jueves, 13 de octubre de 2011

Soñamos … Europa.

“Europa se ipsa torquens”( Andrés Laguna  1543)
- Europa atormentándose y devorándose a si misma -

Hace más de cincuenta años terminé estudios de bachillerato. Era un bonito día de primavera, los pájaros cantaron y los inmensos árboles de arce en el patio del instituto Augustinerschule en Friedberg empezaron a vestirse de verde. Yo iba vestido de un traje azul oscuro comprado por mis abuelos. Eso era la etiqueta que se precisaba en aquella oportunidad.  A otros más les pasaba lo mismo, no reuníamos las condiciones externas para presentarnos ante la comisión de examinadores formada por profesores y presidido por un delegado del gobierno regional. 
Los exámenes escritos quedaron atrás. Ahora tocaba la parte oral. No sabíamos qué asignaturas tocarían. Nos esperaba el plano informativo expuesto en la sala de espera junta al despacho del director donde se desarrollaría la función. Me tocaba Español  e Historia. No había esperado eso. Creía que había quedado mal en  alguna prueba escrita. Así pasó a otros que fueron citados para rectificar o justificar la nota final. Teníamos media hora para preparar y veinte minutos para disertar. Español era exótico, lo aprendíamos un pequeño grupo extraoficialmente en dos tardes por semana. El profesor respectivo, el señor Schmücker, enseñaba inglés y francés; y Francés era  mi asignatura preferida. S. me dio un breve texto de Ortega y Gasset sobre el tema de Europa. Como era costumbre había agregado algunas preguntas para guiar así la exposición. Habíamos leido algunos textos de Ortega, pero ese texto era desconocido. Así lo exigía el reglamento. No recuerdo la cita, pero sí recuerdo el tema. Cometí muchos errores, seguro estoy, pero no importaba, porque el comité examinador sabía menos o nada. Sólo recuerdo el comentario irónico de uno de ellos que decía al final:” Das kommt mir Spanisch vor”. Y eso es un proverbio antiguo alemán que significa: No entiendo nada. El profesor S. quedó contento. El examen de Historia tendría que ser por la tarde. Tuve que quedarme en el colegio, tampoco quise salir a la calle, porque en mi traje raro, demasiado ancho yo parecía una figura ridícula. Cuando llegó la hora del examen, el profesor Rhein ( como el río ) me puso una pregunta a desarrollar, ¿cuáles son las condiciones históricas para crear una Europa unida? Rara coincidencia con el tema español de la mañana. Sabía que esperaba que comenzara con la Paz de Westfalia y tenía que llegar al Tratado de Versailles y mencionar el reciente Tratado de Potsdam. Así lo hice y logré impresionar. Y uno de los del comité me dijo: “Es ud. un europeo pero ya le caerán las ilusiones.”
¿Se me cayeron?
Sigo soñando de una Europa diferente, donde Sarcozy y Merkel deciden no preocuparse más por si serán reeligidos o no. Y desde ahora dirán la verdad y se abstienen del tono políticamente correcto porque los europeos deben saber que están viviendo una crisis profunda que necesita medidas drásticas para encontrar remedio. Una crisis económica y política a la vez. Falta el techo común, falta  constituir definitivamente la federación de las naciones europeas. Porque sólo unidas resolverán los problemas surgidos de  culturas económicas desparejas. Hay que atreverse a anunciar el final de bondades, subvenciones y prebendas gratuitas. Hay que crear una infraestructura homogénea en la zona Euro, y eso sólo es posible en compañía y con el apoyo de una unión política. Barriendo solamente delante de la propia casa, el sucio de la calle no se elimina. Faltan reglas comunes para el control del mercado financiero especulativo tanto como el gasto irresponsable creando falsos paraisos sociales. El método tentador, cargarse de deudas para parecer bueno y hacerlas pagar a otros y considerarlos malos, es insostenible. Europa se une o fracasa, eso es la alternativa.
Desgraciadamente esa decisión la tomarán Alemania y Francia solas. El problema de España es que desde siglos atrás no sabe si es una nación europea o no lo es. España tiene que mirar a América, pide Juan Beneyto, en un ensayo escrito en 1948, [1]”pero no puede dejar de fijarse en Europa”, admite. Y eso no es suficiente.  España igual que Inglaterra mentalmente se encuentra fuera y no dentro del concierto europeo. Por eso, y a pesar de soñar, veo que llegará la división de la zona Euro. Alemania no vivirá sin la energía nuclear francesa y Francia no aguantará sin el superavit comercial alemán. Pero España no necesita a ninguna de las dos, aparte del turismo masificado que busca clima y descanso, pero de España no sabe nada.

manfredpeter,  13 de octubre de 2011



[1] Juan Beneyto, España y el problema de Europa, Colección Austral 971, Madrid 1948.

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