jueves, 19 de septiembre de 2013

Es muss doch möglich sein

Es muss doch möglich sein, dass es in diesem Land etwas gibt, woran sich die Politik nicht vergreift / Marcel Reich – Ranicki (pronunciado Ranitzki)
<Sin embargo, debe ser posible, que haya algo en este país, que no lo toque la política>
¿Qué era este algo?
La literatura naturalmente, y lo había dicho el crítico literario más importante de Alemania, quien acaba de morir en Frankfurt, mayor de noventa años. Y, estoy seguro de eso, es como si Alemania por un momento retuviera el aliento.

No voy a dedicarme a repetir, cuantos elogios han dado al difunto, en el país que le había hecho sufrir lo indecible para elevar su nombre años más tarde entre los inmortales de la cultura alemana. Toda la familia, la suya y la de su esposa, quien murió años antes, fueron asesinadas durante la era nazi. Pero Marcel Reich, quien luego añadió el apellido polaco Ranicki, regresó al país de sus verdugos, buscando una patria que – esto dijo – lo eran la literatura y la lengua alemanas.
Nunca las perdió, porque le acompañaron en el escondite en Varsovia, donde sobrevivió la persecusión. No estuvo solo, le acompañaron Goethe, Kleist y Heine.
Y cuando remigró a Alemania llevó partiduras de Chopin en el equipaje, para regalárselo al país que le había perseguido.
Murió un gran hombre, de los que no encuentran reemplazo, dejan un vacío, que durante largo tiempo nadie se atreverá pisar.
Gracias a hombres como Marcel Reich - Ranicki, yo y muchos más,  ahora vivimos – si eso queremos -  en un país que nos da el alma, más que la vida.

friedrichmanfredpeter  19. Sep. 13

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