Existe una inmensa literatura al respecto. No
intento hacer un resumen de ella. Me limitaré a citar los aspectos de mayor relevancia para describir mejor la
situación que nos rodea actualmente.
Trataré de ser objetivo. Sin embargo, no
pretendo esconder criterios personales. Experiencias y vivencias propias no se
pueden excluir. La infancia y primera juventud bajo el ultranacionalismo alemán
me han marcado a mí, como a la mayoría de mi generación, para siempre.
Probablemente desde el principio de la
evolución de la especie humana, la vida en grupos más o menos homogéneos es de
vital importancia para garantizar la supervivencia de los individuos. La
protección por el grupo es necesario para la reproducción biológica de la
especie. Así nace el homo sapiens. Los nombres de tales agrupaciones son: horda
original, clan, tribu, etnia.
Esta fragmentación social y cultural- para no
hablar de las multiples causas adicionales como son las geográficas y
climáticas- da origen a las miles de lenguas diferentes de la humanidad.
Esta realidad encuentra su eco en los mitos de
todas las culturas, por ejemplo, el de la Torre de Babel.
El ser humano en todas las épocas de la
historia ha manifestado amor hacia lo suyo propio y frecuentemente rechazo e
inclusive odio hacia lo ajeno y extraño. Este instinto ha sobrevivido y nos
acompaña hasta hoy.
Consecuencias:
- La división de la humanidad en innumerables
provincias étnicas y culturales con sus diferentes lenguas o dialectos.
División que rara vez coincide con las fronteras políticas de los estados. Los
estados son todos productos de la historia concreta, de sucesos casuales y de construcciones voluntarias .
-La globalización de los procesos económicos,
la apertura de las fronteras hasta su casi desaparición en muchas areas del
mundo actual, el predominio general de los elementos culturales anglosajones en
el mundo entero, no han eliminado en
absoluto esta fragmentación de la humanidad.
Sucede lo contrario, parece que la reafirma
como respuesta a los temores de los individuos de perder orientación e
identidad y verse desprotegidos en un mundo sin fronteras. El creciente turismo
tampoco contribuye nada para acercar diferentes etnias y culturas.
Fanáticos nacionalistas modernos son entusiastas viajeros. Viajar simplemente
divierte pero rara vez instruye y no elimina
prejuicios tradicionales. Nuestro instinto social, creado durante el
pasado paleolítico, nos acompaña
todavía.
¡Hablemos de la terminología!
-NACIÓN
Este término se usa desde la Edad Media[1] . Sin embargo, su significado
político sólo existe desde la Revolución Francesa. La primera Nación moderna
representa las ideas de libertad, igualdad y derechos humanos. La Nación - así
lo proclama la Asamblea Constituyente - se forma por medio de la voluntad
general del pueblo. Es un acto consciente y no natural. A la Nación se
pertenece por voluntad libre y no por destino de la naturaleza, por nacimiento.
Es consecuencia directa de la filosofía de la ilustración. El acto racional se pronuncia
expresamente contra el provincianismo tribal y el determinismo étnico y contra
las leyes de la tradición y religión. Hijos e hijas de la patria son todos los
que quieren serlo. A partir de ahora se llamará ciudadano o ciudadana y gozarán
de los derechos que les garantiza la Nación. La Nación se pone a crear las
condiciones generales para la libertad e igualdad de los ciudadanos borrando
las diferencias entre las provincias, favoreciendo un solo idioma - el
francés-, reduciendo así la importancia de los demás idiomas que existen sobre
el territorio de la República. Estas entidades culturales desaparecerán junto
con sus idiomas.
¿Una pérdida? - Ciertamente, sí.
Pero -¿ No ha sido mucho mayor la ganancia? La
Nación representa el estado de derecho, la República de todos sus ciudadanos,
la inspiradora de todas las demás democracias europeas hasta el día de hoy.
Con la Nación Moderna e inseparable de ella
nace el Nacionalismo:
El 17 de Septiembre de 1792 el observador
sensible y atento Johann Wolfgang Goethe se encuentra entre los espectadores de
un grandioso escenario militar: La Cañonada de Valmy. Hasta aquí, hasta las
mismas puertas de Paris han llegado las tropas de la alianza
antirrevolucionaria para extinguir el fuego de la revolución que amenaza todas
las monarquías de Europa.
