viernes, 8 de marzo de 2019

El catolicismo es ---


Los ángeles de Rafael en la pintura La Madonna Sixtina


                                 “El catolicismo es una religión de verano”

Esta frase es atribuida a Heinrich Heine por Gustave Flaubert. Heine fue bautizado en la iglesia luterana de Heiligenstadt en el año 1825. Ante su familia escondió el hecho: cambió de Harry a Heinrich para convertirse de judío a cristiano. Creyó que así se escaparía del menosprecio que sufría y con el ‘billete de entrada’ imaginó vencer los prejuicios antijudíos que le rodeaban. Se equivocó: todo siguió igual. 
Había escogido la variante luterana y no la católica, contrario a muchos románticos alemanes de su tiempo que vivían fascinados por el cristianismo católico, como Heinrich von Kleist, Novalis, Schlegel y otros más. Para ellos esa religión realmente era la manifestación espiritual ‘del Sur’, del sol y de la luz de verano, una síntesis de colores y de fe que se expresaba en el manifiesto barroquismo de la liturgia, del arte y de la arquitectura. 
 Después de la tormenta producida por la Reforma en el siglo XVI las iglesias protestantes quedaron reducidas a escasa decoración; y si no tuviesen órganos y música no serían iglesias, tal opinaba Heine. Durante siglos una frontera invisible separó a Europa, la católica del Sur de la protestante del Norte, los pueblos mediterráneos con Austria y partes de Alemania por un lado y los nórdicos por el otro. (Polonia y Francia debido a una historia particular son casos aparte.)


Para Alemania esa división significaría la mayor catástrofe histórica, superada sólo después de siglos de confrontaciones. Otras divisiones más recientes de la historia casi han logrado olvidar ese pasado. Sin embargo, la Iglesia Católica de Roma y su visión cultural alejada de teología fue la que motivó a los románticos alemanes; la otra, la que menciona Flaubert, sigue siendo un reto más en la lista de los peligros porque se puede perder la esencia ante una exuberante presencia. Y eso lo sintieron los católicos alemanes viajeros ante las romerías y semanas santas en Andalucía. (Nombres como Fátima y Lourdes encontraron escaso seguimiento en el norte, por ejm.)
La actualidad está colmada de nuevos e inesperados retos, los conflictos históricos van quedando reducidos a casi leyendas. El fanatismo se ha buscado otras áreas y hay que aceptar que las variables culturas son y seguirán fuentes de inspiración tanto colectivas como individuales porque aportan humanización de un mundo en peligro de deteriorar todas sus reservas.

friedrichmanfredpeter
Edición: anavictoria



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