“ Déjenme responder al reproche que dice: ¿Por qué no habéis ido a los bosques armados, por qué no habéis creado una ‘guerrilla’ en el campo y en las ciudades? Y ¿por qué no habéis hecho lo de Mao en China, nadar como peces en la masa del pueblo y llevarlos a la lucha?
--- Aaahh, amigo mío, no sabes lo que una dictadura moderna es capaz de hacer en un país densamente poblado con los medios técnicos a su disposición, con un sistema de propaganda y de seguridad del estado presente. Las horcas nos habrían atrapado más rápidamente que nosotros fuésemos capaces de correr.(---) La masa en la deberíamos habernos movido contaba con setenta porciento
(70%) o más de seguidores del régimen Nazi. Y me atrevo a deciros, jóvenes y valientes: ¿Por qué no nadan ustedes en medio del pueblo? Os lo ruego: ¡No confundáis la democracia parlamentaria capitalista con el fascismo! Esa sería la mayor estupidez que podríais cometer y que sería perjudicial para ustedes mismos.”
(Hans Werner Richter, ‘Cartas a un joven Socialista’, dtv 11252, 1990, p. 35)
¡Cuánto debemos, los alemanes de mi generación, a este hombre, hoy olvidado!
Hans Werner Richter, excomunista, antinazi, prisionero de los americanos, escritor que fundó y presidió ‘Die Gruppe 47’ – después de la derrota nazi en 1945 – . un grupo que se dedicaría a refundar a Alemania… a sacudir el polvo de nazismo y de comunismo; este grupo que nos llevó a acudir a las fuentes mismas de nuestra tradición humanista, rescatar el idioma de entre los escombros que dejaron los discursos ideológicos vacíos y estériles. Con esa revolución comenzó el auténtico ‘milagro alemán’, fue la literatura que nos salvó. GRACIAS.
¿Qué importa eso, ahora, en el año 2019?
Fue el cante a la libertad, al pensamiento crítico, al elogio de la sociedad abierta, moderna, tolerante y la condena del pensamiento único, cerrado y retrógrada. Libertad no es sencillamente ‘anticapitalismo’,“Die Freiheit, die ich meine und die mein Herz erfüllt”.Es esa vieja canción que tamborilea Heinrich Heine: “Libertad que es mía y llena mi corazón.”
Ese mensaje es el auténtico espíritu alemán, más allá de toda intromisión de ideologías proféticas. La encontramos ‘entre muros’, siempre amenazada por los discursos anti – liberales,
exhibidos por predicadores del egoísmo colectivo tanto como por por falsos ideales de soberbia: Deutschland, Deutschland, über alles!–‘Alemania encima de todo’-
Richter nos advierte qué podemos perder, y casi nos eliminaron los que pretendían transformarnos en dueños del mundo. ‘Dueños’ se creyeron, los que no eran más que engreídos y torpes tiranuelos. “Heute gehört uns Deutschland”– cantó ‘die Hitlerjugend’ – Hoy nos pertenece Alemania– “Und morgen die ganze Welt”–y mañana el mundo entero. Horror.
Cioran afirmó que un pueblo con un idioma tan complejo no es apto para crear un imperio.
Y en efecto, Alemania fracasó en varios intentos de crear imperio y tropezó ante la propia monstruosidad del proyecto cuyo irracionalidad fue compartida por millones de adictos.
La auténtica vía alemana de dominar el mundo es la que Alexander von Humboldt diseñó doscientos años atrás. Es la vía de una conquista al revés, sí, el mundo nos ha conquistado, su brillante belleza nos encandila, sus problemas nos llegan al alma, nos conmueven e incitan al actuar.
Durante siglos pasados, millones de alemanes han ido en busca de nuevos horizontes, se volvieron americanos, australianos, argentinos, chilenos, colombianos y al ser preguntados “¿de dónde es usted?” nunca dirían que son alemanes. Su vocación era y aún es, ser del mundo; no son capaces de dominar el mundo, el mundo los domina a ellos.
Sólo en este mundo seremos libres, con él y en él, eso diría Humboldt si hoy viviese.
Y yo, vuelvo a repetir las gracias que envío hasta la tumba de Hans Werner Richter. Personas como él me ayudan a olvidar a otros tantos, insoportables.
friedrichmanfred y anavictoria junio de 2019
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