Aquí, en el poblado de Valmy, se ven
enfrentadas a una inmensa muchedumbre, mal armada, mal vestida, pero muy
disciplinada y dispuesta a no dejar pasar a los invasores ( No pasarán.) que
vienen dispuestos a instalar nuevamente el Antiguo Régimen.
A través de la lluvia incesante, la niebla, el
ruido infernal de las explosiones, el silbido de las balas suena una melodía
sin cesar de un centenar de miles de voces. Es el cante que sólo dos meses
antes había conmocionado toda la ciudad de Paris en fiebre revolucionaria: La
Marsellesa.
Ante la
tenaz resistencia del enemigo los generales de la Coalición ordenan la retirada
, dejando los caidos atrás. Goethe se encuentra en medio de un grupo de
oficiales prusianos tristes y desconsolados en medio de barro y charcos de
agua. El escritor se dirige a ellos ( según su diario) diciendo:
-Aquí y ahora acaba de comenzar una nueva época
de la historia.
y
agrega, mirando a sus compatriotas derrotados:
-Podeis decir, que habeis estado presentes.
Efectivamente, había comenzado la época de los
Nacionalismos.
NACIONALISMO
y sus variantes ROMÁNTICO, ÉTNICO - RACISTA,
FASCISTA, NAZI
A partir del romanticismo ( principalmente
alemán ) en el siglo XIX sucede un importante cambio en el significado del término
de la NACIÓN. Se trata de una
redefinición, bajo la influencia de la filosofía de la reacción contrarrevolucionaria.[2] Es el resultado del espíritu de la
reacción contra el predominio de la Ilustración en Europa y evoluciona en
el siguiente marco político:
- La derrota del sistema napoleónico y el fin
de la hegemonía francesa en Europa.
- El espíritu romántico destaca la libertad
colectiva contra la libertad individual. A partir de este momento los pueblos
son los principales protagonistas de la historia.
- Los movimientos reaccionarios y
antidemocráticos crean sus ideologías políticas- sobre todo en Alemania y en
España.
Toda la política nacionalista de los siglos XIX
y XX parte de este fundamento, buscando
primero la autonomía, luego el predominio, la hegemonía, la extensión a través
de la política exterior. La historia del nacionalismo europeo es una historia
de constante rivalidad, conflicto y enfrentamientos entre las naciones.
La síntesis más escalofriante se encuentra en
una obra dramática de Heinrich von Kleist: Die Hermannschlacht. Kleist
glorifica la victoria de los Germanos sobre las legiones del Cesar Augusto en
tiempos arcaicos. En realidad quiere incitar a sus compatriotas a la guerra
contra los invasores franceses. Hermann, el vencedor, mirando a los romanos
vencidos, se dirige a los suyos :
„¡Matarlos! ¡No os preocupéis de la justicia!“[3]
¿Cuántas veces se habrá repetida esta frase en
los innumerables batallas que han sido libradas bajo el signo nacionalista
desde 1812 hasta hoy?
Ante la disyuntiva de nacionalismo o democracia
en sus revoluciones los pueblos de Europa han dado preferencia al nacionalismo.
El mensaje nacionalista ha servido como ningún otro medio muy eficazmente para
tener los movimientos democráticos controlados.
En su política interior, el nacionalismo
también sirve como arma muy eficaz contra el joven movimiento obrero en los
paises en proceso de industrialización.
Así, en referencia a la palabra de Carlos Marx
de que el proletario no tiene patria, a la socialdemocracia alemana se le
reprocha ser la „chusma apátrida“. Esto ha sido un arma muy eficaz para
reprimir la lucha obrera e impedir así la plena participación social y
política. Las llamadas leyes antisocialistas de Bismarck mencionan en primer
lugar el supuesto carácter apátrida del socialismo como argumento para prohibir
toda acctividad política de aquel partido. La socialdemocracia se ha podido
liberar de este reproche pesado sólo asimilando posiciones del nacionalismo
durante la Primera Guerra Mundial y en la fase de la constitución de la República
de Weimar. Hasta Willy Brandt tiene que enfrentarse al
argumento nacionalista de que un hombre que ha luchado contra Alemania ( la
Alemania Nazi ) no debe ser su canciller.
