domingo, 16 de febrero de 2014

Theodor Fontane: An meinem Fünfundsiebzigsten

----- Setenta y cinco años he cumplido. 
Cientos de cartas me llegaron/ Estuve enteramente absorto por la alegría/ Pero me extrañaron un poco los apellidos/ Y las ciudades desde donde las mandaron/ Yo había pensado, presumido/ : Tú eres el hombre que escribió „Wanderungen“[1]/ Tú eres el hombre de la historia/ Tú eres el hombre de la poesía de la Marca [2]/ Tú eres el hombre que venera al viejo Friederich/ Y de todos los que nos sentamos a la mesa junto a él/ Unos hablando y otros callados/ En Sanssouci antes y luego en el Eliseo/Tú eres el hombre de los Jagow y Lochow/ De los Stcchow  y Bredow, de los Quitzow y RochowTú, quien admiraba los méritos del conde Schwerin y del viejo ZietenTú, quien elogiaba mas que a nadie en el mundo, a Oppen, Groeben, Kracht y ThumenY ante mí y en vuestras batallas siempre adelante/ Marcháis vosotros y mi entusiamo, juntos los Pfuel e Itzenplitz/ Y marcháis desde Uckermark, Havelland y Barnim/ Los Ribbeck, los Katte, los Bülow y ArnimMarcháis los Treskow, los Schlieffen y Schieben/ Si, sobre vosotros todos “habe ich geschrieben“  he escrito yo/ Pero, los que han venido a felicitarme en mi día festivo/ Estos si han sido muchos y con nombres muy distintos/ Todos “sans peur et reproche“ sin temor ni prejuicio/ Todos aristócratas de la prehistoria/ Y fueron incontables sus apellidos de ---berg  y de ---heim / Porque en masa llegaron juntos a batallones de Meyers/ También había Pollacks y los que más al Este habitan/ Los Abram, Isack, Israel/Y es a mí a quien colocan en la cabeza de su columna/ Y me pregunto entonces -¿para qué me sirven los Itzenplitz?/Todos ellos han leído lo que escribo/ Todos ya me conocen hace tiempo/ Y eso es lo que importa/ ¡Venga ya, amigo mío, Cohn [3]!


El novelista más destacado en el siglo XIX, Theodor Fontane, prusiano berlinés, descendiente de inmigrantes hugonotes franceses, nos pregunta: ¿Quienes son los verdaderos aristócratas? Y su respuesta es sorprendente. Son los que han leído sus libros.  Sin embargo son ellos los que socialmente están desprestigiados. Nos encontramos en el año 1894, y la mirada de los alemanes se dirige hacia esta Prusia renacida y resucitada que entró triunfante en el concierto de los poderes europeos. Prusia absorbió a Alemania y Alemania se tragó a Prusia; por su parte, el canciller de hierro Otto von Bismarck dicta las reglas para el centro de Europa.Theodor Fontane es uno de sus admiradores; venera a Federico el Grande y  menciona veintisiete nombres de familias aristocráticas prusianas que todas juntas han hecho posible esta evolución. En su fantasía se sienta a la mesa junto al viejo Fritz, placer intelectual que ofrece el rey excepcional de esta Prusia ilustrada. Y Fontane es patriota: admira la evolución de Prusia desde su pobre comienzo en la Marca, desde Sanssouci -palacete de retiro bucólico-  hasta su presencia victoriosa en el Eliseo de Paris, después de ganar la guerra.Presentes siempre estuvieron los Itzenplitz y sus sables victoriosos. Fontane los elogia; había sido corresponsal de guerra durante la campaña en Francia en 1870/71 ,  él, hijo de franceses, sintiéndose un prusiano más.Pero ahora, en su cumpleaños setentaycinco le invade una terrible duda: ¿Quiénes son los que yo en verdad admiro? ¿Son ellos mis amigos, como yo lo soy de ellos? Es la misma duda que invade al joven Friedrich Nietzsche al manifestar que el Imperio Alemán acabaría eliminando el espíritu alemán, que residía simbólicamente más en Weimar que en Potsdam; ¿Das Deutsche Reich --- contra  --- Der Deutsche Geist? = Es el Reich adversario del espíritu y de la cultura alemanes?Así,  Theodor Fontane registra emocionado la felicitación recibida por los hijos de Isack e Israel por los que llevan apellidos de ---berg y de---heim, por los Meyer y por su amigo Cöhn.Judíos ellos, todos prusianos y alemanes. Y ¡sorpresa! Los llama aristócratas, porque son gente del libro, son sus lectores.¿Serán ellos los representantes de una Alemania espiritual diferente a la otra, la del poder militar, político?El poema no toma posición expresa al respecto. Sólo queda la satisfacción del escritor sabiendo que puede contar con lectores agradecidos. Theodor Fontane no se dejó llevar nunca por el odio ni por la admiración.
Años después, entre la lista de los conspiradores contra Hitler  -dispuesto ya a hundir a Alemania en el abismo- e implicados en el atentado de 1944 se encuentra un gran número de los nombres mencionados en el poema de Fontane. Dieron su vida por el honor y para que Alemania viva.Sin embargo, en el año 1945 junto a la caida del Tercer Reich, también Prusia se hundió. Su existencia y  hasta su nombre real fueron barridos del mapa. Sólo queda el recuerdo histórico; también ahora iniciado el siglo XXI, se siente un lento y complejo despertar de entre las cenizas. Sus palacetes renacen en Potsdam y en Berlín y  un número creciente de judíos intenta renovar su vida y su identidad sepultadas en la historia de esta ciudad.Hoy, los Bredow y Arnim son nombres como otros, viven juntos a los que se llaman  ---berg  o ---heim. Y muchos aprecian a Fontane. Gracias a su obra tenemos una imagen objetiva de este embrión de la Alemania actual. Y en tal sentido Prusia sobrevivirá.

friedrichmanfredpeter  febrero 2014





[1] Wanderungen = reportajes de los paseos a través de la región cercana a Berlín.∫∫∫∫
[2] Marca = die Mark Brandenburg, núcleo inicial del posterior estado de Prusia.
[3] Cohn = editor de los escritos de Fontane∫∫∫

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