>El auge de Hitler en
ciertos sectores de la juventud alemana -- no es una anécdota. Hay que
enfrentarse a lo que significa. La Alemania de Angela Merkel manda más en
Europa que la de Hitler con la Wehrmacht enseñoreada
en el viejo continente. El orgullo del pueblo alemán ha vuelto a desbordarse,
con derivas alarmantes.<
(Luís María Anson de la Real Academia Española - 30-01-2015 - El Mundo
- El Cultural)
Con todo respeto ante un ilustro miembro de la Real Academia y
destacado intelectual español me opongo a esta simplificada y polémica
reducción de su observación crítica y justificable ante la historia moderna de
mi país - Alemania.
El autor
justifica ese tremendo juicio ante datos escogidos y reducidos, cuyo
importancia es muy dudosa; y generalizados son una ofensa a todo bien pensante.
Comparar a Angela Merkel con Adolf Hitler, cuyo poder no radicaba sólo en un
gobierno militar de la Wehrmacht,
sino en una ideología racista paneuropea, compartida por alemanes y muchos europeos más, es una manifestación
disparatada:
La política pragmática
de la canciller en su gobierno de coalicición y el totalitarismo nazi son
inconciliables.
Víctimas del
nazismo han sido todos los europeos de diferente forma - no hay que repetir eso
- y también la misma nación alemana que perdió esencia humanista y credibilidad.
¿Cómo valorar el
nazismo, origen, actualidad y vigencia?--
Existe una gran confusión en la opinión
pública europea:
Los nazi no
fueron patriotas alemanes o nacionalistas alemanes -ellos mismos procuraban esconder
su verdadera intención- sino fanáticos ideólogos paneuropeos, y encontraron
apoyo y colaboración de los que hoy lo niegan y se declaran inocentes. Ninguno
de sus proyectos podría haberse realizado sin este apoyo.
Lo que Anson
manifiesta es cierto: En ningún otro país se hacen más referencias al nazismo
que en Alemania.
¿Qué otra cosa
se espera? Era esa la historia reciente nuestra que provoca dolor, angustias e irritación en las generaciones posteriores;
no hay otro tema de mayor importancia. En ningún país europeo se ha hecho tal
reflexión a fondo y comparable con
Alemania, tan intensa y extensa sobre el propio pasado. Y la grandísima parte de la población actual se
siente afligida y avergonzada por lo que ha pasado en su nombre. Poner en duda
eso, es realmente limitarse a observar grupos
minoritarios indóciles y resentidos, poco instruidos. En el Bundestag, el parlamento alemán, no hay
ningun grupo presente de extrema derecha o pronazi. Además, el código penal
persigue elogiar el nazismo. "Mein Kampf de Hitler" no puede ser
publicado ni vendido.
¿Dónde está el
peligro que el autor denuncia para los demás europeos?
El nazismo está
muerto, ningún gremio de relevancia social lo defiende. Grupos
antisistema juveniles exhiben emblemas para provocar la sociedad. Unos
ciudadanos del este alemán tienen un significante problema de aceptar los
efectos de la globalización.
Sin embargo,
desde la reunificación alemana y la formación de la Unión Europea el peso
económico y político de Alemania no ha parado de crecer. Y eso se debe a
numerosas causas, imposibles de analizar en un breve ensayo.
Desde la
experiencia histórica, no significa más
que el regreso a la normalidad. El poeta Hölderlin[1]
llamó Deutschland "Heilig Herz der
Völker" -sagrado corazón de los pueblos-. No es un acto de soberbia,
sino una metáfora poética del mensaje jacobino libertador para la Europa del
siglo XIX. Y por primera vez en la
historia reciente, Alemania no está rodeada de naciones vecinas rivales o enemigas;
es propio del corazón, órgano vital del cuerpo vivo, ocupar una función
importante, selecta, que no está muda sino tiene un mensaje:
Su capacidad de
reinventarse y de revivir después de varias catástrofes es singular y debe ser
argumento para el estímulo a crecimiento
de los demás europeos. Para alemanes, Europa
es de importancia vital; y muy pocos ponen en duda la integración; ninguna
persona sensata desea volver a la época anterior.
El reproche
frecuente es, que la economía alemana esté aprovechada de eso. Pero una
observación objetiva lo denuncia como una media verdad: a las industrias
vecinas el auge económico alemán ha sido de gran beneficio, y sus problemas
económicos han sido creados por problemas internos, pero reprochados con
frecuencia al "predominio alemán".
Mantener
prejuicios es perdonable en caso de personas poco instruidas, pero en miembros
de la élite española, es un asunto extraño.
Me declaro
perplejo.
friedrichmanfredpeter febrero
2015
[1] Friedrich Hölderlin - 1770-1843 - "La Patrie - das
Vaterland" de jacobinos franceses y alemanes debe formar este "corazón",
órgano de libertad y no de nacionalismo excluyente; revive los ideales de la
Revolución Francesa.
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