En la alianza con el RACISMO el Nacionalismo adquiere una nueva fuerza agresiva. Ahora acompaña la expansión
imperialista de las naciones europeas en África y Asia. Se destacan autores
como Gobineau, Chamberlaine, Cecil Rhodes. Básico y fundamental ha sido el
Darwinismo social para justificar el dominio de las supuestas razas superiores
sobre sus modernos esclavos.
Hay que destacar que la ideología imperialista
logra crear una reforma completa de la tradicional ética y del derecho, válidos, hasta entonces, para
hacer política desde la antigüedad , justificando la opresión y el exterminio
físico del enemigo, al considerarlo inferior y despreciable.En la confrontación
con poderes extraeuropeos los civilizados ingleses, franceses y alemanes
también, pueden tirar por la borda todo comportamiento civilizado. Vencer al
enemigo de color es importante y el colonizador emplea conscientemente la
violencia contra los indefensos imponiendo la nueva norma ética.
Ciertamente la conquista y la violencia no son
nuevas en la historia. Pero con el argumento racista estos hechos adquieren una
justificación pseudocientífica. No es de extrañar que los desastres en guerras
coloniales se multipliquen. Poco conocido es el hecho de que los primeros
campos de concentración fueron establecidos en África.
No es extraño que sobre estos principios se
construyesen los Sistemas FASCISTAS del siglo XX y sobre todo el NAZISMO
alemán. No ha sido necesario inventar una sola idea nueva.
La novedad del régimen NAZI fue que se atrevió
a aplicar las reglas y experiencias arriba descritas para resolver los
conflictos en la misma Europa y contra enemigos y minorías internos de la misma
Alemania y en los territorios posteriormente conquistados.
Sin ningún escrúpulo y con el mayor desprecio
de los derechos del hombre el régimen aquel se dedicó a revocar los logros de
la Revoluión Francesa. El NACIONALISMO RACISTA
en su más extrema consecuencia se dedicó a la física eliminación de todo
individuo considerado inútil y negativo para el
supuesto bien del colectivo. Ha nacido el MATERIALISMO BIOLÓGICO.
Le acompaña otro Materialismo, el Materialismo
histórico, que- en su realización estalinista -enviará a millones de personas a
la muerte por considerarlos inútiles y un estorbo para el colectivo socialista.
No cabe duda que ha sido el siglo XX el que más se ha destacado en la historia de
la humanidad por sus actos de violencia y barbarie. El Nacionalismo ha sido el acompañante de la
gran mayoría de estos hechos escalofriantes.
¿Cómo es posible entonces que en la actualidad, al principio del siglo XXI, y después de todos estos sucesos existen grupos
que se autoproclaman nacionalistas?
¿Cómo es posible que haya políticos que elogian
la actitud de otros diciendo que son unos nacionalistas admirables y
difícilmente superables?
¿Qué es elogiable en un comportamiento
nacionalista?
¿Cómo es posible que haya ciudadanos que en
elecciones democráticas voten libremente por tales posturas históricamente
obsoletas?
Obviamente se trata de un fenómeno que
deberíamos llamar NACIONALISMO MODERNO o
NUEVO que ha invadido Europa y amplias regiones del mundo.
Intentaré
resumir algunas características generales, dejándole al lector hacer
referencia a los casos concretos del
nuevo Nacionalismo en España.
¿Cuáles son las características del
NACIONALISMO MODERNO?
- No posee una filosofía propiamente elaborada,
recurre a las doctrinas ancestrales. Su pobreza intelectual hace fácil su
difusión social.
- La falta de una clara definición y la
ausencia de un programa hacen posible las frecuentes mezclas y alianzas con
posiciones ajenas que inclusive parecen contradictorias. Hay nacionalistas que
al mismo tiempo proclaman su vinculación con un leninismo o anarquismo de
extraña interpretación. Los islamistas
se sirven sobre todo de la religión como instrumento de poder.
