Die Gedanken sind frei,
wer kann sie erraten,
sie fliehen vorbei
wie nächtliche Schatten.
Kein Mensch kann sie wissen,
kein Jäger erschießen
mit Pulver und Blei.
Es bleibet dabei:
die Gedanken sind frei!
¡Los pensamientos son
libres!
¿Quién puede adivinarlos?
Pasan volando
como sombras nocturnas.
Ningún hombre los conocerá,
ningún cazador puede
eliminarlos
con pólvora y plomo.
Esto permanecerá así:
¡los pensamientos son libres!
Estos versos pertenecen a
una canción alemana del siglo 19 aún cuando el texto, sin música, es todavía
más antiguo; se trata de un manifiesto claro de la vigencia del mensaje de la
Ilustración. La huella de Manuel Kant está presente. Cualquier alemán,
medianamente educado y formado, conoce texto y melodía. Se canta con frecuencia
cuando se da la oportunidad. Claro está, es una canción de resignación y al
mismo tiempo de sublevación: “Hay algo que nadie me quita, es la libertad de mis
pensamientos”.
Los versos se adelantan al sentir, a ese sentir de ser individuo…persona
autónoma y libre que se levanta
con orgullo ante cualquier
autoridad ajena a su propia decisión.
La actual y crucial coyuntura europea, cuando
se tratan de imponer reglamentaciones a través de oscuros “sabelotodos”, resulta el momento idóneo para entonar la
canción de nuevo: Somos hijos de la era romántica, pero también de la
ilustración: ¡PENSAR ES LIBRE E INDIVIDUAL!
friedrichmanfredpeter abril
2017
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