“Así cómo extinguen una tras otra las generaciones humanas, la fama existencial de los pueblos se pierde. Sin embargo, cuando marchita cada flor, cuando merced a las tormentas de los tiempos se pierden las obras magníficas del arte, comienza entonces nuevamente la vida eterna. La fértil naturaleza hace brotar nuevos capullos, despreocupada de la mano dañina del hombre (dañina, jamás moderada) que tritura los frutos cuando se maduran.”
(Alexander von Humboldt, Ataruipe)[i]
Lo escribe Alexander von Humboldt en el primer tomo de ‘Vistas de la naturaleza’ texto que relata sus caminatas sobre vías peruanas; vías construidas por el ‘Inca’, vías de perfecta ingeniería. Humboldt las compara con las que quedaron de la era romana en Europa. Las vías indígenas -abandonadas por causas misteriosas- dejaron ahí sus restos que le ‘hablan’ al visitante y le representan un imponente material al investigador, descubridor y también poeta/filósofo alemán.(Todo eso fue Alexander von Humboldt):
La razón nos guía y organiza nuestra percepción, pero revela nuestra limitación: nuestro saber en el fondo depende de lo que aportamos porque el saber está preestablecido en la mente observadora. Humboldt es consciente de esa herencia de la ilustración kantiana; sabe que la mano dañina del hombre destruye cuánto manos creativas construyeron antes. Igual la naturaleza que sabiamente hizo brotar hermosas flores… pero la mano del hombre destruye paraísos para fomentar progresos. Así se realizan las conquistas, agreden y destruyen, pero abren el camino para un nuevo emerger. Toda acción histórica tiene una doble función porque destruye construyendo, mata y siembra.
¿Sirve para algo este saber?
Humboldt no es ningún moralista romántico que llora y lamenta hechos que son ‘normales’ en un mundo de contradicciones. Por eso no sirve de consuelo y sigue siendo bastante desconocido. Su aporte filosófico le distancia de los movimientos ecologistas combativos actuales a pesar de denunciar lo que la mano ‘dañina’ del hombre provocó y seguirá provocando. Su saber pide modestia y en cierta medida, resignación.
La ‘filosofía actual’ está perfilada por el sueño de una masa hambrienta de felicitad, bienestar y comodidad. Es ley universal: no soportar contradicciones… ni siquiera pensar en ellas; la masa humana actual pide que una sola verdad marque la vía del progreso en política y en avance tecnológico. Definitivamente, esencia de todo es el ‘YO’ ecologista climatizado.
Ser uno y ser doble es la imagen poética diseñada por Goethe quien fue el inspirador de los viajes de Humboldt. Esa es la silenciosa y profunda ‘revolución de la mirada’ que estos clásicos nos dejaron en herencia.
¿Servirá para reducir el histerismo colectivo actual hundido en profecías de múltiples apocalipsis?
friedrichmanfred y anavictoria octubre 2019
[i]“So sterben dahin die Geschlechter der Menschen. Es verhallt die rühmliche Kunde der Völker. Doch wenn jede Blüte des Geistes welkt, wenn im Strom der Zeiten die Werke der schaffenden Kunst zerstieben, so entsprießt ewig neues Leben aus dem Schoß der Erde. Rastlos entfaltet ihre Knospen die zeugende Natur, unbekümmert, ob der frevelnde Mensch (ein nie versöhntes Geschlecht) die reifende Frucht zertritt. (Alexander von Humboldt, Ataruipe, insel tb 2521, p.103)
No hay comentarios:
Publicar un comentario