-Todos los instrumentos son utilizados para
aislar al enemigo y atribuirle el papel del malo. El que niega el nacionalismo
es considerado enemigo real. No es adversario o rival en el conjunto de la
pluralidad de las opciones políticas.
-Los nacionalistas modernos son pragmáticos y
versátiles en el manejo de los instrumentos publicitarios. Logran transformar
una parte importante de la población en su clientela.
-La conquista del poder o la participación en
el gobierno tiene absoluta preferencia ante la pureza de la doctrina. Esta se
modifica según las circunstancias.
-El Nacionalismo Moderno -como el tradicional-
acaba finalmente en el empleo de la violancia o de su justificación para lograr
el fin político. La política, maquiavélicamente interpretada, aspira a un fin
tan absoluto que los medios empleados siempre son justificables.El que levanta
su bandera en lo alto de los altares trata la política como un acto de fe.
¿Cómo reaccionan los poderes que sufren acoso
del Nacionalismo?
Los poderes que sufren acoso por los distintos
Nacionalismos se defienden muy dificilmente. Si el conflicto llega a ser
armado, bastante terreno político ya está perdido. El control policial se
muestra tan ineficaz como la oferta de negociar
un compromiso. Ambas medidas no tienen en cuenta el origen mental e
ideológico del conflicto: El nuevo Nacionalismo se sirve de estructuras
mafiosas en la población y los compromisos son imposibles debido al caracter
fundamentalista y totalitario del credo sectario. Las tragedias en los Balcanes,
en Chechenia, Argelia y otras demuestran claramente que únicamente son
aceptadas las soluciones que significan la victoria total nacionalista. La
sociedad civil se divide en los Unos(los buenos) contra los Otros(los malos).
Todos los pasos en busca de la reconciliación son denunciados como muestra de
debilidad o traición. El conflicto se parece cada vez más a un incendio
forestal.
Cuando buscamos los elementos que nutren el
incendio encontramos numerosos mitos que sirven de elementos inflamatorios en
diferente medida. Además. como sucede en todos los mitos, encubren intereses
reales de poder, tanto económico, político y social de minorías que aspiran
dominar en el area que disputan al poder enemigo.
¿Cuáles son estos MITOS?
- RAZA - ETNIA -
Como el nacionalismo histórico, el actual
también se sirve del argumento racista en diferente medida, un argumeno sin
ninguna base científica. ¿Qué más se puede decir?:
La población de todos los estados europeos
tiene un orígen biográfico similar: Se trata de un mestizaje histórico de los
diferentes elementos de la especie homo sapiens cuyos orígenes se pierden en la
lejanía de la evolución histórica y prehistórica. Se puede decir que el
continente europeo está habitado actualmente por una población mezclada de
elementos humanos provenientes de tres continentes: de la propia Europa, de
Africa y de Asia. En un estricto sentido biológico no existen pueblos, sólo
poblaciones. Bert Brecht ha rechazado el término -pueblo alemán- diciendo que
él conoce solamente una población que habla alemán. Inclusive Goethe ha
manifestado irónicamente contra los
nacionalistas románticos:
¡„Alemania, no sé dónde se encuentra.“!
Heinrich Heine recomendó a sus
compatriotas que siguieran conquistando
el imperio de los sueños a través de la música y filosofía y que dejaran a
otros que se ocuparan de la tierra.
Friedrich Schiller recomendó completar la
misión humanista por encima de la nacionalista entregando a Beethoven las
palabras que todavía hoy nos emocionan: „Todos los hombres serán hermanos“.
-LA SANGRE-
El concepto arcaico atribuye a la sangre
calidades misteriosas. Existe la creencia que sea responsable del caracter
individual y de etnias específicas. La voz popular habla de sangre española. No
creo que alguna analítica clínica la haya podido detectar. Nos preocupa más el
colesterol y el ácido úrico.
Sin embargo, la Inquisición Española cultivó el
mito de la sangre a través de las pruebas y certificados de la limpieza de la
sangre. De esta manera quiso excluir a moriscos y judíos clandestinos de los
puestos públicos y demás rangos sociales. En las teorías racistas del siglo XIX
renace este concepto. Nunca ha tenido ninguna base científica. Sin embargo
sobrevive en declaraciones estúpidas actualmente y sobrevive en los prejuicios y
creencias populares.
