lunes, 16 de febrero de 2015

La imagen actual de Alemania

>El auge de Hitler en ciertos sectores de la juventud alemana -- no es una anécdota. Hay que enfrentarse a lo que significa. La Alemania de Angela Merkel manda más en Europa que la de Hitler con la Wehrmacht enseñoreada en el viejo continente. El orgullo del pueblo alemán ha vuelto a desbordarse, con derivas alarmantes.<
(Luís María Anson de la Real Academia Española - 30-01-2015 - El Mundo - El Cultural)
Con todo respeto ante un ilustro miembro de la Real Academia y destacado intelectual español me opongo a esta simplificada y polémica reducción de su observación crítica y justificable ante la historia moderna de mi país - Alemania.

El autor justifica ese tremendo juicio ante datos escogidos y reducidos, cuyo importancia es muy dudosa; y generalizados son una ofensa a todo bien pensante. Comparar a Angela Merkel con Adolf Hitler, cuyo poder no radicaba sólo en un gobierno militar de la Wehrmacht, sino en una ideología racista paneuropea, compartida por alemanes y muchos  europeos más, es una manifestación disparatada:
La política pragmática de la canciller en su gobierno de coalicición y el totalitarismo nazi son inconciliables.
Víctimas del nazismo han sido todos los europeos de diferente forma - no hay que repetir eso - y también la misma nación alemana que perdió esencia humanista y credibilidad.

¿Cómo valorar el nazismo, origen, actualidad y vigencia?--
 Existe una gran confusión en la opinión pública europea:
Los nazi no fueron patriotas alemanes o nacionalistas alemanes -ellos mismos procuraban esconder su verdadera intención- sino fanáticos ideólogos paneuropeos, y encontraron apoyo y colaboración de los que hoy lo niegan y se declaran inocentes. Ninguno de sus proyectos podría haberse realizado sin este apoyo.

Lo que Anson manifiesta es cierto: En ningún otro país se hacen más referencias al nazismo que en Alemania.
¿Qué otra cosa se espera? Era esa la historia reciente nuestra que provoca dolor,  angustias e irritación en las generaciones posteriores; no hay otro tema de mayor importancia. En ningún país europeo se ha hecho tal reflexión a fondo y comparable  con Alemania, tan intensa y extensa sobre el propio pasado. Y  la grandísima parte de la población actual se siente afligida y avergonzada por lo que ha pasado en su nombre. Poner en duda eso, es realmente limitarse a  observar grupos minoritarios indóciles y resentidos, poco instruidos.  En el Bundestag, el parlamento alemán, no hay ningun grupo presente de extrema derecha o pronazi. Además, el código penal persigue elogiar el nazismo. "Mein Kampf de Hitler" no puede ser publicado ni vendido.

¿Dónde está el peligro que el autor denuncia para los demás europeos?
El nazismo está muerto, ningún gremio de relevancia social  lo defiende. Grupos antisistema juveniles exhiben emblemas para provocar la sociedad. Unos ciudadanos del este alemán tienen un significante problema de aceptar los efectos de la globalización.
Sin embargo, desde la reunificación alemana y la formación de la Unión Europea el peso económico y político de Alemania no ha parado de crecer. Y eso se debe a numerosas causas, imposibles de analizar en un breve ensayo.

Desde la experiencia histórica, no significa más que el regreso a la normalidad. El poeta Hölderlin[1] llamó  Deutschland "Heilig Herz der Völker" -sagrado  corazón de los pueblos-. No es un acto de soberbia, sino una metáfora poética del mensaje jacobino libertador para la Europa del siglo XIX.  Y por primera vez en la historia reciente, Alemania no está rodeada de naciones vecinas rivales o enemigas; es propio del corazón, órgano vital del cuerpo vivo, ocupar una función importante, selecta, que no está muda sino tiene un mensaje:
Su capacidad de reinventarse y de revivir después de varias catástrofes es singular y debe ser argumento para el  estímulo a crecimiento de los demás europeos. Para alemanes,  Europa es de importancia vital; y muy pocos ponen en duda la integración; ninguna persona sensata desea volver a la época anterior.
El reproche frecuente es, que la economía alemana esté aprovechada de eso. Pero una observación objetiva lo denuncia como una media verdad: a las industrias vecinas el auge económico alemán ha sido de gran beneficio, y sus problemas económicos han sido creados por problemas internos, pero reprochados con frecuencia al "predominio alemán".
Mantener prejuicios es perdonable en caso de personas poco instruidas, pero en miembros de la élite española, es un asunto extraño.
Me declaro perplejo.

 friedrichmanfredpeter   febrero  2015



[1] Friedrich Hölderlin - 1770-1843 - "La Patrie - das Vaterland" de jacobinos franceses y alemanes debe formar este "corazón", órgano de libertad y no de nacionalismo excluyente; revive los ideales de la Revolución Francesa.

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