martes, 30 de octubre de 2007

Bolívar, el general muere en un lecho (6*)

Una mirada .... a la historia,por F. Manfred Peter

*6-Y así la guerra continuaba en cada vez nuevos escenarios.
Esta guerra era suya, estrechamente vinculada a la persona del “Libertador“; su presencia imprescindible evocaba aclamación, entrega pasional, delirio entre los voluntarios dispuestos a dar sus vidas por él.
¿Era eso lo que su patología exigía?
¿Era la guerra que mantenía vivo al gravemente enfermo de tuberculosis pulmonar? La medicina conoce el fenómeno de la euforia que esta enfermedad produce en los enfermos - lo que describe Thomas Mann en la Montaña Mágica - y García Márquez revela con prudencia “el laberinto“ del general.

¿No había dicho que se decidió por Marte en el lugar de Ceres?
¿Y era dios Marte, quién le mantuvo hiperactivo hasta el borde de la muerte? ¿Sucumbió a la magia de sables y machetes afilados, del ruido de tambores, de las emociones extremas que producen la tensión y el odio, el peligro, la cercanía de la muerte?
Tales situaciones pueden tener el efecto de drogas. Aventureros y exploradores han confesado similares sensaciones causantes de vértigo y de euforia. Es un mito que los hombres hemos nacido para la paz. La historia nos cuenta otra cosa. El hombre es capaz de gozar de la violencia y por eso la ejerce con gusto.
¿Pero cómo habrá hecho con la salud quebrantada, estando cada vez más frágil, débil, tosiendo y escupiendo sangre?
Se dejaba ver en todas partes. Será proclamado „Dictador del Perú“ y Libertador de aquel país que por él se llamó, Bolivia.
Todavía en vida, se había transformado en el mítico Libertador. En varias oportunidades más presentó su „renuncia definitiva e irrevocable“ - inutilmente. Amigos y compañeros íntimos se transformaron en enemigos, regiones liberadas por él se volvieron contra él. Finalmente ya no son los españoles que lo inquietan. Son sus lugartenientes transformados en caudillos, en nuevos conquistadores, tiranuelos de aldea como despectivamente los llama.
¿De quién todavía podía fiarse, a quién tener confianza?, cuando todos trataron de dirigir la acción de la guerra hacia sus propios fines. Por eso se rodeó de forasteros, extranjeros, su guardia pretoriana.
Llegó el año 1830 y Bolívar había recorrido miles de kilómetros. Lo que esto significa para un cuerpo enfermo y demacrado puede apreciar quien conoce la topografía accidentada de aquel continente.
Finalmente llega a la Costa Norte de Colombia, llevado en hamaca, tosiendo y escupiendo sangre. Pasa por Cartagena y Barranquilla. La brisa fuerte del mar le llena los pulmones - o lo que ha quedado de ellos.

Desde Barranquilla, el 9 de noviembre de 1830, dicta la siguiente carta al general Juan José Flores:

Mi querido general:
Vd. sabe que yo he mandado veinte años, y de ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos:1.°,la América es ingobernable para nosotros;
2.° el que sirve una revolución ara en el mar; 3.° la única cosa que se puede hacer en América es emigrar; 4.° este país caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada para después pasar a tiranuelos casi inperceptibles de todos colores y razas; 5.° devorados por todos los crímenes y extinguidos por la ferocidad, los europeos no se dignarán conquistarnos; 6.° si fuera posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, este sería el último período de la América.---
Vd. verá que todo el mundo va a entregarse al torrente de la demagogia, y
¡desgraciados de los pueblos! y ¡desgraciados de los gobiernos! ..................................................................................................................................
Bolívar
Epitafio -
Inmensos hermosos árboles viejos rodean la casa señorial de la hacienda San Pedro Alejandrino en Santa Marta, cerca de la orilla del Mar Caribe.
En esta casa - propiedad del hacendado español peninsular - muere Bolívar el 17 de diciembre de 1830. Los árboles monumentales son ceibas. En los bosques cercanos ya no se encuentran. Su madera es codizada, es dura y resistente, los objetos hechos de esta madera suelen durar más que la vida de los hombres.
Por la carretera cercana pasa mucho tráfico. Es la ruta principal a Maracaibo, Valencia y Caracas, la Transversal del Caribe. Por esta ruta en su estado arcaico ha pasado Bolívar muchas veces, ¿saludó esas ceibas centenarias?
Ahora se encuentra petrificado en innumerables monumentos o transformado en estatuas de bronce y así, inmóvil, contempla la realidad de su América. Siempre va acompañado del sable. El original de este símbolo bolivariano había sido secuestrado en Bogotá por la guerrilla colombiana M19 hace algunos años, un hecho simbólico muy significativo. En Colombia el que quiere cambiar el país confía en el sable. Hay otras vías mucho más prometedoras y eficientes: la ciencia y la educación, el esfuerzo y la organización colectivos, el amor a la patria y la responsabilidad por el bien común. Pero, siguiendo al venerado Libertador, se vive creyendo que el “sable“ es el arma eficaz para remediar los males.
Un gobierno reformista logró arrebatar el sable a los rebeldes modernos y otra vez es exhibido respetuosamente.¿ No habría sido mejor, esconderlo y hacerlo invisible definitivamente? Es un símbolo erróneo.
Cuando murió Bolívar una nueva ola de revoluciones sacudió Europa, y por primera vez, un nuevo reto, una nueva preocupación general invadió el escenario mundial: La industrialización y las consecuencias económicas y sociales que producía.
¿Sirvió el éxito de la revolución bolivariana para preparar las naciones herederas para ese reto de la modernidad ?
Obviamente, no.
La revolución bolivariana no adelantó los paises que llevan con orgullo su nombre. Es más, en lugar de adelantos socioeconómicos, lo que caracteriza la zona es la falta de modernidad, su permanencia en un atraso secular.
Sin ambargo, en el mundo occidental, revoluciones y transformaciones continuaban. ¿ Y la América Española, Hispanoamérica, Iberoamérica, Latinoamérica...?
No tomó parte en ninguna, no se vinculó al proceso de la modernización. Se sometió a los intereses foráneos, se abrió a los capitales de fuera.
Y asi, toda inovación ha tenido que ser importada, es producto de segunda mano. Sin embargo, los revolucionarios no han faltado y en lugar del sable de Bolívar, se presentan camuflados y con el fusil automático y con argumentos prestados de socialismos pasados, de una ideología de ayer, demagogos ansiosos de poder. Políticos actuales de la zona como Hugo Chavez reclaman la presencia del general. Y su gesto revolucionario bolivariano actualizado y prestado de otra parte es “socialismo o muerte“ pronunciado con el puño en alto.
¿Ha logrado ese lema solucionar alguno de los problemas de la zona bolivariana del continente?
Ninguno.
¿Entonces, qué vigencia tiene la memoria de Bolívar para nuestro presente?
¿Qué queda del hombre, más allá de los hechos, de su proyecto vital, sus aspiraciones e ilusiones?
Yo no tengo la respuesta.
Tal vez la tendrán las ceibas centenarias de Santa Marta que lo vieron morir y lloran bajo la lluvia; que lo cuenten a través del susurro de sus hojas movidas por el viento. ¡Escuchen!
¡Gracias por haber seguido la trágica ruta de mi general hasta aquí ----

no continuará!
FMP 2007
Notas
Las citas de Bolívar han sido tomadas de las siguientes fuentes:
Simón Bolívar, Escritos políticos. Selección de Graciela Soriano. Alianza Editorial. Madrid 1971.
Simón Bolívar, Discursos, proclamas y epistolario político. Edición preparada por M. Hernandez Sanchez Barba. Editorial Nacional. Madrid 1975.

Postscriptum
En seis breves capítulos he querido sintetizar lo que a mi parecer son los elementos destacados en la vida de ese personaje excepcional que marcó pasado y presente del ambiente político y cultural bolivariano.
He querido concentrarme sobre el personaje del Libertador como protagonista principal de un importante capítulo de la historia.

Estoy consciente de que otros tantos aspectos merecerían haber sido tratados. 

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