-SER VICTIMA -
El Nacionalismo nuevo y viejo se autoproclaman
victimas de supuestas discriminaciones, persecuciones injustas y derrotas
sufridas en un pasado lejano o cercano. Nace el resentimiento como estado
febril de un complejo de inferioridad en busca de recompensa. Toda realidad
suele ser interpretada a través de esta única óptica.
Algunos ejemplos:
-Los nacionalistas serbios se consideran
victimas de agresiones históricas por turcos y alemanes.
Estos siguen siendo los culpables de todas sus
desgracias, presentes y serán de las futuras.
- Los nacionalistas alemanes se consideran
víctimas del injusto Tratado de Versalles, denunciando este hecho se liberan de
toda responsabilidad por la política agresiva del Tercer Reich que trató de
revisar el resultado de la primera derrota.
-Los nacionalistas franceses se consideran
víctimas de los alemanes después de 1871 por haber perdido las provincias
orientales (Alsacia, Lorena)
-Y en España - con perdón del lector -más o
menos todas las Autonomías se consideran víctimas de España (el Estado Español
como suelen decir) y reclaman la deuda histórica o justifican su deseo de
independencia.
-etcetera, etcetera, el mundo está repleto de
víctimas. La lista sería interminable.
Todo esto sirve para crear otro mito:
el mito del GUERRERO en defensa de la CAUSA JUSTA.
El nacionalismo agresivo justifica la violencia
de sus acciones como formas de protesta y de defensa.
A las víctimas de su agresión se les atribuye
la única y verdadera culpa y responsabilidad .
Este carácter militarizado del nacionalismo
tiene consecuencias políticas:
-Con el enemigo odiado y militarmente combatido
no se pueden formular pactos o compromisos
( O patria - o muerte). Esta actitud
intolerante es un argumento que aumenta el atractivo en el medio juvenil y
explica un poco el éxito del nacionalismo entre jóvenes inmaduros y deseosos de
acciones violentas.
- Siempre se trata de todo o nada. El tratado
de paz sólo es posible cuando confirma la victoria. Por eso, más odiado que el enemigo
es el prófugo, el compañero de la lucha arrepentido que abandona las armas
-El guerrero nacionalista es una figura triste
y melancólica. No le cuesta confesar que no le gusta hacer lo que hace. Dice
que sufre tener que hacer sufrir a otros. Es la situación del equizofrénico que
se esconde detrás de la autocompasión. Es una situación psicológica insana y
repugnante. Esta misma actitud se encuentra también en el colectivo general que
tolera o celebra la acción nacionalista
como un acto de heroismo. Una sociedad que ha pasado por la fiebre nacionalista
tolerando actos de barbarie se encuentra durante largos años fuera de la
normalidad en un estado de excepción psicológica. Puede durar una o más
generaciones para lograr liberarse de una lacra así. (Como alemán que soy, sé
de qué hablo.)
-El guerrero nacionalista derrotado suele
entregarse a la autocompasión. Está convencido que ahora toca hacer el papel de
mártir esperando el día de la liberación. Goza del clamor de sus admiradores
que le llega hasta detrás de las paredes de la carcel. Jamás se arrepentirá, ni
se atrevería tampoco.
Todo lo dicho explica, cómo el nacionalismo
puede acabar en genocidios, auténticas masacres colectivas que son justificadas
por el VICTIMISMO y la DEFENSA ARMADA DE
UNA CAUSA JUSTA.
Ejemplos históricos:
-La exterminación de los armenios en Turquía
durante la Primera Guerra Mundial.
-La política antisemita y el holocausto por los
Nazi alemanes
- El genocidio en África ( Ruanda, etc.)
- Las guerras de los Balcanes
etc.,
etc.
Todos estos asesinos reclaman el derecho de
actuar así por razones ideológicas poderosas, que están por encima de su
voluntad personal. Se justifican todos, declarándose inocentes de lo ocurrido.
