkennen, was die Welt im Innersten zusammenhält) Marx no hace más que prolongar el más profundo mensaje de la ilustración de la cuál es  heredero legítimo.
Con ayuda de Marx logramos mirar detrás de las cortinas que cubren las esencias y contemplar esas esencias como elementos que definen nuestra vida.

friedrichmanfredpeter  marzo  2017
anavictoriaoeding   edición

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