<<Yo me opongo a las
tres típicas tendencias del ideario
utópico:
– contra la creencia que el futuro de forma secreta ya
está presente, y que somos capaces de prever y de anticipar lo que ha de
suceder;
– contra la idea que somos capaces de disponer de
métodos y claves para crear una sociedad libre de defectos, conflictos y
frustraciones;
– finalmente me opongo a la pretensión de saber, quién
en verdad es el hombre, cuál es la esencia de su verdadera personalidad, en
contra de su naturaleza empírica debido a la casualidad cambiante.
Todos y cada uno de estos
elementos del pensamiento utópico son usados para crear, justificar o disculpar
cualquier barbarie cometida en el nombre de la pretendida verdad
absoluta.>>
<<Cuando por una tarde,
en octubre de 1936, subí por la estrecha escalera a la pequeña vivienda de mi
madre cerca de la Puerta Nikitskij de Moscú, encontré la puerta cerrada y
sellada. Había sucedido como siempre, los esbirros de Josif Wissarionowitsch Dschugaschwili
– STALIN se habían presentado de madrugada y se la habían llevado. --
Los procesos en la
continuación de estas detenciones eran muy simples. Tres funcionarios del
cuerpo de la Seguridad del Estado eran suficientes para pronunciar la sentencia.
Diez o veinte años de cárcel o fusilamiento, esto era todo y no duró más que
tres o cuatro minutos por cada caso. Según la constitución, el artículo 58, se
trató de crímen contra el estado, crímen contrarrevolucionario; y un decreto de
Stalín había suspendido el derecho de los acusados a la defensa y la única
sentencia posible era la pena de muerte.--
Stalin trató de esconder su
responsabilidad. Pero existen 383 listas con 44 000 nombres de condenados a
muerte que llevan su firma. --
Estas detenciones tuvieron
tal dimensión en la vida diaria de la gente que fueron tomadas como algo
normal. Por eso, lo que había pasado a mi madre no me conmovió mucho; a muchos
otros niños les había pasado lo mismo y el público reaccionó con resignación y
también con chistes.
El chiste más contado se
llamó el Chiste de las Cuatro de la Madrugada:
En una vivienda de Moscú
donde vivían cinco familias, a las cuatro de la madrugada, les despertaron
fuertes golpes a la puerta. Todo el mundo se levantó y reunidos ante la puerta,
nadie se atrevió abrirla. Los golpes se intensificaron, y al fin uno de ellos
avanzó, abrió y regresó todo feliz diciendo:
–No os preocupéis, no es
nada. Sólo es porque arde nuestra casa.
En el lenguaje diario pronto
desaperció el término - detenido – que fue reemplazado por –se lo han llevado-
o -lo han tomado-. Esta fórmula lapidar se introdujo para tapar el profundo
silencio causado por el terror.
Caminando al colegio,
diariamente pude ver las camionetas transporando a los detenidos>>
(Wolfgang Leonhard)[2]
Nunca se aclarará el número exacto de víctimas de la represión
stalinista. El sistema de campos de concentración se extendía por toda la
geografía del país. Workuta, Karaganda, Magadan son los nombres del Gulag
soviético que actualmente parecen ya formar parte de una historia olvidada.
En la Rusia actual de Putin sucede una lenta rehabilitación de la
dictadura de Stalin y una encuesta reciente reveló que la gran mayoría actual en
Rusia quiere ver declarado a Stalin <Gran Héroe de la Historia de
Rusia>. Un hecho que debe preocupar profundamente las democracias
occidentales.
Wolfgang Leonhard, nació en 1921, último miembro del grupo Ulbricht,
alemán, educado en la Unión Soviética para ocupar un puesto directivo en un
futuro gobierno comunista de Alemania, aun vive y habla sobre su propia
experiencia.
Y en su reciente libro cuenta una anécdota muy reveladora:
Los alumnos del Colegio Alemán de Moscú fueron enseñados a destruir
todo escrito que no era directamente permitido para la lectura y a denunciar a
quien guardara en secreto cualquier papel escrito. Un día ocurrió eso: El profesor sacó un libro de su bolso y dijo:
–Voy a leerles un capítulo de este libro de un famoso antifascista
Niclas Born y uds van hacer un resumen escrito.
Un alumno pidió la palabra y dijo:
–Camarada profesor, mi padre me ha comentado que Niclas Born ha sido
detenido, acusado de ser enemigo del pueblo.
El profesor se puso pálido, cerró el libro, rápidamente, lo guardó y
dijo:
–Yo no tengo nada que ver con un individuo tan despreciable, este espía
capitalista, nos engañó a todos nosotros y que merece ser eliminado.
Y enseguida sacó otro libro temblando.
–Este es de Egon Erwin Kisch, un reportero famoso y comunista.Voy a
leer un reportaje y uds me lo comentan.
La opresión, consecuencia inevitable de la omnipotencia de una verdad
absoluta, es el peligro que amenaza la civilización occidental. Violencia ya
existe, cuando una voluntad única se apodera de información y educación en el
nombre del progreso y de la igualdad. Sus lugares preferidos son las periferías
y el pasto ideológico lo componen la pobreza y la incultura de la masa.
¿Cuál debería ser la alternativa?
friedrichmanfredpeter febrero de
2013
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