Llegan a exigir respeto y compasión, por los sufrimientos que ellos han tenido
que pasar, por tener que hacer lo que hicieron. Los numerosos procesos
criminales han mostrado siempre este mismo cuadro. (Yo pude seguir de cerca el
proceso contra miembros de la SS del campo de exterminio de Auschwitz en
Frankfurt en los años 60. Todos se declararon no culpables.)
Este es uno de los aspectos más deprimentes de
este tema.
Queda por
hablar de la SIMBOLOGÍA del Nacionalismo:
LA BANDERA
El publicista y escritor alemán Kurt Tucholsky
describe en un reportaje publicado en la revista cultural Die Weltbühne(La
Tribuna del Mundo) en los años veinte una manifestación nacionalista:
Una multitud Nazi, entre ellos numerosos veteranos de la Guerra, están reclamando
reivindicaciones políticas. Observa que hay personas sin un brazo, a otros les
falta una pierna. Se supone que los hay sin dientes. Pero „sin bandera, ni
uno“. El autor llega a la conclusión de que en estos tiempos nacionalistas se
puede prescindir de cualquier órgano del cuerpo, „inclusive de la cabeza“. El
hecho fundamental es, que sin bandera no hay nadie. La bandera se ha vuelto un
órgano vital del nacionalista. Sin bandera ya no se es nadie.
Una simple enseña de uso militar durante los
siglos pasados ha sido transformada por el nacionalismo en un símbolo de su
ideología. Junto con la esvástica, la cruz gamada, las siglas de la SS con la
tétrica calavera blanca, el nacionalismo Nazi ha hecho una demostración de su
capacidad de encontrar un mensaje simple y efectivo. Son técnicas hábiles para
lanzar mensajes inconfundibles a la opinión pública y anticipan los métodos de
la publicidad comercial. La pobreza intelectual del credo nacionalista es
compensada por una desorbitante simbología seudoreligiosa. Las manifestaciones
son decoradas no con cientos sino con miles de banderas. El „movimiento
nacional“ se presenta como un alud irresistible que debe aplastar antes que
convencer. Según las palabras de Joseph Goebbels, famoso propagandista de Adolf
Hitler, el movimiento nacional deberá parecerse a un caudaloso río que se lleva
todo por delante e imposibilita
cualquier oposición. Nunca deberá aceptar el reto de un debate, de una
discusión. Los nacionalistas no suelen tener argumentos. Se busca el evento
masificado, la demostración de poder. El poder nunca contesta, exige obediencia,
sumisión.
Para el lider demagógico el nacionalismo es un
instrumento de manipulación muy útil y exclusivo por su rentabilidad. El
adversario, encerrado en sus argumentos racionales, nada tiene que oponer.
Tiene que argumentar en contra de gente que grita, canta y ondea una nube de
banderas.
Muchos religiosos se han visto envueltos en el
credo nacionalista , justificándolo. Han sido predicadores del nacionalismo
tanto los ortodoxos, los islamistas como los cristianos católicos también.
LOS BENEFICIOS Y LOS BENEFICIADOS
El Nacionalismo Moderno, aunque no produce
bienestar y riqueza porque crea un estado de sitio permanente, permite y
justifica un reparto nuevo de la riqueza existente. En medio del desbarajuste
económico se suelen forjar y acumular fortunas.
El Nacionalismo exige sacrificios a las masas,
el pago de cuotas „voluntarias“ y en ciertos casos permite el robo, la
extorsión en favor de la „ causa justa “. De forma directa o indirecta
beneficia a los suyos. Para los que saben manejar este instrumento se vuelve
una panacea. Sin ir lejos y sin conquistar América encuentran su „El Dorado“
delante de su propia casa. Todos los Nacionalismos han acabado creando grupos
privilegiados que se sirven de numerosos ayudantes que serán recompensados con
premios nacionales y puestos de trabajo.
¿Y el NACIONALISMO DEMOCRÁTICO?
-¿No es todo lo dicho hasta ahora pura
imaginación? Posiblemente haya existido por ahí lejos.
El Nacionalismo nuestro es Democrático.¿ Por
qué no va funcionar?
me dice el vecino de al lado.
Nacionalismo y Democracia hasta ahora nunca se
habían casado. La pareja parece demasiado desigual. Pero, todo es cuestión de
experimento. Hay matrimonios exóticos.
