miércoles, 27 de abril de 2016

miércoles, 13 de abril de 2016

¿Qué hacer? --- Gatomelata - Malatesta - Úsuga - BACRIM -



 Jacob Burckhardt en su libro famoso "Die Kultur der Renaissance in Italien"[1] escribe :
<Una vieja anécdota de estas que tal vez no sean verdad, pero son verdaderas en todos los lugares y en todos los tiempos, cuenta que los ciudadanos de una ciudad - dicen que sucedió en Siena - tuvieron un gran problema:
¿Cómo debían recompensar los servicios de un mercenario victorioso (condottiero)que militarmente había liberado la ciudad de unos poderosos enemigos?
Pensaron que sus méritos eran tan grandes que ningún premio sería suficiente de los que la ciudad pudiera ofrecer; ni siquiera el máximo honor: hacerlo dueño de la ciudad.
Finalmente se levantó una voz en el consejo con la siguiente propuesta:

"¿Y si  mandáramos a matarle y después le venerásemos como Santo local de esta ciudad?" Dicen, que así se procedió, igual había hecho el Senado Romano con Rómulus en tiempos pasados.

Y en verdad, a nadie temían estos "condottieros" más que a los que compraron sus labores; cuando triunfaron fueron liquidados porque  eran peligrosos. Así sucedió con Roberto Malatesta después de victorias que logró al servicio del Papa Sixtus IV en el año 1482. >


condottiero Gatomelata

sábado, 9 de abril de 2016

EL INFIERNO Segundo

<No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una
tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad.
Está delante una especie de post miseria. La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes>

Marcos Camacho, más conocido por el sobrenombre de Marcola, es el máximo dirigente de una organización criminal de Sao Paulo (Brasil) denominada Primer Comando de la Capital (PCC).[1]

Marcola opina que ninguna reforma es posible; no hay remedio. Dice, que no teme a la muerte, y desde la cárcel puede ordenar la muerte de cualquier enemigo. Es un hombre de lectura, cita a Dante, La Divina Comedia:
<¡Dejen toda esperanza. Estamos todos en el infierno!>

viernes, 8 de abril de 2016

Cuando los caballos lloraban…

…”Luego el velo de la muerte lo envolvió. El alma emprendió el vuelo y se marchó al Hades, llorando la fuerza y la juventud perdidas”… así murió Patroclo, el guerrero que con tanta fuerza e insistencia deseó ir a la batalla.

A propósito de un tema siempre recurrente, el de La muerte,  nos reencontramos en la magnífica Ilíada de Homero con revelaciones sencillas y siempre actuales acerca de luchar y morir en el campo de batalla. Más adelante en la lectura:

…”Y hablando del dolor, ¿qué puedo decir de lo que pasó con Janto y Balio? Eran los caballos inmortales de Aquiles, y habían llevado a Patroclo a la batalla. En fin, cuando Patroclo cayó,  Automedonte se los llevó lejos de la contienda, pensando que los pondría a buen recaudo .... Pero ellos, cuando estuvieron en medio de la llanura, se detuvieron, de improviso; se quedaron quietos porque su corazón estaba destrozado por la muerte de Patroclo .... permanecieron inmóviles, como una estela de piedra sobre la tumba de un hombre, con los hocicos rozando el suelo, y lloraban, lágrimas ardientes. Sus ojos, eso dice la leyenda, lloraban. Ellos no habían nacido para sufrir la vejez, ellos eran inmortales. Pero habían cabalgado al lado del hombre, y de él habían llegado a aprender el dolor: porque no hay nada sobre la faz de la tierra, nada que respire o camine, nada tan infeliz como es el hombre. Al final, bruscamente, los dos caballos se lanzaron al galope, pero hacia la batalla. .... la verdad es que parecía un carro enloquecido, que cruza la batalla como un viento, sin derramamiento de sangre, absurdo y maravilloso.”[1]