PARANOIA…
en una
sociedad quebrada
>>Die Paranoia leugnet jeden
inneren Konflikt, indem er ihn in die Aussenwelt projeziert. Er ist nicht
innerlich zerrissen, er hat einfach nur Feinde. Dass er in einem
bejammernswerten Zustand ist, lernt er nur durch äussere Erfahrung. (….)
Da paranoia eine seelische Störung
des einzelnen ist,, ob es denn sinnvoll ist, von einem paranoischen Zeitalkter
zu sprechen. Keine menschliche Gesellschaft kann aus klinischen Verrückten
bestehen. (….)
Voll entwickelte Fälle
paranoischen Deliriums kommen meist bei Schizophrenen vor, die ohnehin
ausserhalb der menschlichen Realität leben; voll entwickelte Fälle von Paranoia
ohne zugrunde liegende Schizophrenie sind äusserst selten. Doch das Vorwiegen
paranoider Züge in den Charakterstrukturen von Individuen mit nur leichten odar
gar keinen schizoiden Tendenzen ist ausserodentlich häufig --- gewiss in unseren Tagen wieder viel häufiger als in
manchen früheren Zeitaltern. Während es
nun nicht leicht sein mag, einen soziologischen
Zusammenhanh für das Auftreten von Verrücktheit aufzuzeigen, ist die
historische und soziologische Determiniertheit des häufigen Auftretens von der
Norm abweichender psychologischer Typen eine Selbstverständlichkeit.<<[i]
“La
paranoia niega todo conflicto interior, define su origen en el mundo exterior.
El paranoico no posee consciencia personal de sí mismo, simplemente tiene enemigos.
Las experiencias con el mundo externo le hacen creer que su situación personal
es triste y lamentable. (…) La paranoia es una deformación mental del
individuo. Por eso es complicado hablar de una época paranoica, porque ninguna
sociedad puede estar compuesta de puros locos. (….) Casos plenamente
desarrollados de paranoia son comunes entre personas esquizofrénicas ya que
ellos se hallan fuera de la realidad
humana. Los casos de paranoia plenamente desarrollados por fuera de la
esquizofrenia son muy raros.
Sin
embargo, es frecuente la paranoia en determinados grupos humanos que nada
tienen que ver con la esquizofrenia. Tal sucede
en nuestros días casi que con normalidad, a diferencia de tiempos
pasados. Demostrar esa conexión entre locura y sociedad será difícil. Pero la
invasión de un tipo psicológico opuesto a la norma social es un hecho innegable.”
El autor de este texto, Franz Borkenau, filósofo y
escritor casi desconocido que murió después de un exilio largo en 1957 en
Zurich, enfoca con clarividencia un aspecto del mundo moderno y arroja un rayo
de luz sobre las sombras y noches que nos invaden diariamente ahora, 60 años después de su
muerte, cuando vemos los noticieros. Así lo experimenté leyendo el ensayo que
Borkenau escribió hace más de medio
siglo porque me parece un diagnóstico acertado de la situación que en la
actualidad observamos en muchos escenarios del mundo entero.
Se escuchan exclamaciones generales: “¡Este es
un mundo de locos!”…
“¿Qué le pasa a esta gente que decide morirse
matando humanos”…“¡Merecen estar en un manicomio!”…“¿Quién puede parar eso si
las medidas racionales ya no sirven?”
Los comentarios enfocan y advierten contra
“idealismos equivocados” o “fanatismo religioso” o “islamismo radical” o
“radicalismo desenfrenado” o “fundamentalismo ideológico” o …más etcéteras. ¿Todas locuras modernas?
La paranoia es una enfermedad destructiva para los
individuos que la sufren. Pero en un determinado momento de la evolución social,
en fases de la historia se manifiesta como un elemento de recurrencia para
forjar un extraño estado de negación total.
Las negaciones implícitas en una paranoia
colectiva son parecidas en diferentes momentos de la historia: Se reniega de
todo elemento positivo, se niega el respeto por tradiciones culturales y civilizada
y se recurre a una brutalidad primitiva.
Borkenau
describe en su ensayo la paranoia de masas durante la era del ocaso del Imperio
Romano; la violencia paranoica manifiesta en la historia de lo Merovingios en
la formación de la región que sería Francia posteriormente.
Yo agrego la experiencia terrible de las guerras
de religión y la nefasta autodestrucción durante sus Treinta Años de guerra en
Alemania. ¿Y quién no piensa en el aquelarre colectivo provocado por el
nazismo?
¿Cómo ha sido posible que una civilización marcada
con triunfos en literatura y ciencias perdiera la orientación a través de un
proceso misterioso que negaba todo avance humanista y lo reemplazó por la
destrucción?
¿Qué hacen estos proyectos paranoicos para
conseguir fieles seguidores?
Borkenau contesta con una metáfora: es mucho más
fácil diseccionar un cadáver que contribuir a creer vida duradera. El odio y el
activismo fundado en pesimismo convencen fácilmente en una sociedad en crisis.
Solamente la chispa creativa, el enfoque positivo del buen avance constituyen
la respuesta adecuada contra esa creatividad negativa… y esa ha de ser la
auténtica creatividad, único remedio posible contra la enfermedad colectiva de
la paranoia. Son los siglos de oscuridad a los que se
enfrenta nuestra memoria colectiva, los que deben alertarnos contra el posible
resurgir de otra “nueva era” sin cultura, sin tolerancia humanista, llena de
miedo y de doctrinas amenazantes.
Paranoia colectiva: Una fórmula para desentrañar
detrás de mitos modernos, que en el fondo nada de modernos tienen, no son más
que repeticiones simples de viejos esquemas que fueron declarados muertos con
un falso optimismo colectivo, pero que se muestran inmortales.
¡Aquí están de nuevo!
friedrichmanfredpeter junio
2017
edición
anavictoria
[i] Franz Borkenau, Urverbrechen
und gesellschaftliche Paranoia, in: Ende und Anfang, Stuttgart 1991, p. 456.
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