¡Recuerden!: Hace pocos años se separaron la
familia formada por República popular y
Democracia. No ha funcionado su unión a pesar de durar más de medio siglo. La
causa ha sido la incompatibilidad de principios.
Democracia significa la división de los poderes
estatales públicos, independiente de voluntades ideológicas y criterios étnicos.
El gobierno se basa en la voluntad de la
mayoría. Los derechos de la minoría son respetados. El gobierno se somete a la
regla de turno, es excambiable. La minoría siempre tiene la real oportunidad de
volverse mayoría y reemplazar el gobierno.
Ningún nacionalismo ha permitido hasta ahora
repartir el poder con no- nacionalistas aceptando la posición anti -
nacionalista como respetada alternativa democrática. El adversario político
suele ser discriminado, excluido y criminalizado, inclusive señalizado como objetivo
para el guerrero de turno.
Por eso, Nacionalismo Democrático me parece una
quimera.
¿QUÉ REMEDIOS HAY?
No conozco ninguno.
Una catástrofe histórica - como en Alemania-
puede causar un despertar del profundo „Sueño de la Razón“ ( ausencia del razonamiento)
y eliminar temporalmente los monstruos de Goya.
La educación está llamada a combatir creencias viscerales y los mitos con el
instrumento de la reflexión.
Me temo que es como en todas las enfermedades,
o se muere el paciente, o el tiempo lo cura.
Poco harán los médicos.
Como historiador soy pesimista: Lo que ha
durado desde el Paleolítico no desaparecerá por mucho que nos levantemos a
predicar: - ¡Despierta y considera, el mundo no es como tu lo ves!
Yo por mi parte, mi patria está repartida en el mundo. Se compone
de distintos escenarios:
-Contemplo la puesta del sol en la Costa
Atlántica de Colombia.
-Camino sobre las hojas caidas del otoño en un
bosque de hayas alemán.
-Me recuesto sobre el tronco de un olivo viejo
en Morón
Y digo con Goethe:„Donde se vive de verdad, hay
patria“.
Para los amigos
F.M.Peter
Feb.2001
[1] Natio caracteriza un grupo humano en
referencia a su orígen geográfico y cultural. Así, a la Natio Teutonica o
Germanica pertenecían todas las personas procedentes de la Europa transalpina
que solían expresarse
mayoritariamente
en „teodice lingua“. Las universidades y concilios solían diferenciar Nationes como la „galica, teutonica,
hispanica, italica“. Sólo a partir del
siglo XV sucede una politización del término:
Ulrich
von Hutten, poeta laureatus ( por su obra en latín ) declara en sus „Epistulae
obscurorum virorum“ que es
deber de
la „Natio Teutonica“ combatir a los dos enemigos de la cristiandad : El Turco y
el Papa. Llevando así la obra de Martin Luther al campo de la
política.
En 1486
se menciona también por primera vez el título del Sacro Imperio Romano con el complementario Nationis Germanicae. Sin
embargo, este Imperio no era antecesor de la posterior Nación Alemana. Su
carácter arcaico y multiétnico impidió la constitución de estados nacionales
modernos en el centro de Europa durante mucho tiempo.
En los
extremos de Europa occidental, en Castilla
e Inglaterra se constituyeron las primeras organizaciones estatales,
núcleos de posteriores Naciones.
[2] Johann Gottlieb Fichte, Reden an die Deutsche
Nation (Discursos a la Nación Alemana).
Johann
Gottfried Herder, Stimmen der Völker in ihren Liedern ( Las Voces de los
Pueblos en sus Canciones).
Ambos
autores representan el nuevo movimiento nacionalista en las citadas obras.
Según el concepto orgánico de la sociedad, los individuos forman parte
integral de su respectivo Pueblo. Sólo
en el conjunto del Pueblo encuentran
su
verdadera identidad como personas. Ha nacido el nuevo mito del espíritu
original de cada Pueblo (der Volksgeist).
[3] Un detalle curioso: El autor de esta
declaración de la guerra a muerte había buscado empleo anteriormente donde el
invasor tan odiado.
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