lunes, 17 de noviembre de 2014

Europa en crisis

"Effacer Mai 68,
oublier Vichy
et annuler 1789."

Proclama un agente electoral de Marine Le Pen, candidata del partido Front National a la presidencia de Francia para las elecciones en 2017.
¿Tendrá la vecina Francia una presidenta nacionalista, antieuropea, "ultra-" con su recetario anticrisis - compuesto de elementos de extremos de izquierda y de derechas?
Y recetas así surgen como los hongos en el otoño europeo, proclamas que pretenden curar el mal actual con los remedios de anteayer, prometiendo sanear la crisis económica, social, institucional y cultural con la barrita mágica del sabelotodo, haciendo revivir ideologías pasadas.


Y tienen éxito, desde Grecia, a través de España y Francia, una ola de irracionalismo atraviesa el continente europeo - el nuevo fantasma -, con proclamas antisistema y proyectos de fácil ejecución.
Nada de nuevo en el fondo, pues conocemos esto de la historia de las dictaduras modernas del siglo pasado; todo eso se ha ejecutado ya; ha mostrado su cara inoperante, totalitaria.
Pero nos sorprende esa fusión o mezcla de fragmentos ideológicos de los extremos del panorama político: nacionalismo y socialismo en banderas variopintas.
Y así se explica el éxito electoral de Marine Le Pen en las elecciones: La extrema derecha subió tanto porque fue votada por la izquierda. Ha caido un tabú social que impidió esa fusión. El extremismo es capaz de concentrar votos de protesta de cualquier procedencia, y nacen grupos políticos de la nada, carecen de tradición y de organización, proclamando accionismo y espontáneidad: salvación.
 Los que habíamos perdido el amor al terruño y valorar lo propio tanto contra lo ajeno, nos vemos sorprendidos por las mechas nacionalistas que renacen en todas partes, la invasión de banderas y banderines de un engañoso amor localista que manifiesta desprecio hacia lo ajeno en vez de gozar de este mundo abierto y carente de fronteras.

"¡Nosaltres sols!" suena el grito catalán y sólo es un ejemplo de eso que sueñan muchos europeos ante el reto de desempleo y falta de perspectivas.
Y si fuese necesario eliminar libertades, bien venido sería, porque cunde el prejuicio que eso traería bienestar social y privilegios locales.
"¡Francia para los franceses!" es un eslogan apoyado por un número creciente de ignorantes, y -peor aun - tolerado por votantes decepcionados que se someten a la voluntad de manipuladores populistas.
Actualmente, cada nación europea, tiene sus grupos radicales que son una vergüenza ante el mundo global que nos rodea.

Y yo, quien siempre he sido muy crítico con el mensaje y con los mensajeros de Mayo 68, de pronto me veo ante la necesidad de defender ambición y libertad proclamadas bajo este signo. Porque los que quieren erradicar este mensaje del fondo europeo, tratan de reinstalar la doctrina de control y autoridad, incompatibles con la democracia que vivimos.

Y si en Francia anulan el hecho histórico de la colaboración activa con los nazi alemanes, hacen borrar la lacra de antisemitismo y racismo que pesa sobre la historia común de los europeos; no es solamente un asunto alemán.
Vichy es la metáfora de la caida en la tentación estelar del siglo XX.
Igual que la veneración y disculpa de la Unión Soviética simbolizan la caida en el pecado original izquierdista.

Y el que toca la bandera tricolor de 1789 no sólo comete un acto vandálico contra los derechos civiles y humanos, sino anula la perspectiva de una Europa que crece hacia su utopía activa, la que le da vitalidad:
"La Liberté" decía Danton, es más que el derecho a pan; y hoy podríamos agregar, es más que el derecho a subvenciones gratuitas, financiadas por el estado totalitario y benefactor. Porque esto es la razón última de todas las propuestas salvadoras y de los cuentos de hadas políticos: que renazca el estado omnipotente aclamado por las voces de la masa popular y controlada por el sabio instrumento de los comités de salud pública.
Ya conocíamos estos instrumentos y también sus remedios, desde la guillotina al Gulag, y al KZ.

Nada de nuevo bajo el sol,


 friedrichmanfredpeter   noviembre 14

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