Motu Proprio -- elogio a la vejez--
…a los que vendrán
detrás de mi
Ahora que soy un hombre viejo, tengo nuevos motivos para releer estos versos del anciano Wolfgang
Goethe, publicados bajo el título Zahme
Xenien entre 1820 y 1824. No hay nada
nuevo bajo el sol y me afirmo en que a pesar de sentirme a veces herido, lejos estoy
de pasarlo mal.
Este status social, la vejez tanto es mío como es del colectivo.
No pretendo alterarlo, ni deseo la eterna juventud, esa que pareciera la piedra
filosofal de estos tiempos.
El Rey Lear me sirve de ejemplo consolador en los momentos
difíciles inevitables. ¿Quién puede pedir milagros a los dioses cuando ellos
están ocupados en quehaceres más importantes?
Los poemas de Goethe en su momento más oportuno sirvan de consuelo
a los que también envejecerán después de mi.
“Pasó
lo que pasó… Siempre vivir…es para eso que estamos aquí.”